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Habrá cambios profundos en temas vinculados al cuidado del medioambiente y al cierres de las minas. También habrá variantes en el marco impositivo actual
02/05/2017 - 12:31hs

La próxima semana, el Gobierno aprovechará el contexto para anunciar formalmente la firma del Acuerdo Federal Minero, sobre el que todavía se trabaja a contrareloj.

El domingo próximo es el día de la minería, dos días después comienza la feria más importante del sector en el país a la que asistirán empresarios de todo el mundo, y el miércoles cerrará con una cumbre con todos los ministros americanos del área en la Casa Rosada.

El anuncio consistirá en la concreción del segundo paso necesario para implementar el acuerdo que ya firmaron las secretarias de minería provinciales y la del ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren. El pacto fue consensuado con las empresas y los sindicatos. Ahora le toca a los responsables ejecutivos: los gobernadores y el presidente, Mauricio Macri, para luego dar paso a la última fase, el Congreso.

El acuerdo impulsa cambios profundos en cuanto a la operatoria de las empresas, sobre todo en lo referido al cuidado del medioambiente, los cierres de minas y las comunidades cercanas a los proyectos.

En materia tributaria, después de haber eliminado el 5% de las retenciones que pesaban sobre el sector, se discutió incluir otros cambios impositivos pero el sector privado no se benefició está vez. Las firmas querían cambiar la base sobre la que calculan las regalías que se dejan en la provincia, que hoy promedian un 3%, utilizando el llamado "valor bocamina" (similar al boca de pozo de los petroleros). El texto finalmente se fijó en un 3% sobre los Ingresos Brutos devengados (no sobre las utilidades), es decir la facturación bruta.

Desde el sector privado se intentó probar con un esquema variable teniendo en cuenta el valor de los minerales, similar al de la famosa Resolución 125 de aranceles móviles para la soja. Pero como aquella iniciativa, tampoco prosperó.

Además, el convenio implementa la figura de un fondo fiduciario como instrumento para realizar obras en las comunidades impactadas por los proyectos mineros.

Marcelo Alvarez, presidente de CAEM, señaló que "con la firma de las provincias con el Presidente se busca dar una señal política hacia el sector", en referencia a que se efectivicen las inversiones anunciadas en los últimos meses.

De hecho, detalló que este año las inversiones serán de u$s825 millones en factibilidad y construcción de nuevos proyectos, además de otros u$s320 en exploración. Agregó el empresario que esos desembolsos corresponden a seis proyectos de oro, plata y cobre, y cinco a litio. Y explicó además que para 2018 serán de casi el doble. Ya están comprometidos otros u$s2100 millones sin contar las inversiones que destinarán las empresas en operación.

Entre esos proyectos se destacan el de Fortuna Silver del aurífero Lindero, en Salta y el de Mina Pirquitas y Valle del Cura del proyecto Chinchillas, dedicado a la producción de plata, zinc y plomo.

Pero hay además en carpeta otros proyectos en zonas donde la minería está prohibida y necesita cambios provinciales para materializarse que sumarían unos u$s5000.

Entre otros, el Proyecto Navidad que Pan American Silver anunció a Macri el año pasado por u$s1000 millones, en la meseta central de Chubut. De hecho, esa es la única provincia que se niega a firmar el acuerdo. El rechazo del gobernador Mario Das Neves se centra en que hay una intromisión del gobierno nacional, porque constitucionalmente las dueñas de los recursos de la tierra son las provincias. Alvarez señala que se desaprovecha una actividad que arrastra el desarrollo de otros sectores también. El año pasado las mineras compraron u$s1.300 millones en insumos, 92% nacionales, señala El Cronista.

Para el ejecutivo, también presidente de la minera GoldCorp, el acuerdo permitirá igualmente "abrir mesas de negociación que servirán para evaluar normas que hoy impiden la gran minería no solo en Chubut, sino también en Córdoba, Mendoza y La Rioja". Igualmente indicó que "no se debe esperar un boom de ingreso de capitales porque los inversores esperan que se consoliden las medidas macroeconómicas sobre inflación, infraestructura y el tipo de cambio, al que a nuestro juicio le falta un poquito y debería estar en $18 por dólar".