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Es una joven que denunció a un taxista que la persiguió varias cuadras. Se buscará que el agresor realice cursos formativos en género para que “reflexione”
16/05/2017 - 15:06hs

A partir de una denuncia realizada en marzo pasado por una joven de 25 años, se llevará a cabo la primera audiencia de mediación por acoso sexual callejero en la Ciudad de Buenos Aires.

La denuncia fue radicada por Lucía Cabrera en la Comisaria 37, en el marco de la ley 5.742, sancionada por la Legislatura Porteña, que tiene por objeto prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos.

A través del recurso la mediación se buscará que el agresor realice cursos formativos en género para que reflexione sobre sus actos.

"Logramos esta primera audiencia gracias a la lucha que llevamos adelante denunciando que el acoso callejero es el tipo de violencia más naturalizado que afecta la integridad de las mujeres. Vamos a seguir impulsando una Ley nacional para tener ciudades donde las mujeres podamos transitar libres y seguras", sostuvo Raquel Vivanco, coordinadora nacional de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), organización que está acompañando el caso.

Según una encuesta realizada en la Ciudad de Buenos Aires por MuMaLá, el 100% de las mujeres consultadas afirmó haber sufrido acoso en la vía pública. "Eso conlleva que las mujeres no podamos transitar de manera libre, segura y despreocupada el espacio público", expresan desde MuMaLá.

El testimonio de Lucía Cabrera

Cabrera, estudiante de educación física, realizó la denuncia el 20 de marzo pasado después de que un hombre la persiguiera con su taxi durante algunas cuadras.

"Fui víctima -sí, una vez más- de acoso callejero. Pero esta vez, ya indignada con la situación y con un poco de miedo (ya que el agresor me estaba persiguiendo con su taxi, hacía algunas cuadras), me encontré con un oficial de la Policía Federal en el camino y decidí informarle la situación que estaba sufriendo", relata en una carta.

Y sigue: "Más allá de lidiar y discutir diariamente contra el acoso callejero, no estaba segura de que existiera algún recurso jurídico que estableciera algún tipo de sanción para estos casos. Así y todo, quise denunciar la situación. Primero, pensé que todo 'iba a quedar en la nada misma', pero después me dije que por lo menos este tipo no se iba a 'salir con la suya' ni iba a pasar desapercibido mientras realizaba una práctica seguramente tan común en su vida, pero que tanto daño nos causa".

Así, en pleno trámite, fue cómo Cabrera se enteró de la existencia de la ley, que fue publicada en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires el pasado 25 de enero.

La norma tiene como objeto “prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos o de acceso público, verbal o físico, que hostigue, maltrate o intimide y que afecte en general la dignidad, la libertad, el libre tránsito y el derecho a la integridad física o moral de personas, basado en su condición de género, identidad y/o orientación sexual".

La reglamentación de la ley modificó el Código Contravencional y sanciona "con multas de $200 a $1.000 y con trabajo de utilidad pública a cualquier persona que acosare sexualmente a otra, en lugares públicos".

"Dada la reciente implementación (y la desinformación existente entre los agentes policiales y trabajadorxs de la fiscalía) fue después de una hora y media que supimos cómo continuaría el procedimiento. El tipo que me había acosado podía irse solamente después de firmar el Acta Contravencional que daba cuenta de los hechos, para después ser citado por la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas N°1. Luego, tuve que ir a hacer la denuncia a la Comisaría N° 37", recuerda Cabrera.

Y prosigue: "Salí de la comisaría con mi certificado de denuncia por acoso sexual callejero en mano -bastante emocionada- porque no creo que este tipo vuelva a acosar a ninguna mujer, que en definitiva, era lo que yo buscaba con todo esto”.