iProfesionaliProfesional

El consultor analizó, en exclusiva para la sección Ahora Brasil de iProfesional, las reformas que se vienen en materia laboral en el país vecino
06/05/2017 - 15:15hs

En un análisis realizado para la sección Ahora Brasil de iProfesional, el consultor especializado Gustavo Segré afirmó que la administración de Michel Temer está pasando por uno de sus puntos más bajos en cuanto a imagen positiva. 

Según detalló, el mandatario presenta un rechazo del 87% de los brasileños, entre los cuales apenas el 4% considera buena o excelente a su gestión. 

El relevamiento, realizado por la encuestadora Ipsos, reveló además que el 92% de los ciudadanos de ese país considera que Brasil está yendo en el rumbo equivocado. 

“Esto se debe a que están encaminándose dos reformas fundamentales para la economía pero totalmente impopulares”, sostuvo Segré. 

De acuerdo con el CEO de la consultora Center Group, la primera tiene que ver con la reforma laboral, que permite, entre otras cosas, “una disminución de los costos laborales para las empresas brasileñas, que le restará muchísima fuerza a los sindicatos”. 

Entre otras cosas, los empleados “no estarán obligados a contribuir con un día de su trabajo como parte de un aporte sindical. Y, por el otro, permite que las empresas negocien las mejoras salariales directamente con sus empleados y esto tendrá validez por arriba de la actual Ley del Trabajo”, agregó. 

En paralelo, está en agenda el tema de la reforma jubilatoria. Esta semana será tratada en la comisión especial de la cámara, luego pasará por diputados y después por senadores. 

Temer ratificó días atrás que no dará marcha atrás en los proyectos de las reformas del sistema jubilatorio ni en la flexibilización laboral, dos de los principales argumentos de la huelga nacional realizada contra su agenda de gobierno.

"El trabajo a favor de la modernización de la legislación nacional continuará, con debate amplio y franco, realizado en la arena adecuada para esta discusión: el Congreso Nacional", señaló el mandatario. 

En paralelo, Segré puso el foco en el grave problema fiscal que atraviesa Brasil. 

En este sentido, señaló que la inversión pública se derrumbó un 61%.

“Esto responde al congelamiento del gasto público, dado que el gobierno debe encuadrar las cuentas para que no se escape el déficit”, sostuvo. 

Sin embargo, pese a los esfuerzos, el déficit de marzo fue de u$s3.000 millones, el peor resultado para ese mes en 21 años. 

“Desde 1997 que no se veía para marzo un déficit fiscal tan grave como este”, concluyó.