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Efecto Temer: se desvanece el poder del presidente de Brasil y Macri redefine su estrategia de polí­tica externa

Efecto Temer: se desvanece el poder del presidente de Brasil y Macri redefine su estrategia externa
19/05/2017 - 10:30hs
Efecto Temer: se desvanece el poder del presidente de Brasil y Macri redefine su estrategia de polí­tica externa

La crisis política terminó por explotar en un Brasil ahogado por un escándalo de corrupción que ya salpicó a más de 1.800 políticos y que ahora debilita a un golpeado gobierno de Michel Temer. 

“Se terminó su ciclo, políticamente está acabado”, afirma a iProfesional el analista Jorge Castro, una conclusión que comparten muchos analistas. 

La conferencia de prensa del mandatario, en la que no respondió preguntas, poco sirvió para llevar tranquilidad 

El tono enérgico con el que negó estar implicado en un caso de corrupción y con el que dejó en claro que no pensaba renunciar no fue suficientes para ponerle un freno al desmoronamiento de su ya castigada imagen y al descrédito que reina en el mercado. 

El dólar se disparó 8%, alcanzando la mayor suba diaria desde 1999, en tanto que el Bovespa se desplomó cerca de un 9%. 

Además, mientras comenzaban a filtrarse los primeros audios de Temer en los que supuestamente avala un mecanismo de coimas frente a uno de los propietarios del gigante frigorífico JBS, grupos opositores salieron a las calles para manifestarse en contra del mandatario. 

En su breve alocución, el jefe de Estado intentó acertarle a la “fibra sensible” del mercado y le habló a los pocos sectores de la sociedad que todavía lo apoyan. 

Citó la mejora de los índices de inflación, habló de los datos positivos respecto de la generación de empleo y de las cifras que están evidenciando la recuperación de la economía

“Todo esto creó la esperanza de que vendrán días mejores. Estaba volviendo el optimismo y las reformas avanzaban en el Congreso. No podemos tirar a la basura tanto trabajo hecho por el país, cuando justo se está saliendo de la recesión”, disparó Temer. 

Así, en su mensaje explicitó la idea de que si él cae, también caerán las reformas que están en camino y que entonces no habrá recuperación económica posible. 

Si bien pidió celeridad para que la Justicia investigue “cuanto antes” las acusaciones de coimas para limpiar su nombre, el discurso del presidente tuvo un tono de reproche, como si se estaba desperdiciando elmomento para sacar al país del pantano. 

Pero ahora, la preocupación del jefe de Estado –cuya gestión es sólo apoyada por un 4% del electorado-, es aferrarse al cargo, en un momento en que está siendo sacudido desde diversos frentes: 

-Agrupaciones opositoras, especialmente desde el PT de Lula, están saliendo a exigir juicio político, en una suerte de “vendetta” tras la caída Dilma Rousseff

-En paralelo, la Corte Suprema está instruyendo al procurador general para analizar las pruebas y, en función de ello, avanzar con una investigación por el supuesto caso de corrupción en el caso JBS. 

-A esto se suma que el 6 de junio, el Tribunal Superior Electoral reanudará el juicio en el que se investigarán maniobras financieras ilegales en la campaña presidencial de 2014. Como Temer fue vice de Rousseff, una sentencia desfavorable anularía el resultado de esa elección y caería el actual gobierno. 

Así, la renuncia, la convocatoria a elecciones indirectas, el juicio político o el llamado a comicios directos anticipados, son todas las alternativas que se presentan. 

Para Castro, de darse el último cuadro, "el expresidente Lula está bien posicionado en la carrera", lo que podría significar el regreso del PT.  

Sin embargo, no todo es tan lineal. Desde San Pablo, el analista Gustavo Segré aclara que, frente a cualquier revés judicial, Temer podrá apelar y estirar la definición hasta fines de 2018, cuando culmine su mandato. 

Claro que, aun cuando encuentre “vericuetoslegales para estirar su permanencia en el poder, Temer enfrenta otro riesgo: la pérdida de apoyo político, “lo mismo que le sucedió a Dilma y que la hizo caer", señala. 

Por lo pronto, el PSDB -principal aliado del PMDB de Temer-, está analizando dejar la coalición

Además, el mandatario ya está sufriendo una sangría dentro de su gabinete: este jueves, el ministro de Ciudades de Brasil y el titular de la cartera de Cultura, dieron el portazo. Y no se descartan nuevas dimisiones. Esto, claramente, le quita un sostén vital para seguir en el poder. 

El plan económico, en riesgoPara Segré, esta crisis política tendrá impacto inmediato en las reformas que la administración Temer está tratando de conseguir en el Congreso y que representan el corazón de su plan económico.

El gobierno busca una nueva ley jubilatoria para -argumentan los funcionarios- salvar al régimen de la quiebra a la que pueden llevar su abultado déficit. Esto ayudaría a apalancar tanto la recuperación de la actividad como la generación de empleos, en tiempos en que más de 13 millones de personas están sin trabajo en ese país. 

Sin embargo, para Segré, “todas las reformas que se estaban negociando y que buscaba Temer, pasaron a un segundo plano. Ahora, los diputados y senadores están más preocupados por salvar su pellejo. Por eso es que, a nivel parlamentario, va a demorarse todo”. 

El problema es que estas reformas venían siendo exigidas por el empresariado, corporizado en la Federación de Industrias de San Pablo (FIESP), desde donde vienen condicionando un futuro crecimiento a cambios profundos en el sistema laboral y previsional. 

Cabe destacar que la economía vecina viene de caer 3,8% y 3,5% en los últimos dos años. Y, para este 2017, la previsión oficial marcaba una tasa de variación del PBI de apenas 0,5%. 

Si bien por ahora no hay apuro por revisar la meta, la realidad es que el consenso entre analistas es que hoy todas las variables empujan hacia abajo

“Hay una manera de describir la situación en Brasil. Y es que es un país que está paralizado en términos políticos y económicos. Lo más previsible que hay que esperar es un freno en la actividad. Esto los golpea a ellos, pero también a nosotros”, resume Castro. 

En la misma línea argumentativa, Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, sostiene que el primer cuatrimestre del año se había comenzado a ver una luz al final del túnel, con un crecimiento interanual del 1%. 

Sin embargo, su visión es que en tanto y en cuanto se profundice la crisis política, el crecimiento no será sostenible

“Cuando hay tanto ruido, se frenan las decisiones de inversión, se ve afectado el crédito y se genera una retracción de la actividad. Y esto claramente castigará a las exportaciones argentinas”, es su diagnóstico. 

A las voces que advierten por el "efecto derrame" desde lo político hacia el clima de negocios se suma la de Jorge Taiana, diputado y vicepresidente del Parlasur, quien advierte que el proceso de recuperación, que “lleva dos años de fuerte recesión”, a partir de ahora va a ser más difícil, lento y penoso.

“Lo que sucede tiene un efecto inmediato sobre las posibilidades crecimiento de nuestra economía, ya que Brasil es el principal destino de nuestras exportaciones”, completa. 

Con la mirada en el dólarLa suba del billete verde en el mercado brasileño generó alerta, especialmente entre los empresarios argentinos, que vienen sufriendo un agravamiento de la competitividad cambiaria

Tras registrar el mayor incremento diario en casi dos décadas, la postura de los analistas está divida respecto de lo que pueda pasar con el billete verde en ese país. 

Eduardo Crespo, politólogo y docente de la Universidad Federal de Río de Janeiro, es de los que descarta una brusca devaluación porque el Banco Central vecino cuenta con abultadas reservas, que superan los u$s375.000 millones. 

En cambio, Arnaldo Bocco, ex director del BCRA, considera que no hay que suprimir la tesis de un “drástico cambio de las posiciones económicas”. 

En concreto, alerta que si se confirma un debilitamiento del real, la Argentina podría sufrir una presión de magnitudes similares a las del fin de la convertibilidad, agravado por el atraso cambiario y la apertura económica

En tanto, Elizondo considera que podrá haber una reversión de flujo de capitales en Brasil: "El año pasado tuvieron un ingreso cercano a los u$s50.000 millones. Es muy difícil que esto se repita y si el dólar sube, nos volveremos menos competitivos”. 

Anticipan déficit comercial récord

Este cuadro, bajo la visión de los expertos, sólo conduce a un escenario: el de la caída de las exportaciones

La foto actual no es muy alentadora: en abril, los envíos hacia ese mercado se contrajeron un 10%. En total, se despacharon productos por u$s700 millones, el peor registro para ese mes en once años. 

Como contrapartida, las importaciones se dispararon un 30%, tocando el máximo nivel para dicho período desde 2013. 

Desde la consultora Ecolatina advierten que esta pobre performance no sólo obedece a la debilidad propia de la economía brasileña, sino también "a nuestra apreciación cambiaria, que nos hace menos competitivos". 

Esto está llevando a que el peso de la Argentina en el total importado por Brasil haya retrocedido hasta un share del 6,5%, “la peor participación –para ese mes- desde el año 2000”, agregan. 

Como consecuencia de estas fuerzas opuestas, el déficit bilateral se disparó casi 150% y todo indica, para Segré, que el rojo de la balanza se profundizará aun más hasta marcar un récord histórico

“Nos encaminamos a cerrar 2017 con un saldo de la balanza comercial negativo, del orden de los u$s7.000 millones”, apunta el experto, en diálogo con iProfesional

Considerando que el año pasado el rojo había sido de u$s4.640 millones, este escenario implicaría un salto del 50%, en contra de la Argentina. 

"La recuperación de Brasil es muy limitada. Le estamos comprando productos que se consiguen en la Argentina. Son una competencia muy fuerte y por eso el saldo comercial es muy negativo", agrega Bocco. 

En cuanto a los sectores, para Elizondo, un mayor temor entre los consumidores brasileños impactará en menores compras de productos de alto valor, como vehículos.

En el primer cuatrimestre, las terminales nacionales exportaron a ese país apenas de 34.600 unidades, la peor marca en más de una década y que implica un derrumbe nada más y nada menos que del 70% frente al récord de 2011

Pero también hay otros sectores que, bajo la óptica de Elizondo, “la pasarán mal si se complica la situación política y económica en Brasil”, como los exportadores de químicos, manufacturas siderúrgicas y plásticos, por nombrar algunos. 

Macri, “recalculando” Fuentes de Cancillería informaron que, en la previa a la llegada a Japón, Macri y su delegación analizaron la crisis en Brasil

El primer referente del Gobierno en hacer referencia al tema fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien reconoció la "preocupación" por lo que sucede en el país vecino. 

"Brasil está es una situación que afecta la recuperación económica que se estaba dando en los dos países”, recalcó el funcionario, quien además atribuyó la suba del dólar en el plano local a que "siempre es refugio de valor en momentos de incertidumbre como estos". 

Para Segré, “aun cuando esté desprestigiado y esté complicado judicialmente, Temer es el presidente que más conviene desde la óptica de la Argentina”. 

El analista advierte que los peores momentos de la relación se dieron cuando hubo un congelamiento virtual entre ambas naciones, como cuando Dilma entró en su ocaso político, justo antes de ser destituida. 

En materia bilateral, otorga cierta previsibilidad el hecho de que los dos países firmaron un acuerdo automotor que estará vigente hasta 2020. 

Pero los expertos señalan que la crisis política se da en el peor momento para el Mercosur

“Esto es muy negativo para la estrategia de internacionalización planteada por el macrismo, que se propuso avanzar en el acuerdo de libre comercio entre el bloque y la Unión Europea. La expectativa del Gobierno es avanzar cuanto antes. Pero la foto de hoy hace muy difícil pensar en un pacto”, afirma Elizondo.  

El ex director de Fundación ExportAr remarca además que, a partir de julio, recaerá sobre Brasil la presidencia pro témpore del Mercosur

Sin embargo, una profundización de su crisis generará que “no haya avances y que sea un valioso tiempo perdido”, señala. 

Cabe destacar que hace pocos días, Macri recibió al flamante canciller brasileño, Aloysio Nunes Ferreira, con quien coincidió en la necesidad de “consolidar una estrategia bilateral y avanzar en el acuerdo comercial entre el bloque y la UE”. 

Frente a este cuadro, Elizondo considera que podría forzarse una situación de “wait and see” en la relación bilateral, obligando a la cartera que conduce Susana Malcorra a acelerar uno de los pocos pactos en carpeta que puede concretar de manera independiente: el de México, con el que se negocia una baja de aranceles. 

En paralelo, fuentes cercanas a Producción reconocen bajo estricto off the record que este cuadro no hará más que reforzar la búsqueda de nuevos mercados para los vehículos argentinos, instancia que sólo pueden lograrse con aval del Gobierno

Por lo pronto, el macrismo logró sellar un acuerdo con Colombia para exportarle un total de 100.000 vehículos en cuatro años, un negocio que representa más de u$s2.800 millones. 

“Estamos trabajando con nuevos socios para que las automotrices puedan diversificar mercados”, apunta la misma fuente. Por caso, están en plenas conversaciones con naciones de África, donde existe una fuerte demanda de pick-ups. 

También buscan aumentar los envíos a destinos no tradicionales, como Centroamérica (en el primer cuatrimestre compró 5.500 unidades, 17 veces más que entre enero y abril de 2016) y Australia y Nueva Zelanda (alza del 80%). 

Para Elizondo, “mirándolo en términos `egoístas`, la Argentina hoy queda como el país con más brillo de la región, frente a los ojos de las potencias del mundo”. 

El excelente feedback con Trump, los resultados que está arrojando el relanzamiento de la alianza con China y las inminentes cumbres de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y del G-20, que se desarrollarán en Buenos Aires, marcan el buen momento político de la agenda internacional macrista. 

Sin embargo, el experto advierte que, “para la región, lo de Brasil es muy negativo, porque a nadie le conviene vivir en un vecindario con problemas, que ya viene demasiado convulsionado por la crisis en Venezuela”.

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