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En el marco del Salón de Buenos Aires, directivos de automotrices reclamaron una baja impositiva
10/06/2017 - 05:10hs

Más de 20 automotrices, entre fabricante e importadores, inauguraron el 8vo Salón del Automóvil de Buenos Aires, el cual se realiza cada dos años en el país. 

El contexto es totalmente distinto si se lo compara con la anterior edición, la de 2015, cuando las trabas a las importaciones y las reglas de juego de ese entonces hasta habían impedido que algunos modelos que debían exhibirse lleguen al país. Por eso, con solo respirar el aire del Salón versión 2017, se percibió en cada rincón un espíritu diferente y un mayor optimismo por parte de los participantes.

La cantidad de novedades y anuncios que se dieron a lo largo de la jornada también representan un dato para tener en cuenta.

Lotus y DFSK, por ejemplo, anunciaron que empezarán a vender sus modelos en el país; DS, una marca del grupo PSA, tuvo por primera vez un stand propio, ya independizada de Citroën. Toyota presentó a Lexus, su división de alta gama, como un nuevo jugador local.

Junto con estos cambios a nivel marcas, hubo también nuevos modelos. Nissan anunció que el nuevo SUV chico, el Kicks, llega en Julio; Renault presentó el Kwid que arribará a partir de septiembre, mientras que Ford confirmó la llegada de Ecosport para la misma fecha.

También Chevrolet anunció novedades de productos, entre ellas el nuevo Camaro, que empezará a venderse este mismo mes.

Los adelantos y confirmaciones de cada marca vinieron acompañados de discursos, donde se repasó el estado general de la industria y de la economía en general. Y el tema de la competitividad y la carga tributaria que afecta al sector volvió a estar en el centro de la escena.

En diálogo con iProfesional, Pablo Di Si, presidente de Volkswagen Argentina, dijo que están en constante contacto con el Gobierno, con quien existe un buen diálogo y se trabaja en conjunto. Sin embargo, afirmó que hay cuestiones por resolver.

“Estuvimos reunidos con Angela Merkel, la canciller alemana que visitó el país, y le dije que el problema de competitividad no es de este Gobierno ni del anterior, sino que son 30 años de tener un sistema tributario enredado”, explicó. 

“Por cada Amarok que exportamos, 3.000 dólares se van en impuestos, por el IVA en cascada, el impuesto al cheque e ingresos brutos, entre otros. No soy inocente pensando que se cambiará un sistema tributario en seis meses, pero hay mecanismos aprobados en el ámbito internacional que nos permitirían ser más competitivos. Por ejemplo, el cambio del gobierno del reintegro a las exportaciones a 7% es positivo, pero por reglas de la OMC se puede llevar al 12%, y si bien eso no compensa los 3.000 dólares, al menos lo amortiguaría”, detalló.

José Luis Valls, chairman para América latina de Nissan, afirmó que "cada gobierno tiene sus prioridades. Lo que pido es continuidad en las reglas de juego, las quiero saber y entender. No queremos que nos las cambien porque las inversiones son a largo plazo y hay que convencer a las casas matrices”. 

Luego, agregó que "se están tomando decisiones para tener una base de proveedores más fuerte. El Gobierno tiene claro el tema de la competitividad, pero se necesitan inversiones en infraestructura que acompañen, como por ejemplo contar con un tren que esté cerca de los puertos, especialmente en Córdoba”.

Por su parte Cristiano Rattazzi, número uno de FCA, dijo que hubo muchos cambios en el país, como el sinceramiento de precios relativos de la economía, la normalización de las instituciones y el fin de las licencias no automática para importar.

Sin embargo, destacó que “quedan por resolver la inflación, el déficit fiscal, el sistema tributario excesivo y la pobreza”.

“El desafío del Plan un Millón es una excelente oportunidad. La situación de Brasil no ayuda pero se debe ampliar con exportaciones a otros mercados”, afirmó.

Rattazzi también se refirió a los impuestos y dijo que el problema más grave son los tributos con efecto cascada que afectan a la producción. “Son muchas distorsiones que pesan en el precio final de un auto, y con la exportación no se compensa el costo”, dijo el directivo.

Quien también se refirió al plan un millón fue Di Si, quien dijo: “Soy pragmático. La iniciativa se trazó como una idea, un desafío, pero se debe traducir en hechos. Los problemas no se solucionarán de un día para otro pero de a poco podemos ir haciendo las cosas bien".