iProfesionaliProfesional

El funcionario quiere acelerar la colocación de títulos en la plaza local para "licuar" los pasivos en moneda extranjera y así depender menos del exterior
14/06/2017 - 12:09hs

Una vez más, Luis "Toto" Caputo intentará seducir a los inversores.

Esta vez, con una emisión en pesos por hasta $75.000 millones, además de sus tradicionales Letes en dólares por u$s1.500 millones. 

La abultada colocación en pesos persigue una estrategia en la que el funcionario viene trabajando desde hace un tiempo: cambiarle la "cara" a la deuda argentina o, en otras palabras, cambiarle el signo monetario.

En más de una ocasión insistió en que no le preocupa el nivel de deuda en el que está incursionando el Gobierno, pero sí está abocado a lograr un objetivo que para él es central: depender cada vez menos de los mercados internacionales y más del local.

Este año así será. Según el plan trazado en el Programa Financiero, el nivel de endeudamiento en la plaza doméstica ($250.000 millones) superará los compromisos contraídos fronteras afuera ($180.000 millones), algo inédito en los últimos tiempos.

Por lo pronto, luego de la colocación del bono por $75.000 millones -que cierra este miércoles por la tarde-, Caputo ya habrá conseguido en el sexto mes del año casi todos los pesos que el Gobierno necesita para 2017.

La de hoy, que tiene a las aseguradoras como principal público objetivo, le permitirá cubrir el 65% de las necesidades. Pagará un rendimiento según la tasa de pases del Banco Central. 

En pocos días, durante junio, habrá otra emisión en el mercado internacional, a través de la cual buscará captar buena parte del dinero restante.

En el equipo de Finanzas, el foco está puesto en las colocaciones en pesos

Es que los funcionarios saben que para lograr un endeudamiento "sustentable" (palabra de moda entre los economistas), el país tiene que recorrer un camino que lo lleve a contar con un esquema completamente distinto al actual.

En otras palabras, quieren tener más deuda en pesos que en dólares, lo contrario de lo que se observa hoy día. 

Caputo y equipo saben que Argentina lidera el peligroso ranking de naciones con mayor cantidad de compromisos tomados en una divisa que no es la propia, que no es la que genera, como lo es la estadounidense.

Desde la consultora Quantum, del ex secretario de Finanzas Daniel Marx, hacen referencia a este problema de alto riesgo. Y da algunos tips:

-La Argentina ocupa el primer lugar de la lista de territorios endeudados en moneda extranjera

-Casi el 80% de sus compromisos son en dólares, por un total cercano a los u$s200.000 millones

-Le sigue Uruguay, con el 53%, y Perú, con el 50%

-Bastante más abajo aparecen Chile (18%) y Brasil, que prácticamente tiene muy pocos pasivos emitidos en otra moneda que no sea el real (5%). 

La pregunta obligada entonces es qué tan preocupante es la situación de la Argentina.

Los analistas consultados concuerdan en que, al menos por ahora, no están prendidas las luces de alerta

Para sustentar sus dichos argumentan que:

-A fines de 2001, el nivel de deuda (en moneda extranjera) era del 97% del total.

-Hacia fines del 2016, representaba el 59% del PBI, cifra que disminuye al 48% en su versión consolidada (restando las tenencias intra-sector público).

Si bien ese número (48%) es menor que el que exhibe Brasil (73%), es más alto que el de Uruguay (51%) y bastante más elevado que el de Perú (29%) y Chile (21%).

La gran mayoría de la deuda contraída corresponde al sector público nacional (54%), y hay muy poco de las provincias (5%). 

En cuanto a la composición según el tipo de interés, desde Quantum -la consultora liderada por Daniel Marx-, especifican que la mitad de las obligaciones ha sido contraída a tasa fija. 

Además, consignan que el 35% está en manos de no residentes.

"En un escenario de mayor volatilidad cambiaria y ante una suba de la tasa internacional, estos elementos -que hoy lucen adormecidos- podrían generar tensiones", alertan. 

Para evitar las turbulencias que pudiere traer, la firma de Daniel Mark advierte que el Gobierno debe abocarse a reducir el déficit en las cuentas públicas. 

Caputo, en su defensa, suele recordar que "tres de cada cuatro veces en las que se ha emitido deuda fue para cancelar deuda anterior".

En otras palabras, señala que lo que está haciendo el Gobierno es reemplazar compromisos viejos por nuevos, que además resultan menos onerosos para el país.

En cuanto a la sustentabilidad, el funcionario asegura que el nivel de deuda medido en términos de PBI va a seguir siendo el más bajo de la región, una vez que se alcance la meta del equilibrio fiscal.

No todos tienen una visión tan optimista como el funcionario. Economistas de perfil ortodoxo vienen siendo muy críticos del actual rumbo. 

Dentro de este grupo aparecen Ricardo López Murphy, Domingo Cavallo, Miguel Ángel Broda o Rodolfo Santángelo, socio de Carlos Melconian. 

Todos ellos, además de ser muy escuchados por inversores, son referentes para sus colegas.

López Murphy es muy elocuente en sus apreciaciones. Describe como "endeudamiento brutal" a la actual estrategia de tomar más compromisos en los mercados para evitar un ajuste en las cuentas públicas.

"Es claro que no se puede mantener mucho tiempo más un desequilibrio tan grande como el que tiene hoy día la Argentina", afirma.

En diálogo con iProfesional, Santángelo también se muestra muy crítico: "Este año podría cumplirse la meta del déficit pero sólo gracias al blanqueo. El problema es que este régimen es por única vez".

"El Gobierno prometió achicar el rojo tanto el año que viene como el siguiente. Para lograrlo tendrá que hacer algo, no puede seguir así", añade.

Para el titular de la consultora MacroView, en la medida en que esto no se concrete, el mercado irá perdiendo su confianza, con todo el riesgo que esto implica, y que va más allá de exigirle una tasa más alta.

El modelo brasileñoSon pocos los que se preguntan por qué el riesgo país de Brasil no se disparó pese a su actual crisis política y profunda recesión.

Los analistas tienen un explicación: el país vecino tiene la mayor parte de su deuda fronteras adentro y en la misma moneda que imprime, el real.

De este modo, está más a resguardo en caso de sufrir una crisis de deuda, ya que es mucho más fácil realizar un roll-over de pasivos (cambiar deuda de corto por otra de más largo plazo).

De no ser así, seguramente se le complicaría mucho si tuviera que "pasar la gorra" en el exterior.

Hacia ese esquema, que a simple vista parece factible, quiere ir Luis Caputo

Su horizonte de largo plazo es que Argentina pueda endeudarse en pesos y en el mercado doméstico para, virtualmente, prescindir del exterior.

¿Cómo es el esquema en Brasil? La consultora de Daniel Marx indica que si bien tiene un alto nivel de deuda en función del PBI, sólo el 5% del total es en moneda extranjera (menor que la de Chile inclusive).

Más aún, sólo el 5% del total está en manos extranjeras (en Chile 19%), mientras que en Argentina es 35%.

En términos de costos, uno de los puntos negativos es el tipo de interés: sólo el 24% es a tasa fija y el resto ajusta mayormente por SELIC (la que impone el Banco Central brasileño).

-En contraste, en la Argentina el 56% es a tasa fija (47% en el consolidado), mayor que en Brasil, pero bastante menor que en Perú y Uruguay, donde supera el 80% del total.

La deuda de CambiemosSegún datos oficiales del Ministerio de Finanzas, desde que asumió el Gobierno de Mauricio Macri, se emitió deuda por poco más de u$s96.000 millones.

De ese total, u$s41.300 millones fueron en moneda local, conformados del siguiente modo:

En lo que hace a deuda en moneda extranjera, se colocaron u$s55.000 millones, conformados del siguiente modo: 

Cuando a Caputo se lo arrincona por el "festival" de bonos, suele hacer referencia a que gran parte de las emisiones fueron para pagar pasivos contraídos por gobiernos anteriores.

Además de destacar que el país viene de niveles de deuda "bajos", algo en lo que coinciden inversores y calificadoras de riesgo, es consciente de que el plan de financiar el déficit con títulos públicos tiene corta vida.

Con una mirada más política, Caputo "banca" a Nicolás Dujovne en público, al decir que el gradualismo fiscal es el único camino posible para Argentina. Debido a eso, hay que hacer sintonía fina con los canales para fondear ese "bache".

Por lo pronto, y sabiendo que ese gradualismo hará que el gasto descienda muy de a poco, Caputo apunta a profundizar las emisiones en la plaza local y en pesos (con sus mecanismos de ajuste), para así depender cada vez menos de las bondades de inversores extranjeros