El Gobierno analiza reducir gradualmente la alícuota del impuesto a los débitos en cuenta corriente hasta su eliminación. El cambio estará incluido en la reforma tributaria que se enviará este año al Congreso Nacional.

La intención es, como ocurrirá con toda la reforma impositiva, que este cambio en particular tenga un carácter gradual. Por esta razón, la idea es que el denominado "impuesto al cheque" se reduzca en un plazo de cuatro años aproximadamente.

La intención del Gobierno es lograr un consenso con otras fuerzas políticas en torno a cuatro o cinco ejes sobre los que girará la reforma tributaria, que será debatida en primera instancia por una comisión bicameral en el Congreso.

El 30 de este mes el secretario de Política Económica, Sebastián Galiani, volverá a este ámbito legislativo para explicar el peso específico de cada impuesto y para transmitir algunas de las ideas del Poder Ejecutivo respecto de la reforma.

La intención primaria es otorgarle al sistema tributario un perfil más progresivo, lo que implica que haya más peso de los impuestos directos que de los indirectos.

En este sentido, si hay acuerdo en reducir la alícuota del IVA -que se subió al 21% en 1995- habrá que buscar un reemplazo para financiar esa pérdida de recaudación -cada punto del IVA significa unos $ 2000 millones-, por medio de un incremento de otra alícuota o una reducción en las exenciones de este impuesto.

El Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) porteño propuso "eliminar totalmente el impuesto de manera gradual en 5 años". La entidad que preside Humberto Bertazza sugirió que "el primer paso se lo haría aumentando gradualmente el porcentaje que puede computarse como pago a cuenta de otros impuestos nacionales como el IVA, ya que actualmente sólo se permite en los impuestos a las Ganancias y Ganancia Mínima Presunta".