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Anunció que será padre a los 60, pero su ex pareja dice que él le pidió que abortara. Especialistas hablan de una personalidad omnipotente y narcisista
14/05/2017 - 13:33hs

Daniel Scioli debe ser uno de los políticos más entrenados para responder preguntas. Ha llegado incluso a contestar respondiendo sobre otro tema, con la habilidad de ni siquiera ruborizarse. 

Esta semana sufrió cimbronazos por acontecimientos de su vida personal y si bien los que saben de política afirman que su carrera no está acabada, el ex gobernador atraviesa su peor momento luego de conocerse por boca de su pareja Gisela Berger -una modelo 31 años menor- que él le pidió que interrumpiera su embarazo de tres meses.

Esta semana, el excandidato a presidente pasó por todos los estados. El primer caso fue cuando Berger mostró una serie de chats subidos de tono que él había mantenido con otra mujer, Sofía Clerici. Scioli no pudo negarlos, aunque los minimizó diciendo que se trataba de una amiga.

El miércoles eligió a Jorge Rial para reafirmar esta hipótesis y contrarrestar el hecho con la “feliz noticia”  de que será padre a los 60 años. La imagen de Scioli volvió a estabilizarse, aunque la escalada duró sólo 15 minutos: fue ése el tiempo que tardó Berger en salir a decir que el político le había pedido que no tuviera a ese hijo, que estaba separada de él y que ni lo quería ver.

 “Primero se quedó callado, serio. Después me dijo: ‘Esto es una cagada’, con esas palabras, de esa manera. Yo callada, obviamente. Esperaba otra reacción de parte de él”, contó la modelo cordobesa, que, siempre según su relato, estuvo tres meses sin decir nada del embarazo por pedido de él. El ex candidato iba a estar en un acto en San Martín y a último momento se suspendió.

La vida privada de Scioli estuvo siempre acompañada de exabruptos. Los ejemplos van desde su hija extramatrimonial, Lorena, a quien el ex motonauta tardó 15 años en reconocer, hasta su relación con Karina Rabolini, la mujer que lo acompañó gran parte de su vida, incluso en el momento final de la campaña a presidente, cuando ya se sabía que la relación estaba terminada.

“Hombres como él, llenos de compromisos y responsabilidades, están más acostumbrados a obtener beneficios de la vida pública que llevan adelante que de la privada”, analiza ante una consulta del diario Perfil, Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo. 

“Es complicado vivir así, tenés que ser transparente e inteligente, tener por lo menos cierta habilidad para mantener una coherencia entre tu vida pública y la privada. El no cumple con este requisito, por eso no pudo mantener el relato”, aporta Harry Campos Cervera, psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), ante el citado matutino.

Pablo Wizenberg, sexólogo, dice que es de suponer que Scioli tenga un perfil narcisista, con rasgos psicopáticos. “En la edad a la que podría ser abuelo, es altamente probable que quiera someter a las personas a situaciones que en principio no alteren su ritmo, sus deseos y sus costumbres”, explica.