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Es una tendencia del sector: los terrenos están en la mira de los desarrolladores por su ubicación y dimensiones, a la vez que bajó 30% la facturación
19/06/2017 - 23:29hs

El histórico hotel alojamiento JJ, ubicado en Libertador y Comodoro Rivadavia, en Núñez, cerró sus puertas después de 40 años y en su lugar se levantará una torre de lujo.

El cierre forma parte de una fuerte tendencia: debido a sus cotizadas ubicaciones y buenas dimensiones, los terrenos de los albergues transitorios son muy buscados por los desarrolladores inmobiliarios.

Además, el sector asegura que la cantidad de clientes decreció 30%, a lo que hay que sumar los aumentos de las tarifas de servicios (luz y agua) y del Impuesto de Seguridad e Higiene.

"Los hoteles que no se modernizaron están pasando un momento difícil. Lo que funcionaba antes, no significa que siga funcionando ahora. Tienen que invertir en mejoras edilicias y vender otra clase de experiencias", señaló Victoria Ortiz, directora de Reservatelos, una app para ubicar y reservar albergues transitorios.

 

En Google, JJ ya aparece como "cerrado permanentemente".

"Algunos optan por ofrecer promociones o arman paquetes de cenas. Ya quedaron en el olvido las épocas de esplendor cuando la gente hacía cola. La única solución es reinventarse para llegar a un público más joven", se explayó la ejecutiva.

De acuerdo con Franco Sacal, director de los hoteles Jardines de Babilonia, Dissors y Summum,  existe "una caída del 25% en la reserva de habitaciones".

El ejecutivo agrega que en el corredor de la Panamericana los hoteles están muy dejados y ofrecen precios muy bajos. No obstante, en Dissors, sobre General Paz, pueden ofrecer otro tipo de experiencias.

"La demanda no cayó. Renovamos la carta de comidas, sumamos una bodega boutique y tratamos de mantener los precios para que los clientes se queden", comentó Sacal a BAE Negocios.

A esto hay que agregar que los hoteles "boutique" ofrecen ofertas seductoras a través de la aplicación Booking, donde los amantes pueden quedarse 24 horas y hasta acceder a la piscina por el precio de un pernocte –de 10 horas– en un albergue transitorio.