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Los empresarios destacan la necesidad de una reforma tributaria de fondo, un antiguo reclamo del sector                                             
04/06/2017 - 08:45hs

Según las estimaciones del Ministerio de Hacienda y Finanzas, las primeras lluvias de inversiones no tendrán lugar sino hasta 2019.

Sin embargo, hay quienes no comparten esta visión. Sobre todo teniendo en cuenta que en el ranking del Banco Mundial que mide la tasa de impuestos totales que las empresas pagan como porcentaje de sus ganancias, Argentina está en el segundo puesto, con un nivel de casi un 140% sobre los beneficios, de acuerdo con Iván Carrino.

En otras palabras, cualquier compañía que busque operar en el país debe enfrentar el pago de una tasa del 35% a las Ganancias. El gravamen es de los más elevados del mundo, por encima de países como Brasil, Australia y México, y lejos de los más competitivos como Estonia, Singapur o Irlanda.

Por lo tanto, una firma no cuenta con incentivos fiscales para invertir en el país.

Además del Impuesto a las Ganancias, cualquier compañía debe considerar, como mínimo, otros 8 tributos distintos, entre los que se encuentran:

- Ganancia Mínima Presunta

- Bienes Personales

- Impuestos Internos

- Impuesto al cheque

- Ingresos Brutos

- Impuesto de Sellos

- Tasas Municipales

Con semejante presión tributaria, es difícil que el país genere el shock de inversiones que promete. Después de todo, los inversores del mundo tienen cerca de 200 naciones diferentes para llevar su dinero y emprendimientos.

Para que no se trasladen a otro país, Carrino señaló a Inversor Global que lo ideal sería reducir la carga tributaria y aumentar el coraje político, porque para bajar los impuestos sin agrandar el déficit se necesita reducir mucho más el gasto público.

La preocupación de las empresas por la fuerte presión tributaria, que ya está en una tasa efectiva de las más altas del mundo, tiene su caja de resonancia en la División Impuestos de IDEA (Instituto de Desarrollo Empresarial de la Argentina).

Los empresarios destacan la necesidad de una reforma tributaria de fondo, un antiguo reclamo del sector, pero también advierten sobre los riesgos en las actuales circunstancias políticas y sociales del país. El tema cobra relevancia ahora, cuando se sabe que el Gobierno trabaja en un proyecto para encarar el problema.

En el sector empresarial, algunos de los temas que se están discutiendo son: el sistema tributario, la Ley de Coparticipación Federal y la forma de liquidar Ingresos Brutos y tasas Municipales, porque son disposiciones que rigen desde hace muchos años y que a pesar de las sucesivas enmiendas y actualizaciones no responden a las necesidades actuales.

Las empresas plantean que hay un problema político con origen en la situación social. Hoy el déficit fiscal primario, tanto a nivel nacional como provincial, es enorme.

Varias de las 24 provincias y la mayoría de los 2.200 municipios tienen dificultades para pagar los sueldos por falta de recursos, y la única forma que encuentran para obtenerlos es crear nuevos impuestos, contribuciones o tasas, lo que termina aumentando la carga tributaria.

Un punto de comparación interesante es que, en Estados Unidos, por ejemplo, se puede encarar una rebaja del 35% al 15% del impuesto a las Ganancias, generando una merma en la recaudación de u$s2 billones en los próximos 10 años, porque va a compensar esa pérdida de ingresos con nuevos empleos en el sector privado.

Pero en la Argentina, la creación de puestos de trabajo es aún lenta porque las inversiones se demoran, principalmente, por la falta de confianza de los potenciales inversores locales y extranjeros originada en la inseguridad jurídica.

Ahora las expectativas están puestas en los pasos de Andrés Edelstein, ex Socio de PwC Argentina, recientemente designado subsecretario de Ingresos Públicos, bajo cuya responsabilidad está el tema de la reforma fiscal.

Este profesional, al venir del sector privado conoce muy bien la problemática argentina y, además, tiene una amplia experiencia en los sistemas tributarios de todo el mundo.

Reforma tributaria

Los principales puntos que están en agenda para la reforma tributaria, de los que diera cuenta iProfesional, son los siguientes:

1.- Ingresos BrutosEs el gravamen más distorsivo, porque se aplica directamente sobre la facturación de las empresas. El problema principal es que lo aplican las provincias, con lo que cualquier disminución impacta directamente sobre sus ingresos.

La propuesta oficial es que este gravamen sea reemplazado por otros sobre el patrimonio, por ejemplo el inmobiliario o patentes.

La resistencia de los gobernadores a discutir este tema, que es central, para las empresas es muy fuerte. Una alternativa bajo análisis es que se disponga una sustitución gradual del tributo.

2.- Impuesto al chequeFigura tercero en el ranking de la recaudación, pero es sumamente distorsivo y no favorece el blanqueo de la economía.

Este año vence la prórroga respecto a su aplicación, por lo que el Congreso debería renovarlo.

Ya se dispuso que las pymes puedan tomar a cuenta de Ganancias el 100% de este gravamen. Una opción bajo análisis esto se extienda a todas las empresas, aunque también de manera gradual.

Más del 70% de este impuesto queda para las arcas nacionales y sólo se coparticipa en una porción menor.

3. Impuesto a las GananciasSe discutirá el ajuste automático para la cuarta categoría, es decir empleados en relación de dependencia.

De esta forma se buscaría evitar que más asalariados queden alcanzados por el tributo como sucedió hasta el año pasado.

Una de las cuestiones centrales pasará por el 35% de alícuota que deben pagar las empresas, teniendo en cuenta que en muchos casos se está reduciendo esta presión, como Inglaterra y Estados Unidos.

4.- IVAUna opción que se pondrá sobre la mesa es la posibilidad de establecer un IVA provincial.

Además, ya está vigente aunque casi no se utiliza la devolución de 15% para las compras que realizan jubilados y beneficiarios de planes sociales.

La voz de los expertos

En tanto, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas porteño (Cpcecaba) preparó un exhaustivo "paper" en donde los expertos del organismo adelantan los cambios que debería contemplar una reforma impositiva integral.

Al respecto, el presidente del Cpcecaba, Humberto Bertazza, advirtió que "en los últimos años la presión impositiva creció de manera ininterrumpida, convirtiendo a la Argentina en uno de los países de la región con mayor carga tributaria".

"Conscientes de la problemática que genera una superpoblación de gravámenes, y partiendo de la base de que los cambios aislados no son la solución, desde el Consejo se desarrolló una propuesta de cambio integral en el sistema tributario", agregó Bertazza.

A continuación se resumen los puntos sobresalientes de la propuesta del Consejo porteño que constituyen un todo consistente y no pueden ser tomados casa uno aisladamente:

- Impuesto al ChequeEliminar totalmente el impuesto de manera gradual en 5 años.

El primer paso se lo haría aumentando gradualmente el porcentaje que puede computarse como pago a cuenta de otros impuestos nacionales como el IVA, ya que actualmente sólo se permite en los impuestos a las Ganancias y Ganancia Mínima Presunta.

Para evitar desfinanciar al Estado, se considera oportuno que los porcentajes adicionales de pago a cuenta propuestos puedan ser computados exclusivamente contra incrementos nominales en los impuestos determinados con respecto al año anterior. 

Para las Pyme, contempla aplicar un régimen especial por el que puedan computar el 100% del tributo abonado en IVA o Ganancias

Además, contempla incrementar la coparticipación de los fondos que hoy recauda el gravamen.

En la actualidad sólo un 30% de la recaudación integra la masa coparticipable, y las provincias reciben, previo a las detracciones de los regímenes previsionales, un 15%. Por el IVA, por ejemplo, las jurisdicciones provinciales perciben un 45%.

- Impuesto a la RentaSociedades de Capital: aplicar el criterio de integración parcial y crédito parcial al accionista, por el cual se permite como pago a cuenta del accionista una parte del impuesto abonado por las sociedades.

Suponiendo una tasa para sociedades del 25% y del 35% para los beneficiarios del exterior y los accionistas o sucesiones indivisas y un cómputo del crédito impositivo del 21,66%, el total a pagar por las rentas originadas por una sociedad serían del 35% (alícuota máxima vigente), con una carga impositiva distribuida entre la misma sociedad y sus accionistas.

Esta medida terminaría incentivando la reinversión de las rentas. 

Derogar el “impuesto de igualación”.

Quebrantos: permitir dos opciones:

- Mantener de manera opcional el régimen actual, que permite el cómputo de quebrantos por 5 años.

- Aplicar un sistema que no tenga límite de tiempo pero con topes de utilización de los quebrantos respecto de la utilidad gravada (30% ó 50 %).

Amortizaciones de bienes de uso: incorporar al texto legal el elemento de obsolescencia tecnológica a los fines de estimar la vida útil de los bienes.

Posibilitar el recálculo de la vida útil de aquellos bienes en virtud a los cambios tecnológicos o retardos en la afectación a la actividad productiva a la cual sirven.

Permitir la actualización de los importes de las amortizaciones mediante un mecanismo de ajuste.

Admitir un mecanismo de amortización acelerada para las Pyme.

Ajuste por inflación: reinstalar el mecanismo de ajuste por inflación para impedir que se abone Ganancias sobre rentas ficticias.

Admitir el cómputo del interés del capital propio.

Pyme: mantener el régimen simplificado en el corto plazo, con un mayor control sobre la emisión de comprobantes y disponiendo la obligación de registración de operaciones.

- Impuesto a la Transferencia Gratuita de BienesDerogar el impuesto.

- Impuestos InternosRevisar íntegramente los bienes alcanzados por la imposición selectiva sobre el consumo.

Incorporar aquellos bienes cuyo consumo genere impacto ambiental.

- Impuesto al Valor AgregadoUnificar y reducir las alícuotas.

Reemplazar con subsidios explícitos a determinados consumos.

- CoparticipaciónCumplir con el mandato constitucional de establecer una reforma en el sistema de coparticipación (cuyo vencimiento operó en 1996).

Establecer que todos los recursos impositivos, a excepción de los impuestos al comercio exterior y los aportes personales y contribuciones patronales, formen parte de la masa coparticipable.

Lograr una mayor institucionalización de la distribución automática.