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Temer admite que viajó en un avión de JBS, mientras avanza el juicio que puede ponerle fin a su presidencia
08/06/2017 - 05:25hs

Este jueves avanza la tercera jornada del juicio electoral que podría acabar con la presidencia de Michel Temer, en el que los magistrados de la Corte (TSE) tomarán importantes decisiones sobre el alcance del proceso. 

El Tribunal Superior Electoral (TSE) juzga si la campaña de la fórmula ganadora en 2014 cometió abusos de poder político y económico y se benefició de financiación ilegal procedente del megafraude a Petrobras.

Sin llegar a una resolución, los jueces del máximo tribunal electoral de Brasil discreparon sobre la admisibilidad de nuevas pruebas sobre donaciones de campaña presuntamente ilegales en un proceso que podría provocar la destitución del presidente Michel Temer.

Durante la tarde del miércoles el presidente Temer emitió un comunicado en el que reconoció haber utilizado un jet privado de la firma frigorífica JBS en el año 2011. No obstante, dijo que no sabía a quién pertenecía y que pagó por el servicio, como manera de negar suposiciones de soborno y las denuncias que sobre él hace el empresario Joesley Batista.

En el segundo día de debates, el juez a cargo del caso, Herman Benjamin, debía dar a conocer su voto, que se espera favorable a la invalidación de los comicios de 2014, en los cuales resultó reelecta la fórmula Dilma Rousseff (PT, izquierda)-Michel Temer (PMDB, centroderecha).

La defensa de ambos planteó una cuestión preliminar de las pruebas para excluir los testimonios de exejecutivos de Odebrecht, con las acusaciones más graves contra la fórmula presidencial, que habría recibido sumas millonarias de la constructora durante la campaña

"Si se excluyen (los testimonios de Odebrecht), resta muy poco al proceso, y creemos que tenemos buenas condiciones de que el proceso sea completamente improcedente", afirmó por su parte Gustavo Guedes, abogado de Temer. 

El presidente está "tranquilo, aguardando el posicionamiento del tribunal", añadió Guedes.

El juez Benjamin, sin embargo, rechazó separar las cuestiones de mérito de las pruebas de las cuestiones de fondo; y el presidente del TSE, Gilmar Mendes, atendió parcialmente la demanda, al admitir que el relator comunique primero su voto, y que solo luego se discuta si había lugar para separar los dos asuntos.

Benjamin, defiende que estos testimonios sean contemplados, lo que le valió una nueva polémica con Mendes, quien llegó a tildar de "falaz" a Benjamin por pretender incluir testimonios que serían posteriores a los del período de instrucción de la causa.

El TSE debería zanjar ese debate en la próxima sesión, el jueves, para luego votar sobre el tema de fondo: si debe anularse la elección de 2014

Dado el ritmo lento que tuvieron las primeras dos sesiones, el TSE aprobó sesiones extraordinarias hasta el sábado, aunque expertos estiman que hay posibilidades de que el juicio se suspenda si alguno de los magistrados pide una "vista" para examinar el expediente.

En principio, Benjamin será el primero de los siete miembros del tribunal en emitir su voto, que se espera favorable a la invalidación de los comicios

Si el juicio no se suspendiera, cada vez más analistas estiman, sin embargo, que Temer podría salir airoso ante el TSE, donde recientemente nombró a dos de los de sus integrantes.

El caso OdebrechtLa delación de Odebrecht se transformó en el centro del debate del juicio que puede destituir a Temer.

La segunda sesión del juicio en el Tribunal Superior Electoral abordó la polémica sobre si se deben aceptar o rechazar las delaciones de los ejecutivos de la constructora brasileña.

El juez Benjamin retomó la discusión sobre las objeciones puestas por la defensa de Temer y de la ex presidenta Dilma Rousseff, también juzgada debido a que ambos compartieron la fórmula presidencial vencedora, acusada de abuso de poder económico y de ilícitos en las cuentas electorales.

Dos ejecutivos de Odebrecht aseguraron en marzo último haber pagado ilegalmente gastos de campaña de Rousseff y Temer en 2014, pero las defensas argumentan que esos testimonios no fueron avalados por documentos, por lo cual piden retirarlos de este proceso.

La causa se abrió por una denuncia que realizó el perdedor el pleito electoral de 2014, Aecio Neves, aliado clave de Temer desde el año pasado, cuando el entonces vicepresidente se pasó a la oposición y apoyó el impeachment que expulsó a Rousseff del cargo.

Neves y Temer están investigados en otra causa por corrupción y obstrucción a la Justicia, producto de las grabaciones que les hizo el empresario corruptor que ahora colabora con la justicia Joesley Batista, del gigante cárnico.

DesafianteEl Presidente se mostró confiado en que permanecerá en el cargo.

"Con esta alma, con esta animación, con este vigor, conduciremos el gobierno hasta el 31 de diciembre de 2018", proclamó Temer en un acto con cerca de 500 empresarios del sector del agronegocio en el palacio de Planalto.

La afirmación del mandatario sonó como un abierto desafío a los procedimientos judiciales que se multiplican en su contra, a un año de haber asumido el poder tras la destitución de Dilma Rousseff, y que amenazan también su coalición.

A unos centenares de metros del acto en el palacio presidencial, los debates arreciaban en el Tribunal Superior Electoral.

El juicio se realiza bajo una fuerte presión política y judicial, desde que hace tres semanas salió a relucir una grabación hecha por uno de los dueños del gigante de la alimentación JBS, en la que se oye a Temer dar su aparente aval al pago de sobornos a un exdiputado, preso por el escándalo Petrobras.

La Corte Suprema abrió otra investigación contra el presidente por sospechas de corrupción, obstrucción a la justicia y organización criminal.

Pero Temer, de 76 años, no está dispuesto a abandonar su cargo fácilmente, y así lo hizo saber en la reunión en la que anunció más de 190.000 millones de reales (unos u$s58.000 millones) de créditos para el sector agropecuario en el periodo 2017-2018. 

Ese sector sustentó el crecimiento del PBI brasileño en el primer trimestre del año, después de ocho trimestres de contracción que marcaron la peor recesión de la historia del país.

"Cuando veo lo que está ocurriendo en el sector de la agricultura, yo digo ¿será que tenemos derecho a ser pesimistas con Brasil? ¿O debemos ser optimistas? No tengo dudas de que el optimismo permea esta solemnidad", declaró el presidente, bajo los aplausos de los prósperos hacendados.

Los alcances del juicioCon el Presidente acorralado por graves acusaciones de corrupción, el martes, cuando comenzó el juicio electoral, los diarios locales titularon:"La crisis Temer"; "Siete jueces, una sentencia"; "Bajo clima de incertidumbre, el TSE juzga el futuro de Temer". 

La expectativa en torno al futuro del jefe de estado es muy grande

Aunque está previsto que el juicio en el TSE termine el próximo sábado, los especialistas coinciden en afirmar que hay muchas probabilidades de que se alargue por semanas si uno de los magistrados pide "vista" para suspender el debate y revisar el caso.

El entorno presidencial está convencido de que Temer será absuelto pero, en caso de condena, existen también varios mecanismos de apelación que prolongarían la definición del proceso.

No obstante, "lo más probable es que Temer se quede, pero debilitado", explicó Alberto Almeida, director del Instituto Análise. 

Y agregó: “Este proceso le quitaría fuerza para lograr la aprobación de reformas de austeridad que prometió”, al señalar que el mercado espera con ansia la reforma de las jubilaciones que, en ese contexto, peligra de no aprobarse.

Almeida remarca que la "gran ventaja" de Temer es que no tiene un vicepresidente para reemplazarlo, contrariamente a lo ocurrido con Rousseff.

Sin embargo, los escenarios que asoman en el horizonte no lo ayudarían a mantenerse en el poder. Entre esas posibilidades figuran: que la fiscalía presente formalmente cargos contra él, que su principal socio de gobierno abandone la alianza o que un cercano exasesor recientemente preso por corrupción decida declarar y lo comprometa.

Si Temer cayera, el Congreso debería elegir al nuevo presidente en un plazo de 30 días, para completar el mandato hasta fines de 2018.

¿Quién podría sucederlo? En el caso hipotético de que Temer no sea más presidente, la Constitución de ese país determina que el camino sucesorio será por la vía indirecta

“Son los diputados y senadores, que están muy comprometidos con el caso Lava Jato y JBS, los que deberían resolver quién es el próximo jefe de Estado de Brasil hasta las elecciones de 2018”, apuntó Gustavo Segré, CEO de Center Group. 

En esta carrera, el experto anotó varios candidatos a reemplazarlo: 

-Nelson Jobim, ex ministro de la Corte y gran amigo de Lula da Silva. 

-Fernando Henrique Cardoso, ex presidente que, con más de 80 años, dijo que no tiene ganas de volver al primer plano de la política nacional

-Henrique Meirelles, actual ministro de Economía que, según Segré, “le podría dar una tranquilidad al mercado para avalar la actual política económica”. Sin embargo, “tiene en su contra que desde 2012 hasta 2016 se desempeñó como presidente del grupo JBS”, afirmó el analista. 

En paralelo, y dentro del propio Congreso, dos nombres ganan fuerza:

-El del titular de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia

El problema es que “está siendo investigado por el caso Lava Jato y tiene en contra que es una persona muy joven y no tiene experiencia para manejar a tantos caciques”, apuntó Segré. 

-Por otro lado, suena el nombre del actual senador del PSDB, Tasso Ribeiro Jereissati. “Si bien manifestó su interés de ayudar a la república, tiene dificultades de salud”, apuntó el experto.