La flotación libre del dólar dejó de existir en la Argentina. A diferencia de otras ocasiones cuando el Banco Central salía a intervenir en la plaza cambiaria para domar al billete, la estrategia de Federico Sturzenegger es diferenciada.

Por un lado, no compra dólares en forma directa sino a través del Banco Nación conducido por Javier González Fraga. Sin embargo, el banco público más grande del país no está solo. 

Según cuentan en las mesas de dinero de los principales bancos de la city, el Nación actúa junto al Banco Provincia y al Ciudad para doblegar la tendencia del dólar (que es a la baja). 

Los tres bancos públicos, que comparten el mismo color político, compran dólares en la plaza cambiaria por cuenta y orden del Central. 

Y si bien la gran parte de lo que adquieren es vendido en forma directa al BCRA, se quedan con un remanente para sí mismos.

¿Cuánto vienen comprando hasta el momento? Cálculos extraoficiales hablan de que la intervención de las tres entidades estatales asciende a u$s1.200 millones desde el miércoles pasado -cuando empezó el operativo para detener la caída del billete- hasta el viernes pasado.

En ese lapso y según lo informado oficialmente por la entidad, Sturzenegger compró en total u$s800 millones para sus reservas a razón de u$s100 millones por día. 

De esta manera, la banca pública se quedó con un excedente de u$s400 millones en una semana y media de intervenciones. 

Pero no es tan lineal. Por ejemplo, el Banco Nación es el que más dólares compra en el mercado. 

En conjunto sumando al Ciudad y al Bapro, lo máximo que se llevaron en un sólo día fueron u$s150 millones. 

De ese total, por ejemplo, la entidad presidida por González Fraga fue responsable del 80% de esas compras, un porcentaje que se mantiene en todas las incursiones en el mercado.

Por eso es que el Central le compra en forma directa los dólares que después suma a sus reservas.

El que menos interviene es el Ciudad, entidad que de hecho "desapareció" en las últimas tres jornadas, mientras que el Bapro acompaña al Nación con adquisiciones de entre u$s20 millones y u$s35 millones por día.

En el mercado algunos creían que, después del dato de inflación, la intervención en tandem de los bancos iba a ser menor ya que una suba más abrupta del dólar podría presionar aún más a los precios.

"No creo que aflojen el ritmo de compra. No son improvisados en el BCRA. Esto no lo veo como algo circunstancial y viene para largo. Los pesos se van a ir esterilizando. Y la verdad que los precios no se puede ir más arriba por esta suba del billete porque todo está ya priceado a un dólar de $16 y así y todo nadie vende nada", explicaban desde la mesa de dinero de un banco privado de capitales extranjeros. 

Para los bancos públicos que se quedan con los dólares excedentes que Sturzenegger no quiere comprar, también es un negocio esta operatoria.

Al intervenir y subir el valor de la divisa, sabiendo que -por orden del Central- el dólar tiene que subir, están comprando "barato" lo que más adelante tendría que ser más caro. 

De hecho, la semana pasada el dólar mayorista subió siete centavos para quedar en $15,44. Fue la primera suba semanal después de dos consecutivas con bajas del tipo de cambio.

"Es cuestionable lo que están haciendo las entidades públicas. Porque operan con información privilegiada del Central haciendo subir el dólar. Compran dólares mandados por el ente rector sabiendo que tienen que hacer subir el precio. Es casi ilegal", disparaban desde otra mesa bancaria, claramente encolerizados por la nueva estrategia oficial.   

"Lo que hacen es inside trading y está penado. Compran porque saben q va a subir. Sino debería ser al revés. El que quiere comprar lo hace a un precio barato, no paga cuando el billete va para arriba. La única forma en la que un banco paga cuando sube el precio es porque cree o especula con que el dólar va a ser más caro", explicaba desde la misma entidad.

El camino del billete hacia adelante¿Qué pasará con el dólar? Si bien la primera semana completa de intervención produjo un reacomodamiento del precio del billete, lo cierto es que la tendencia de apreciación real del peso es difícil de combatir.

Esa visión es compartida en el mercado casi en forma unánime. De hecho, un informe del banco BBVA dice que "no esperamos fuertes deslizamientos del tipo de cambio en el mediano plazo, al contrario, es esperable que se consolide un período de apreciación real del tipo de cambio sin descartar algo de volatilidad a corto plazo previo a las elecciones".

La entidad española que opera en la Argentina calcula que el tipo de cambio variará 11,4% en 2017 (cotizará en $17,6 promedio en diciembre) y 6,6% en 2018 hasta $18,8. En ambos casos, subirá menos que la inflación.

Este pronóstico del BBVA se apoya en diversos factores como:

-La política monetaria y cambiaria del Banco Central

-El mantenimiento de tasas de interés positivas en términos reales que alientan el ahorro en moneda doméstica

-La entrada de capitales para financiar inversión privada (en parte debido al éxito del sinceramiento fiscal)

-Y por último, las colocaciones de deuda para financiamiento del déficit del sector público y también emisiones privadas