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David Bonderman dimitió horas después de que se conocieran los resultados de una investigación interna sobre la cultura de la corporación
14/06/2017 - 14:50hs

Todos los expertos en marca empleadora y en experiencia del empleado coinciden en que la coherencia entre lo que una empresa comunica y lo que efectivamente su gente vive puertas adentro es fundamental para sostener su credibilidad ante la sociedad. 

A Uber esto le está costando caro tras las denuncias por acoso sexual y maltrato laboral que se difundieron a través de los medios y fueron confirmadas por una investigación interna cuyos resultados se dieron a conocer el martes a la junta directiva.

Tras ese encuentro, no muy sorpresivamente su CEO Travis Kalanick decidió tomarse una licencia. Argumentó que necesita un descanso luego de que su madre falleciera en un accidente semanas atrás.

La compañía inició así un camino que espera que conduzca a una transformación completa de su cultura corporativa. Sin embargo ese arranque empezó con un tropiezo.

A la ya amplia sangría de ejecutivos disconformes que dejaron las filas de Uber en los últimos meses, se sumó la renuncia del director de Uber Technologies, David Bonderman.

Durante una reunión de toda la plantilla el martes para explicar cómo la compañía de servicios de transporte planea transformarse para combatir la cultura del maltrato, la desigualdad, el acoso sexual y la impunidad para los altos ejecutivos, el directivo realizó un comentario muy poco apropiado.

La integrante del consejo de administración de Uber, Arianna Huffington, habló a los empleados sobre la importancia de sumar más mujeres al equipo directivo. "Hay muchos datos que muestran que cuando hay una mujer en el consejo, es mucho más probable que haya una segunda mujer en el consejo", dijo Huffington.

Como respuesta, Bonderman dijo: "En realidad, lo que muestra es que es mucho más probable que se hable más".

El comentario se difundió en una grabación de la reunión publicada por Yahoo, tras lo cual el director escribió un correo interno pidiendo disculpas.

Bonderman, fundador de la firma de capital privado TPG Capital e inversor de Uber, reiteró su arrepentimiento y calificó sus declaraciones de "imprudentes, inapropiadas e inexcusables" y de "lo contrario a lo que pretendía".

Luego dijo a Reuters que no quería que sus comentarios crearan distracción para Uber, que trabaja para librarse de la cultura de acoso sexual y la discriminación.