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El experto y CEO de la consultora Center Group explica en detalle los problemas judiciales que enfrenta el ex presidente de Brasil
12/05/2017 - 01:30hs
Lula da Silva, ¿a la cárcel o a la presidencia?: el análisis de Gustavo Segré

El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, finalmente cumplió con su declaración ante el juez federal Sergio Moro en calidad de imputado, por un supuesto caso de corrupción en el marco de la causa conocida como “Lava Jato”. 

El ex mandatario (2003-2010) declaró como imputado en los juzgados de la ciudad de Curitiba sobre la propiedad de un triplex en Guarujá (en la costa de San Pablo) que, según la acusación, fue un regalo que recibió de la constructora OAS a cambio de favores políticos y que, de acuerdo con la defensa, nunca perteneció al exmandatario.

Al término de su declaración ante el juez Moro, Lula encabezó un breve acto ante miles de seguidores reunidos en una céntrica plaza de Curitiba, donde adelantó su intención de competir de nuevo por la Presidencia de Brasil en 2018.

“Estoy vivo y preparándome para volver a ser candidato", dijo.

"Estoy con más ganas que nunca de ser candidato", insistió Lula, apoyado por la ex presidenta Dilma Rousseff, su sucesora y ahijada política, destituida por el Congreso hace un año.

Sin embargo, para el analista Gustavo Segré, Lula tiene altas chances de terminar preso antes que presidente de Brasil. 

Sucede que es investigado en cinco procesos judiciales relacionados con prácticas corruptas. 

En un análisis realizado para la sección Ahora Brasil de iProfesional, Segré detalló que “la indagatoria fue la segunda más extensa en toda la investigación del Lava Jato”.

En dicha indagatoria, Lula “tenía la posibilidad de no responder a las preguntas, pero era también la última oportunidad que tenía para defenderse de las acusaciones ante quien lo deberá juzgar”. 

“Lula respondió las preguntas del magistrado, pero se lo vio nervioso y hasta entró en contradicciones en algunas de sus respuestas”, detalló Segré. 

Para el experto, el ex mandatario está haciendo todo lo posible por demorar el proceso, dado que busca lograr la presidencia y así suspender el proceso en su contra. 

“Su defensa presentó tres recursos de amparo pero fueron negados”, sostuvo. 

La razón de esta estrategia es que “cuando Lula entra como procesado, observa que la única posibilidad que tiene de no ir preso es llegar nuevamente a la presidencia de la República. Y para que esto ocurra, deberá contar con el tiempo suficiente como para arribar a las elecciones sin que se presente una confirmación de la sentencia en segunda instancia”. 

Cabe destacar que la sentencia del juez Sergio Moro puede salir a fines de mayo o principios de junio y, según Segré, “probablemente sea contraria a Lula da Silva”.  

Para que dicha sentencia sea confirmada, luego debe ser ratificada en segunda instancia.

El problema para el referente del PT es que si en ese momento se confirmara un eventual revés judicial y esto ocurriera antes de las elecciones, “Lula perdería la posibilidad de ser candidato, dado que hay una ley que prohíbe en Brasil postularse a cargos públicos si existe una confirmación de sentencia en segunda instancia”. 

“Este último escenario tiraría por tierra la posibilidad de que el PT acceda a la presidencia y, sobre todo, la posibilidad de que Lula llegue al poder”, acotó el director de la consultora Center Group. 

“Lula está en una clara carrera contra el tiempo para llegar a la elección presidencial. Básicamente porque si arriba a octubre de 2018 sin esa segunda sentencia y eventualmente consigue ganar las elecciones, automáticamente se interrumpe el proceso penal, porque el presidente de la República sólo puede ser procesado y sentenciado por algo inherente al cargo de presidente”. 

Claro que si no consigue esta etapa y se confirma una sentencia en segunda instancia antes de las elecciones, “entonces el futuro de Lula no estará en un cargo público sino en la prisión efectiva”.