El periodista Jorge Lanata hizo público un dato de su vida personal que retumbó en la opinión pública este martes por el carácter sorpresivo de la noticia: hace apenas algunos meses descubrió que es adoptado.

"Tenía cincuenta y cinco años cuando me enteré. Toda mi vida pensé que mi vínculo –¿mi necesidad?– con el periodismo tenía que ver con una enfermedad de mi madre, víctima de un tumor cerebral que lesionó su centro del habla: ella no podía hablar. Mamá no podía responder, yo preguntaba", relata el fundador de Página 12 en su próximo libro, titulado "56", que saldrá a la venta próximamente.

"Ahora sé que ella no era ella, o sí lo era pero de otro modo, y que mis preguntas intuían un secreto que busqué sin proponérmelo, casi toda mi vida. Si ‘ellos’ no era ellos, yo ¿era yo? La pregunta es idiota", continúa Lanata.

"Lo primero que pensé cuando lo supe es que las largas manos de pianista de Bárbara, mi hija mayor, no venían de las manos de mi mamá", reconoció el conductor de Periodismo para Todos.

"Hasta este momento –sigue el periodista–, en que lo saben miles, cinco o seis personas supieron de mi condición: Sara, Bárbara, Margarita, Andrea, Martín y Patricio".

"Releo estas líneas y es evidente un tono trágico que no me empeño en darles: ese tono esta noche vive en mí. No sé cómo podría ser para ustedes descubrir, en plena madurez, que muchas de sus respuestas se convierten en preguntas: la mayoría de ustedes saben de dónde vienen", remata Lanata.

El periodista se refirió al tema en su programa "Lanata sin Filtro", de radio Mitre, donde advirtió: "Voy a hacer sólo cuatro notas para hablar del libro y punto. Todas las referencias personales del libro están en el libro. Todo lo que tengo para decir de eso, es lo que ya escribí. En serio, no tengo nada más para decir".

Además, indicó que no convertirá el tema personal en el eje de la publicación.

"Si se transforma solo, ¡jódanse! O sea, no me importa. No es una cosa que yo vaya a estimular. ¿Tengo derecho? ¡Por supuesto! Tengo derecho a eso, a no hablar de nada, a no hacer ninguna nota, no tengo ninguna obligación. Yo digo hasta que se me canta y si no, no digo", concluyó el periodista, quien en marzo de 2015 recibió un trasplante cruzado de riñón, momento en el que se habría enterado de que era adoptado.