iProfesional

Enojado por crí­ticas al plan gradualista, el Gobierno busca ganar la "guerra de expectativas"
29/05/2017 - 10:13hs

El director de una de las principales consultoras económicas de la city porteña no lo podía creer. 

Cortó el llamado telefónico y se quedó pensando un par de minutos cómo debía proceder. Su rostro entremezclaba expresiones de asombro y confusión

Terminaba de hablar con un importante funcionario del Gobierno. Ya lo había contactado en otras oportunidades para conocer su opinión sobre la marcha de la economía y de las finanzas. 

Pero, esta vez, ese no fue el motivo del llamado. Más bien, era para "sugerirle" que "revise" la pauta de crecimiento del país para este año. 

Concretamente, le pidió que en lugar de fijarla en un 2%, la ubique más cerca del 3%, que es la estimación oficial.

Este economista, uno de los más influyentes de la city, no daba crédito de lo sucedido, ya que lo remitía a épocas no muy lejanas. Se animó a confiarle a iProfesional su amarga experiencia bajo el compromiso de este medio de mantener su nombre en reserva. 

El directorio de la consultora debía entonces tomar una definición sobre el pedido (extra) oficial. Se encontraba frente al dilema de corregir sus planillas, en pos de mantener una buena convivencia, o arriesgarse al enojo del funcionario

El pedido de revisión no hace más que reflejar la enorme preocupación de la Casa Rosada por ganar, acaso, una de las más difíciles contiendas de cara a lo que viene: la guerra de las expectativas.

En otras palabras, muestra la intención de derribar el clima de escepticismo que han ido instalando ya no los economistas K, sino aquellos otros más cercanos a las ideas que pregona el Gobierno. 

Los ansiados "brotes verdes" sólo aparecen en algunos sectores y, para peor, no están aflorando al ritmo que requerido para dar batalla en otro frente, el de las urnas, que en apenas cinco meses decidirán cómo y de qué forma seguirá el gobierno de Macri.  

Cada crítica, cada pronóstico negativo, cada estimación "mala onda" debe ser contrarrestada con anuncios positivos en diversos renglones de la actividad. 

Esta estrategia quedó más en evidencia luego de la llamativa divulgación, por parte del Palacio de Hacienda, de un "paper" con estadísticas que refieren a una mejora de la actividad

El documento (que recopila 23 indicadores económicos) no forma parte de los informes oficiales del ministerio, sino que fue preparado especialmente para los medios periodísticos.

Por lo pronto, muestra una supuesta reactivación en diversos rubros que hasta ahora venían postergados, como el consumo en los supermercados y shoppings.

Quienes lo recibieron se mostraron sorprendidos por el contraste entre ese optimismo y las proyecciones de los principales analistas del mercado. 

Incluso, resulta discordante con el relevamiento que realiza el propio Banco Central entre 50 consultoras, que arroja una media de inflación del 21% y un crecimiento del PBI del 2,7%, pronósticos que se alejan de la meta gubernamental del 17% y 3,5% respectivamente.

Brotes, pero de críticas

La ofensiva para mostrar una "historia oficial" del panorama económico se enmarca en una campaña electoral que día a día va ganando en intensidad. 

Además, deja en evidencia la urgencia del Gobierno por comenzar a mostrar resultados que hasta ahora la realidad le ha venido negando.

Bajo este contexto se entiende también el enojo de algunos funcionarios con varios de los economistas más influyentes de la city porteña, que no se cansan de disparar munición gruesa contra el Gobierno ante la falta de resultados. 

Entre los blancos de esas críticas aparece el agujero fiscal y la ausencia de medidas que aseguren el cumplimiento de las metas planteadas por Hacienda. 

En cuanto al primero, parte quedará camuflado por el blanqueo. Pero, para 2018 -cuando ese ingreso ya no esté- se hará cuanto menos difícil bajar el déficit del 4,2% al 3,2% del PBI.

Economistas de perfil ortodoxo vienen siendo muy críticos del actual rumbo económico. 

Dentro de este grupo aparecen Ricardo López Murphy, Domingo Cavallo, Miguel Angel Broda o Rodolfo Santángelo, socio de Carlos Melconian. Todos ellos, además de ser muy escuchados por inversores, son referentes para sus colegas.

López Murphy es muy elocuente en sus apreciaciones. Describe como "endeudamiento brutal" a la actual estrategia de tomar dólares en los mercados para evitar un ajuste en las cuentas públicas. 

"No puedo seguir el razonamiento de Macri de no mostrar qué se va a hacer después de octubre. Es claro que no se puede mantener mucho tiempo más un desequilibrio tan grande como el que tiene hoy día la Argentina", afirma.

En diálogo con iProfesional, Santángelo también se muestra muy crítico: "Noto una inacción total. Este año podría cumplirse la meta del déficit pero sólo gracias al blanqueo. El problema es que este régimen es por única vez". 

"El Gobierno prometió achicar el rojo tanto el año que viene como el siguiente. Para lograrlo tendrá que hacer algo, no puede seguir así", añade.

Para el titular de la consultora MacroView, en la medida en que esto no se concrete, el mercado irá perdiendo su confianza, con todo el riesgo que esto implica, y que va más allá de exigirle una tasa más alta.

¿Tan grave es el panorama como para que los economistas formulen semejantes vaticinios? 

No son pocos los que creen que los números oficiales disimulan la verdadera gravedad del tema, ahora tapada en parte por la entrada del blanqueo.  

El economista Federico Muñoz, quien sigue al detalle la evolución de las distintas variables económicas, da cuenta de una cifra para mostrar cómo el Gobierno está embarcado en una política fiscal netamente expansiva

"El gasto primario creció a una tasa anual de 39% en febrero. Es decir, ocho puntos más que la inflación", indica.

En tanto, desde Muñoz & Asociados identifican algunos ítems en los que aparecen incrementos que se ubican muy por encima del índice de precios:

-Jubilaciones: creció 45% anual en el período, producto de la fuerte influencia de la reparación histórica

-El resto del Gasto Social (asignaciones y planes varios) también se elevó un 45% interanual

-Las Transferencias Corrientes al Sector Público (Provincias y Universidades) se engrosaron nada menos que un 100% anual

"La Casa Rosada lubrica la relación con los gobernadores a puros golpes de billetera", expresa Muñoz.

"El gasto primario -que a inicios de la era kirchnerista rondaba el 12% del PBI- ya se encuentra en el equivalente al 24,2%", completa. 

Santángelo hace referencia a desajustes que se irán notando con el paso del tiempo: "El cumplimiento de este año está descontado, aun cuando haya que patear algunos pagos por la obra pública a finales de este año". 

"El tema será el 2018, ya que un punto del PBI equivalen a $80.000 millones. Hoy no se ve la manera en que el Gobierno vaya a poder cumplir con sus promesas", asegura iProfesional.

Enojos en los pasillos ministeriales

Dudas de este tenor ya se instalaron en una campaña electoral que va ganando en intensidad. 

Desde el kirchnerismo interpretan que esta presión que surge de los sectores más ortodoxos se transformará, más temprano que tarde, en más ajustes que llegarán a la población luego de tras las elecciones de octubre.

En el Gobierno lo niegan y refutan teorías de este tipo, como también las de economistas de otro perfil, como Broda, López Murphy y elenco. 

"Melconian pide un ajuste, pero cuando fue funcionario aprobó una paritaria bancaria muy por encima de lo que el Estado puede afrontar", se queja un funcionario. 

La fuente, con despacho en el primer piso de la Casa Rosada, afirma que una cosa es gritar desde afuera y otra cuando se tiene responsabilidades.

"Lo mismo Broda: asustaba a sus clientes con un dólar de $20 en el año 2002. Hoy, 15 años después, ni siquiera llegó a ese nivel. Lo peor es que sus clientes le siguen prestando atención y le pagan por sus servicios", añade sin ocultar su enojo.

Al pasar, el hombre de la Rosada revela un dato a tener en cuenta para lo que viene: "Estamos convocando a economistas de entre 35 y 45 años. A profesionales que no estén contaminados por las viejas ideas y encerronas que terminaron mal en la historia económica argentina".

Al funcionario, de gran trayectoria en el sector privado (que al igual que otros de sus colegas está haciendo sus primeras experiencias en el Estado), se lo nota convencido del actual rumbo: "No hay que generar falsas expectativas ni dejarse amedrentar por los opinólogos de siempre". 

"Sí, en cambio, se debe avanzar de a poco. La credibilidad se gana día tras día. Vamos a ganarles la pulseada a los monstruos de la city", expresa.

En las planillas oficiales figura que el 56% de los gastos del Estado corresponde a jubilaciones, pensiones y erogaciones del PAMI

También, que los subsidios a las empresas de servicios públicos se dirige tan sólo el 10% del total y que el resto son sueldos de estatales.

Por lo pronto, el recorte del gasto luce más rígido de lo que el Ejecutivo quisiera, admiten desde el Palacio de Hacienda. Reconocen que será difícil cumplir con las metas pero que lo importante para los tiempos que corren es mantener la calma.

"Si en algún momento se incumplen las proyecciones, habrá que corregir de a poco. Hay margen para hacerlo, no nos vamos a dejar presionar", insiste.

En el Gobierno están convencidos de que tienen que ganar la batalla de las expectativas y se preparan para darle todo tipo de respuestas a todos aquellos que los vayan a correr por "izquierda" y por "derecha".

El análisis de cómo queda el terreno político para la posterior toma de decisiones será parte de otro capítulo. Pero éste comenzará a escribirse una vez superado los comicios.

Temas relacionados