La economía no logra consolidar su despegue, en un contexto en el que preocupa la performance de la industria: de acuerdo con datos oficiales, el complejo manufacturero cayó 2,4% en el primer trimestre de 2017, tras alternar en los últimos cinco años fuertes caídas y leves recuperaciones.

En este contexto, un informe de Ecolatina destaca que "las únicas ramas que muestran un mayor dinamismo dentro del complejo manufacturero son aquellas ligadas a la actividad agropecuaria y la construcción, dos sectores favorecidos por la política económica actual".

La producción agropecuaria ha sido uno de los sectores que mejor ha reaccionado al nuevo esquema económico.

De acuerdo con las cifras oficiales, en los dos primeros meses del año la producción aumentó 5,4%, tras el repunte observado a fin del año pasado. Esta actividad impulsa la recuperación de la economía por su impacto positivo sobre otros sectores.

El caso más destacable es el de la maquinaria agrícola, que presentó un incremento en la producción superior al 50% en los primeros tres meses del año.

La construcción es otro sector que ha dado señales de recuperación a comienzos de este año, "tras una formidable caída el año pasado (-11,3%)", apunta la consultora. 

Según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) que publica el INDEC, esta rama trepó casi 2% en el primer trimestre del año.

Como contrapartida, la producción industrial de metálicas básicas (impulsada por la producción de acero, que acumula un alza de 0,3%) y la de productos minerales no metálicos, continúan en terreno negativo en los primeros tres meses del año.

Sin embargo, de la mano del repunte de la construcción, y tras varios meses de caída, mostraron variaciones positivas en marzo. 

"Excluyendo estas ramas, la realidad del complejo manufacturero resulta menos favorable: la apreciación del tipo de cambio y la mayor apertura comercial no sólo afectó su capacidad exportable, sino también la posibilidad de competir en el mercado interno con productos importados", alertaron. 

"El caso del sector automotor es paradigmático: mientras que el consumo interno crece aceleradamente -con un alza del 32% de los patentamientos en le primer cuatrimestre-, la producción de autos continúa en retroceso, con los vehículos importados cubriendo la brecha entre la oferta y demanda interna", agregaron. 

Una situación similar se observa en la industria textil, que en el primer trimestre del año exhibió una contracción de la actividad del 17%, mientras que las importaciones del sector registraron un incremento de 5% en el período.

"Pese a cierta mejoría de la demanda interna, la producción local no consigue capitalizarlo: el dólar planchado en un contexto de altas inflación (2% mensual), sumado a una asfixiante presión impositiva y elevados costos logísticos, los bienes importados son más baratos que los locales", afirmaron desde Ecolatina. 

"Hay consenso en cuanto a que la actividad económica se va a recuperar en 2017 aunque no está clara la magnitud de la expansión y ello no despeja la preocupación sobre algunas ramas productivas", concluyeron.