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El mercado confía en que en 2019 tendrá un presidente con legitimidad para hacer las reformas y, por esa razón, no le preocupa tanto la crisis
06/06/2017 - 14:21hs

El mercado financiero de Brasil mantiene la calma, pese a la feroz crisis política. El inconveniente es que sólo genera breves interrupciones cuando los precios de los activos se vuelven lo suficientemente atractivos como para cambiar de manos y engordar las cajas, sin levantar sospechas.

Pero no hay que suponer que el mercado demuestra indiferencia, negligencia o apatía al no reaccionar ante la posibilidad de que Michel Temer permanezca en la Presidencia de la República hasta diciembre de 2018.

El resultado de la suma de tres variables autoriza la tranquilidad: la inflación y las tasas de interés en caída y el stock de contratos de swap cambiarios inferiores a u$s28.000 millones, hecho que no se vio durante la crisis política que terminó en el impeachment de la entonces presidenta Dilma Rousseff.

En aquel momento, la inflación estaba en alza, y la tasa de interés también.

Y los stock de swap superaban los u$s100.000 millones, lo que limitaba en gran medida el poder de intervención del Banco Central en defensa del tipo de cambio.

Hoy, los participantes del mercado financiero reconocen que la entidad monetaria tiene amplio espacio de intervención, si es necesario. Esta constatación ya es suficiente para contener, al menos en parte, la saña especulativa.

El mercado mira al año 2019. Confía en que tendrá un presidente con legitimidad para hacer las reformas. "Esto se da por sentado, y, por esa razón, al mercado no le preocupa si hasta octubre de 2018, la presidencia será ocupada por Michel Temer o Rodrigo Maia", comentó un ejecutivo del sistema bancario.

Sugiere que el inquilino del Planalto, en este momento, es una especie de peaje que el mercado tiene que pagar por la comodidad de disponer de un equipo económico cinco estrellas.

La convicción del sector es que el próximo presidente de Brasil será de centro derecha y no otra cosa.

De la actual coalición que apoya al gobierno, se espera que el candidato salga del PSDB o del DEM (no del PMDB), porque la izquierda no tendrá candidato competitivo.

En el mercado tienen también una visión pragmática de la reforma previsional. "Esta reforma logrará resultados recién en diez años o más. Nunca se hizo nada igual en Brasil hasta hoy. Las cuentas están en rojo, como casi siempre estuvieron, pero sólo en los últimos tres años supimos que había robo. ¿Desde cuándo, por cuánto, y en cuántas áreas Brasil fue un fraude? Quienes fueron los perjudicados? Esta es una oportunidad histórica de evitar la tragedia.

El TMF Group, uno de los mayores proveedores mundiales de servicios empresariales de alto valor para clientes que operan e invierten internacionalmente, divulgó el Índice de Complejidad Financiera 2017.

Esta edición analizó las normas de cumplimiento, declaraciones, contabilidad e impuestos de 94 países en Europa, Oriente Medio, África, Asia-Pacífico y América.

Y concluyó que Brasil es el segundo país más complejo del mundo y el primero de América en términos de conformidad fiscal y contable.

En el informe de 2016, Brasil ocupaba la 10° posición.

El gigante sudamericano también integra el grupo de cinco países del continente que destacan entre los 15 más complejos del mundo en la región. En América Central y América del Sur: Brasil (2º), Colombia (6ª), Argentina (9ª), Bolivia (12ª) y México (15º).

Marco Sottovia, director de la regional de Brasil de TMF Group, explica que además del actual escenario político y económico, las complejas regulaciones fiscales y tributarias brasileñas dificultan cada vez más la expansión de las empresas en el país, asegura El Cronista.

"Los requisitos de las declaraciones de impuestos de Brasil son tan complejos que afectan directamente a nuestra competitividad, haciendo menos ventajoso para las empresas establecer negocios localmente, haciendo que el capital se instale en otros países"