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Mercado Libre, un sorpresivo aliado del Gobierno: el e-commerce atenúa la caí­da del consumo
30/05/2017 - 11:07hs

Castigado por las estadísticas negativas, irritado por las críticas, ansioso porque aparezcan más datos que confirmen que la recuperación es firme.

Así está hoy el equipo económico del Gobierno. El mismo que está encontrando una fuente de alegría en el lugar menos sospechado: el comercio electrónico.

Ocurre que en ese canal de ventas no solamente no se verifica la misma tasa de caída que acusa el consumo. Sino que, por el contrario, se observa un vigoroso crecimiento.

La tendencia es tal que, año tras año, esta modalidad de compra está desplazando a las tradicionales en la preferencia de los argentinos.

En el círculo de asesores del ministro Nicolás Dujovne están convencidos de que el nivel de consumo está por encima de lo que mide el Indec. No porque sospechen de engaños por parte del instituto oficial. Nada es eso.

Los funcionarios consideran que los actuales indicadores han ido quedando obsoletos a la hora de medir la verdadera temperatura del consumo.

Dicho de otra forma: que el organismo se quedó "corto" y está muy limitado al testear el nivel de demanda por parte de los argentinos. En definitiva, sentencian que ese "desacople" con la realidad termina por no reflejar lo que sucede en la economía, en medio de las críticas por los fríos números de la actividad. 

Uno de los momentos clave para tener conciencia del peso que está teniendo el e-commerce en el país fue el reciente Hot Sale -y su versión extendida, el Hot Week-, que superó su marca del año pasado, de la mano de 1,2 millón de transacciones, una cifra que superó la previsión de los organizadores.

No sólo eso: por los tres días de Hot Sale se facturaron $3.446 millones, un 33% más que el año pasado.

Una de las principales cadenas de electrodomésticos admitió, en diálogo con iProfesional, que vendieron el doble que en las jornadas de ofertas de 2016.

El director comercial de esta cadena de retail señaló además que hubo dos variables que se combinaron para que se termine dando este nivel de demanda:

-Una baja de precios real: pese a las críticas de usuarios a través de las redes sociales, el directivo afirmó que "en algunos productos masivos, como televisores y algunas notebooks, llegamos a reducir a cero nuestro margen, con tal de quebrar stock". 

-La mayor adaptación y confianza del público hacia los canales electrónicos: un aspecto interesante es que más de la mitad del tráfico en los sitios que participaron del Hot Sale provino de teléfonos celulares. 

El dato claveDesde el punto de vista de los funcionarios, esta situación confirma la sospecha de que los nuevos hábitos de la población al momento de comprar no obedecen a una mera actitud defensiva por un momento de recesión sino que, más bien, son el reflejo de un cambio estructural, ligado a una cultura de consumo.

Los técnicos de Hacienda se basan en un dato clave al hacer esta afirmación: el balance de Mercado Libre, plataforma pionera del comercio electrónico en el país, con fuerte expansión regional, que se ha transformado en una de las empresas argentinas de mayor crecimiento en facturación y valorización bursátil.

El dato no pasa desapercibido para los "Dujovne's Boys", como así tampoco a los inversores de Wall Street: Mercado Libre reportó un fuerte incremento de sus ventas durante el primer trimestre del año.

El anuncio forma parte de su último balance, presentado a los inversores en la Bolsa de Nueva York.

De acuerdo con ese registro, el volumen de negocios de la compañía creció el 58% (en pesos) entre enero y marzo último, en comparación con el primer trimestre de 2016.

Esto significa que, en términos reales (descontada la inflación interanual), sus ventas se elevaron un 21%.

Como contrapartida, la de los grandes supermercados registraron un deterioro "real" del 15% en ese mismo lapso.

El balance corporativo es revelador de la expansión que, en forma exponencial, tiene el comercio electrónico. El alerta, en todo caso, es para las autoridades, ya que se trata de una realidad que se le escapa al Indec.

El año pasado, las ventas a través de Mercado Libre totalizaron casi u$s8.050 millones en los países en los que la empresa tiene presencia. Sus principales plazas son Brasil, Argentina, México y Venezuela.

En ese mercado global, la Argentina acapara el 31% de las ventas.

De allí se desprende que las operaciones en el país alcanzaron los u$s2.503 millones. El equivalente a unos $38.000 millones al tipo de cambio promedio del año pasado.

En ese monto se excluyeron -según está planteado en el balance de la compañía-, las ventas de vehículos e inmuebles.

Para tener una idea de la creciente injerencia del comercio electrónico sobre el consumo total, basta saber que la facturación de Mercado Libre, el año pasado, equivalió a cerca del 15% del total registrado por las cadenas de supermercados.

El fenómeno asombra a los especialistas: hay que tomar en cuenta que es la comparación de un solo canal electrónico contra las más de 2.000 grandes bocas de expendio, relevadas por el Indec en todo el país.

Una revolución en el changuito

A esta foto panorámica -que surge de los datos publicados tanto por la compañía como por el organismo oficial- hay que añadirle los últimos números, que señalan el mencionado crecimiento del 58% en las ventas realizadas por la plataforma de e-commerce durante el primer trimestre del año.

Para tener una perspectiva todavía más amplia del acelerado cambio de hábitos en el consumo que observan por estas horas desde el Gobierno, vale destacar que por la vía electrónica el año pasado se vendieron $102.000 millones, de acuerdo con la cámara del Sector (CACE). Ese monto equivalió al 1,2% del PIB.

El último "Hot Sale" fue una verdadera muestra del envión del comercio por Internet. Alcanzó ventas totales por $3.450 millones (33% más que en 2016).

Para tener una aproximación más "palpable" del boom, basta saber que se despacharon 5 celulares, 6 pares de zapatillas, 4 televisores, 3 aires acondicionados y una notebook, en promedio y por minuto durante los tres días que duró la feria digital.

De acuerdo con datos de Mercado Libre, las categorías más visitadas fueron celulares, calzado, televisores, electrodomésticos e indumentaria. 

El Gobierno puso especial atención en la última edición del Hot Sale, de la que participaron las 350 marcas más representativas del negocio del retail. Básicamente porque sus ventas no forman parte de ninguna medición oficial.

Es decir que quedan de lado a la hora de los análisis ya que, para formularlos, sólo se tienen en cuenta aquella estadística que distribuye el Indec o los distintos Ministerios y, a lo sumo, alguna de las cámaras sectoriales.

Es otro caso típico de "discriminación estadística", tal como ya ocurre con los mayoristas, esas tiendas que hasta hace poco tiempo eran visitadas exclusivamente por los autoservicios y almacenes barriales pero que ahora, en especial los viernes y sábados, ven sus salones virtualmente abarrotados por compradores minoristas.

Se trata de un público que, desde la década del ‘90, había sido absorbido por las cadenas de supermercados y que últimamemente mudaron sus compras a este tipo de superficies

El público concurre a los mayoristas para ahorrar entre 20% y 40% en sus compras, dependiendo de los rubros y de las promociones que los supermercados suelen realizar los fines de semana, que cada vez son más agresivas y a veces se extienden a cuatro días.

La expansión de estas grandes superficies ha sido notable. El fenómeno es muy reciente: de acuerdo con un relevamiento de la consultora especializada en consumo Kantar WorldPanel, en 2013 ese canal concentraba el 4,4% de las ventas globales del consumo masivo.

Ahora, tan sólo cuatro años después, ya concentran el 9,3%. 

La expansión es importante: los mayoristas duplicaron su inserción en la comercialización de lácteos, productos de almacén, bebidas y en artículos para el cuidado personal y del hogar.

Justamente, los rubros donde se suelen hacerse fuertes las cadenas de supermercados.

El boom de los mayoristas contrasta con la retracción que sufrieron las cadenas minoristas (hipermercados y supermercados), que perdieron una porción del mercado que atendían.

De representar el 41,2% de las ventas de productos básicos el año 2013, ahora cayeron al 34,1%. Hace un año alcanzaban al 38,2%. 

Según el Indec, $8 de cada $10 vendidos en los híper y supermercados corresponden a alimentos, bebidas y artículos de higiene y limpieza.

En sus mediciones, el organismo oficial sólo toma en cuenta las sucursales de todo el país de cadenas como Carrefour, Coto, Jumbo o Disco, entre otras. Pero deja de lado a mayoristas como Maxi Consumo, Vital o Diarco, que hoy en día son las "vedettes" del mercado.

Este acelerado y rotundo cambio en la manera en que los argentinos hacen sus compras también se ve plasmado en el e-commerce, ya sea en el Hot Sale o habitualmente a través de Mercado Libre. Y puso en alerta a los funcionarios. 

El Gobierno sigue de cerca estas cifras y pretende que el Indec las releve cuanto antes, porque entiende que hay una parte de la demanda que no está siendo contemplada

Es decir que hay datos positivos que los funcionarios se están perdiendo de mostrar como síntomas claros de la recuperación.  

En este sentido, el viceministro de Hacienda, Sebastián Galiani, considera que si se observan al detalle las "cuentas nacionales", donde quedan relevadas absolutamente todos los movimientos de la economía, el nivel de consumo está por arriba de lo que mide el Indec con su actual metodología específica. 

Esta "falta de representatividad" estadística tiene -según el Gobierno-, implicancias políticas ya que deja de lado la parte, si bien minoritaria, más dinámica del consumo.

Por eso mismo, el Indec ya está trabajando para incorporar las nuevas tendencias a sus mediciones regulares.