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Interactuar con mascotas tiene un efecto comprobado en la reducción del estrés. Entonces, ¿qué tal si se las suma al espacio de trabajo cotidiano?
02/06/2017 - 17:19hs

Cuando uno vive en una ciudad apiñada, donde el espacio no sobra, como Tokio, tener una mascota se convierte en un lujo que no muchos pueden darse.

Los edificios usualmente tienen normas que prohíben los animales, así que una de las maneras en que los habitantes de esa ciudad consiguen su dosis mascoteril es mediante la visita a "cafés de gatos".

Es lindo dar sorbos a una bebida al tiempo que se acaricia a un lindo gatito, pero uno se puede quedar allí por siempre. ¿Qué hacer, entonces, durante el resto de las horas del día que transcurren sin gatos?

Una empresa en Japón descubrió la solución: están llevando la suave experiencia de los cafés de gatos a la oficina, al llenar el lugar de trabajo con adorables entes peludos.

La oficina gatuna es un invento de Ferray Corporation, un negocio de soluciones para Internet, que principalmente se encarga de la construcción de páginas web, desarrollo de aplicaciones y otros trabajos en el área IT.

La compañía posee nueve felinos "rescatados", a los que se les permite circular por la oficina libremente, además de dormir donde les plazca y provocar algún que otro simpático problema. Pero, a fin de cuentas, contribuyen a aliviar el estrés de los empleados humanos.

Por supuesto, los gatos a veces pueden ser bastante pícaros. Aparentemente, apagan computadoras accidentalmente, muerden los cables de red, arañan las paredes, rompen algún que otro papel y, por supuesto, ponen su sello en el código de programación al caminar sobre los teclados.

Cuando los clientes visitan el lugar, los gatos tienen el hábito de explorar el contenido de sus carteras, generalmente tras haberse metido dentro.

Algunos de ellos acuden sin falta a las reuniones más importantes, en las que pasan un buen tiempo dormidos sobre la mesa.

Los empleados afirman que a pesar de las molestias menores, los gatos son un aporte positivo.

De hecho, la comunicación en la oficina se incrementó dramáticamente, porque los gatos son un tema que une a los empleados, además de reducir el estrés de todos.

Simplemente, señalan desde la empresa japonesa, es imposible estar enojado con un gato que está cerca con un juguete o persiguiendo un láser.

Las políticas pro-mascotas de la empresa no terminan en los nueve gatos. Los empleados son alentados a llevar sus propios gatos a la oficina. Y si no los tienen, se les asigna un pago de 5.000 yenes (u$s42) por mes como "bono felino" para quien adopte uno en busca de hogar.

Puede sonar loco, pero Ferray no es la única compañía que lleva adelante una campaña de "recursos gatunos". Otra empresa, que se especializa en alimentos para mascotas, Mars Japan Limited, también motiva a sus trabajadores para lleven sus gatos a la oficina.

La cuenta de Twitter de Ferray está casi completamente dedicada a los gatos de la oficina y tiene más de 10.800 seguidores.

Tras su éxito, queda por verse si será imitada por empresas de otras partes del mundo.