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Macri en el Salón del Automóvil: en medio del buen clima, no faltaron los reclamos por la falta de competitividad
19/06/2017 - 19:41hs

Era una visita que se esperaba desde el primer día, y que se daba casi por descartada,  teniendo en cuenta que el sector es uno de los que asegura los "brotes verdes" desde que Cambiemos llegó al Gobierno.

La última vez que el Salón del Automóvil recibió a un presidente fue con Néstor Kirchner. Cristina, quien lo sucedió en el poder, nunca se acercó, y los días con Guillermo Moreno en la secretaría de Comercio, a cargo de las negociaciones con el sector, son recordados por los directivos que fueron parte de las reuniones como los "más duros".

Hoy la realidad es diferente. En los primeros cinco meses del año, las ventas de 0km crecieron 31%, mientras que la producción y exportación registraron en mayo su primer mes positivo, con una suba de 13,8 % y 9,7 % en comparación con el mismo mes del año pasado.

También el sector da buena noticias en cuanto a las tan esperadas inversiones, ya que desde que llegaron a la Casa Rosada se confirmaron desembolsos por más de u$s3.500 millones.

Las terminales automotrices le informaron al presidente Mauricio Macri que este año el sector podría cerrar el año con un crecimiento de entre 15 y 20%.

Además, se mostraron confiados en la posibilidad de llevar a la práctica un plan para producir un millón de vehículos para 2023 a partir de la discusión de aspectos impositivos, laborales y logísticos que condicionan a la industria.

"La Argentina se está convirtiendo en una plataforma especializada para la producción de pick-ups. Estamos trabajando junto con las empresas para abrir nuevos mercados y exportar vehículos con mayor integración local", afirmó el ministro de Producción, Francisco Cabrera

El marco positivo se completa con las proyecciones de venta. "Este será un buen año, vemos el mercado en las 800.000 unidades. En la marca somos líderes y estamos creciendo en market share, pero creemos que será un año muy competitivo", explicó a iProfesional María Ángela Stelzer, directora de Relaciones Institucionales de Volkswagen Argentina.

"Por eso tenemos que trabajar en los costos, en los precios y en la postventa. Hoy los precios son un ítem que la gente le presta mucha atención, es un mercado de oferta donde hay muchas opciones para elegir", agregó Stelzer.

En el mismo sentido Diego Vignati, director de Nissan Argentina, explicó que "el mercado viene fuerte, superó las expectativas iniciales y se superarán las 800.000 unidades".

"Hay mucha competencia, agresividad de financiación y muchos autos disponibles por el efecto Brasil. Eso hace que el cliente tenga alternativas y precios interesantes", agregó el directivo.

En medio de este escenario alentador, Macri, quien tiene un pasado cercano con la industria (fue presidente de Sevel), llegó a la exposición con requisitos. Recorrió los stand de los fabricantes que están en el país y pidió que en cada uno se destaque el auto de producción nacional.

Por ejemplo en el caso de Chevrolet, el Cruze; en Ford, el Focus o Ranger; y en Volkswagen, la Amarok. En Nissan, que desde el próximo año será terminal argentina, lo hizo junto a la Frontier. Allí fue donde se sacó la foto.

Luego siguió descubriendo el Salón con algunas de sus perlitas más destacadas, como la exhibición del auto presidencial que usó Raúl Alfonsín, el cual fue trasladado desde el Salón Ocre a un lugar más cercano.

El buen clima fue clave en el encuentro, como sucedió también el viernes pasado cuando Guillermo Dietrich, secretario de Transporte, visitó el Salón para anunciar el Plan de Transporte hasta 2027, en ambos casos acompañados por los directivos de ADEFA (Asociación de Fábrica de Automotores de la Argentina).

Sin embargo, más allá de los guiños, en el sector hay facturas pendientes. Y algunas de esas cuestiones serán parte del Plan Un millón que empezaron a debatir el Gobierno, las terminales y los sindicatos, en una mesa de diálogo que tiene como objetivo llevar al sector a la producción de esa cantidad de unidades en el corto plazo.

ADEFA adelanta que presentará su propio plan al Gobierno con un estado de situación de la industria y los proyectos que tiene para lograr las metas.

Más allá de algunas medidas puntuales, como la rebaja de aranceles y la ley de autopartes, las compañías creen que pueden tomarse decisiones más profundas para impulsar el mercado.

Uno de los problemas centrales es la competitividad, que está ligado a la carga impositiva que tiene que soportar el sector.

"Hoy, u$s3.000 de la Amarok que exportamos se van en impuestos al cheque, Ingresos Brutos e IVA, en cascada. No soy inocente pensando que se cambiará un sistema tributario en 6 meses, pero hay mecanismos aprobados en el ámbito internacional que nos permitirían ser más competitivos", agregó Pablo Di Si, presidente de Volkswagen Argentina.

Una de esas medidas sería cambiar el porcentaje de reintegro de la OMC, que se puede llevar a 12%. Hoy en la Argentina es de 7%.

"Eso no compensa los u$s3000, pero amortigua", agregó.

"Para mejorar la competitividad tenemos que crear más volumen, lo que dará más empleo y aumentará la cadena de valor. Esto no será de un día para otro, pero tampoco debemos esperar cinco años para que se concreten los cambios. Tenemos que ir de a poco", agregó Di Si.

Hay un dato clave: producir en Brasil o en México es entre 15% y más de 40% más barato que en la Argentina.

Por su parte, Luis Basabilvaso, director de PSA, explicó que "el Plan Un Millón me parece una gran idea, una gran noticia. El gobierno comenzó bien, porque comenzó preguntando a los que saben como integrar las 3 patas: gobiernos, fabricantes y sindicatos; pero nada más por ahora".

Y agregó: "Presentaremos un plan de cómo debería ser pero falta mucho por hacer, estamos en etapa de análisis. Igual festejo el proyecto".

Por otro lado, el director de PSA explicó que cada compañía también puede trabajar para mejorar los costos.

"Antes de conocerse el Plan anunciamos una inversión en El Palomar para renovar la planta. Es una inversión muy importante e inteligente con la cual esperamos bajar el costo de producción, y otras mejorar como reducir el gasto de energía y agua a la mitad. Eso ayudará a ganar competitividad".

Nissan es otra de las marcas que todavía no fabrica en la Argentina, pero que lo hará a partir de septiembre de 2018. Si bien son cautos a la hora de pedir correcciones, José Luis Valls, presidente ejecutivo de Nissan América Latina, dijo que piden "continuidad en las reglas de juego".

"Quiero saber cuáles son las reglas de juego, entenderlas, y que no las cambien porque las inversiones son de largo plazo y hay que convencer a las casas matrices", explicó Valls.

"Creo que se están tomando decisiones para tener  una base de proveedores más fuerte y competitiva. Está claro en el Gobierno el tema de competitividad", agregó.

Por otro lado, el directivo de Nissan, explicó que hace falta invertir en infraestructura, logística, que el tren llegue a los puertos. "Todo es un diálogo permanente que tenemos y lo llevo adelante desde hace tiempo. El Gobierno es consciente y está actuando", finalizó.

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