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El Gobierno, conforme por paritarias cerrando "en torno al 20%"

Hacienda y Trabajo coinciden en que, por primera vez, los acuerdos se alcanzaron tomando en cuenta la inflación futura y no la pasada
12/06/2017 - 12:28hs
El Gobierno, conforme por paritarias cerrando "en torno al 20%"

El Gobierno está conforme con el cierre que tuvieron hasta ahora las paritarias de los principales gremios. "Por primera vez en muchos años, las paritarias se están cerrando sobre la base de las expectativas futuras de inflación y no mirando hacia atrás", señalaron desde el entorno del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

"El gran quiebre fue el cierre de las paritarias bonaerenses. Y luego siguió la mayoría de las más grandes del sector privado y los estatales, en torno del 20%", explicó un funcionario. "Hay mucha responsabilidad por parte de los empresarios y de los gremios", agregó.

Además, destacaron, esta tendencia se dio junto a "un crecimiento ininterrumpido del empleo desde julio pasado", luego de la destrucción de fuentes de trabajo que tuvo lugar en el primer semestre de 2016. Según los datos que el Ministerio de Trabajo difundió la semana pasada, las cifras de creación de puestos de trabajo de marzo último exhibieron una suba de unos 22.000 empleos en el sector privado.

En la cartera que conduce Jorge Triaca también hay satisfacción porque "el promedio de las paritarias cerradas hasta ahora fue del 20,9% y mirando hacia adelante, lo cual es una clave determinante para combatir la inflación".

En cuanto a los salarios, "a partir de noviembre empezaron a recuperarse; y en dólares también", agregó la fuente. Dado que el Gobierno cree que el salario real se recuperará cerca de tres puntos porcentuales este año, por ahora los aumentos salariales se ubican en ese nivel. Además, este porcentaje del 21% posiblemente será el que el Gobierno lleve como propuesta al Consejo del Salario para aumentar el salario mínimo, vital y móvil.

Si se analizan los arreglos por sector, los bancarios cerraron en el 19,5%; comercio, en el 20%; indumentaria, 25%; construcción, 22%; estaciones de servicio, 22%; plásticos, 21%; gráficos, 22,7%; pasteleros, 25%; aceiteros, 21%, y gastronómicos, en el 24 por ciento.

Salvo el último caso, el resto incluyó una cláusula gatillo, según Trabajo. En tanto, los estatales reunidos en UPCN negociaron un aumento del 20%, más la mencionada cláusula gatillo, que implica una renegociación en el momento en que la inflación supere el porcentaje pactado.

De los gremios más grandes que resta cerrar, los más significativos -y difíciles- son el de los camioneros, una parte de los ferroviarios y el de los metalúrgicos, que estuvieron entre los más golpeados por la caída en la actividad industrial el año pasado.

El especialista de la UBA Javier Lindenboim dijo a La Nación que "da la impresión de que efectivamente los salarios se están ajustando con las expectativas de inflación y no con la inflación pasada". Respecto de la evolución del salario real, señaló que "la caída del salario en 2014 y 2016 fue casi similar: 4 puntos en 2014 y 4,7 en 2016".

Según el instituto de estadísticas de la ciudad de Buenos Aires, la inflación rondó el 41% en 2016, mientras que los analistas creen que este año se ubicará en torno del 21%, lo que implica una suba mayor frente a la meta oficial del 17 por ciento.

Jorge Sola, de la CGT, dijo que "hay bastantes cosas ocultas, como UPCN, que cerró un acuerdo por presentismo por 4% más y otros que firmaron cláusulas gatillo. Varios firmaron para la foto, pero el cierre real fue del 23 al 25% y el 20% es una verdad a medias".

"De todos modos, hay una pérdida del poder adquisitivo; en 2016 las paritarias cerraron en el 35% y la inflación fue del 41%, así que en promedio la caída fue del 6% en las actividades formales. Este año es cierto que bajó la inflación, pero la canasta de alimentos subió por encima del promedio", explicó.

Del lado de los empresarios también hay una visión positiva de los acuerdos alcanzados hasta el momento. El vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, expresó su conformidad con el promedio de los aumentos concedidos.

"Hay tres tipos: los que cerraron en el marco de lo previsible en función de tener una inflación inferior al 20% y una cláusula gatillo; después, los que sumaron un colchón más, pero sin cláusula gatillo, y, en tercer lugar, están los que no quieren firmar porque quieren pulsear contra la inflación, pero que tienen un bajo nivel de actividad", detalló el dirigente industrial.

"La conflictividad es mala para ambas partes, porque el conflicto termina disimulado por el nivel de actividad. Para que traccione el consumo hace falta que no haya más desvíos de costos. El tema electoral no juega: en algunos puede jugar, pero es marginal. Y el salario real debe mejorar, pero en términos modestos, porque no puede generarse algo que nos descoloque en términos de productividad", explicó Funes de Rioja.