iProfesional

El banco de Nueva York ya realizó este año diez emisiones de bonos por u$s2.380 millones. En 2016, se habían colocado más de u$s35 mil millones
17/06/2017 - 12:34hs

"Jamie Dimon está fascinado con el presidente Mauricio Macri", contaban los ejecutivos del banco de inversión JP Morgan sobre qué opinaba su CEO global sobre el gobierno de la Argentina.

Corrían los primeros meses de la gestión de Cambiemos y ya en aquellos días, el emblema de las finanzas internacionales palpitaba el comienzo de una nueva era de buenos negocios con nuestro país, una realidad que se confirma al sólo ver los números de las colocaciones de bonos de deuda por parte del Estado nacional, las provincias y las empresas.

El banco que lleva el nombre de John Pierpont Morgan, uno de los pioneros de Wall Street, fue el que más colocaciones realizó este año, unas diez, por más de u$s2.300 millones, casi un 6% del total, de acuerdo con un reporte de la firma Research for Traders.

"No es habitual que JP Morgan le preste a los bancos centrales", decía en su momento Facundo Gómez Minujín, CEO de la filial local, cuando explicaba el año pasado que el banco se había comprometido, junto con otras entidades, a darle un crédito llamado "repo" al ente monetario para que reforzara las reservas tras la salida del cepo cambiario.

Detrás, el podio lo completan el Citigroup, con seis colocaciones por u$s1.925 millones (4,71% del total) y el Santander, con el 4,30% (unos u$s1.768 millones en siete operaciones.

El cuarto lugar es hasta ahora para el BBVA, con cinco operaciones y u$s1.742 millones, y luego se ubican el Deutsche Bank (cuatro por u$s1.617 millones) y el HSBC (seis y u$s1.601 millones).

"Creemos que se trata de un negocio estratégico con gran capacidad de crecimiento en los próximos años; apuntamos a continuar incrementando nuestra presencia en este segmento", señaló Daniel Patrón Costas, gerente de Banca de Inversión de Santander Río.

Luego de años fuera de los mercados internacionales tanto por estrategia del gobierno anterior como por el litigio con los fondos buitre, el año pasado la administración Macri regresó con todo: y con la emisión para pagarle a los holdouts incluida, la Argentina colocó en 2016, en todo nivel, más de u$s35 mil millones, con los mismos grandes bancos como protagonistas, según recuerda Sebastián Maril, analista de Research for Traders.

La colocación de deuda soberana, como se llama en los mercados a los Estados que piden fondos en el exterior, implica un negocio de comisiones para los bancos, y también para las calificadoras de riesgo, que "certifican la capacidad de pago" de los deudores, en tanto que también los bonos luego son parte de las alternativas de inversión que se les ofrecen a los clientes de todo el mundo.

Este crecimiento del negocio financiero en la Argentina ha provocado, además, la llegada al país de decenas de bancos y fondos de inversión que, abren oficinas y filiales en Buenos Aires.

La centralidad de la Argentina para JP Morgan, en tanto, excede el negocio de la deuda y han decidido instalar varios centros de servicios para ofrecer soluciones internas a toda la corporación desde esta zona del mundo, según Perfil.

La estrategia del Gobierno le abre un horizonte de largo plazo para el negocio de la deuda pública a los bancos: en el Ministerio de Hacienda prevén endeudarse en forma creciente al menos hasta 2020.

Temas relacionados