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A dos años de su creación, el interés de varios países de la región se debe a la posibilidad de financiar obras de infraestructura de magnitud
22/06/2017 - 13:59hs

A dos años de su creación, la iniciativa china que es vista como el rival del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) continúa despertando el interés de nuevos países. Se trata del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), fundado en marzo de 2015.

El AIIB se presenta en su página web como una institución que busca unir fuerzas para abordar las "necesidades sobrecogedoras de infraestructura" que existen en Asia. Su objetivo es "estimular el crecimiento y mejorar el acceso a los servicios básicos" en las zonas menos favorecidas de la región. 

Sin embargo, casi la mitad de las naciones participantes se encuentran en otro continente. Y entre ellas, hay seis estados latinoamericanos en calidad de "futuros miembros" que esperan poder beneficiarse de sus préstamos.Una ayuda complementaria

Cuando los gobiernos emergentes tienen problemas económicos, suelen recurrir a alguno de los dos organismos internacionales surgidos de los acuerdos de Bretton Woods: el Banco Mundial y el FMI. Ahora, algunos analistas ven el AIIB como un intento de rivalizar con el Banco Mundial y el FMI. Pero aceptar ayuda de estas instituciones implica adherirse a sus directrices.

Y estas han recibido muchas críticas a lo largo de los años. Sobre todo el FMI, que ha sido acusado de estar más enfocado en sanear cuentas que en mejorar la situación de los más necesitados. Tal vez por eso, la idea de una nueva fuente de financiación fue tan bien recibida.

Cuando el AIIB nació, los países miembros e interesados sumaban 57. Hoy, ya son 80. Las funciones de esta entidad se superponen con las de ambas instituciones: financia proyectos de infraestructura como hace el Banco Mundial e interviene cuando hay problemas de liquidez que afectan la balanza de pagos como hace el FMI.

A esto se suman acuerdos de intercambio de divisas que dan protagonismo al yuan sobre el dólar estadounidense. Por eso, muchos analistas creen que se trata de un intento chino de restar importancia a los organismos clásicos, donde Estados Unidos se sitúa como el mayor inversor.

Estos son los países de América Latina que tienen estatus de futuro miembro:Brasil es el único país de Latinoamérica que participó en la iniciativa desde el principio y que figura como un miembro fundador, pese a continuar con la etiqueta de "futuro". El gigante sudamericano debía realizar el año pasado los cambios y trámites necesarios para convertirse en un miembro pleno antes de 2017, que incluyen la ratificación parlamentaria y el depósito de la primera cuota.

Pero Brasil ya estaba atrasado en los pagos a docenas de organismos internacionales aduciendo falta de fondos, según el diario económico Financial Times.

A esto se suma el ajetreo político provocado por el proceso de impeachment contra Dilma Rousseff y el cambio de gobierno que acarreó. Así que los miembros de AIIB acordaron el pasado mes de marzo ampliarle el plazo hasta finales de 2017. Aunque la realidad política ha llevado a la nación sudamericana a decidir rebajar su participación en el banco de las 32.000 acciones pactadas a solo 50.

Perú y Venezuela. Perú y Venezuela fueron las primeras naciones en seguir los pasos de Brasil y tantear las posibilidades de ingresar en el AIIB. Las materias primas y las infraestructuras son las oportunidades de negocio que más atraen a los chinos. Perú, es su destino favorito después de Brasil.

Chile y Bolivia. Ambos países fueron aprobados por el AIIB el pasado 13 de mayo y deberán ratificar su adhesión este año. Chile espera poder ampliar su red de "conectividad e infraestructura" a través de esta institución, según declaró entonces su presidenta, Michelle Bachelet.

La mandataria citó al cable transpacífico de fibra óptica y los corredores bioceánicos Atlántico-Pacífico como ejemplos de proyectos que podrían beneficiarse de esta alianza. Para ella, esta entidad "puede ser un buen complemento al orden financiero internacional". Una opinión que refleja la actitud de la mayoría de países que se han unido al AIIB.

Argentina. Fue el último país latinoamericano en solicitar su entrada en el AIIB, siendo aceptado como futuro miembro el pasado viernes.

Su presidente, Mauricio Macri, participó el mes pasado en la cumbre de la Nueva Ruta de la Seda, el proyecto que impulsa el gobierno chino para abrir nuevas rutas comerciales.

En su bienvenida al AIIB, su presidente, Jin Liqun, destacó que Argentina es una economía importante en Sudamérica y que guarda esperanzas sobre "el papel que vaya a desempeñar" cuando se una por completo al banco. China es un fuerte inversor en infraestructura en Argentina, donde participa en proyectos como centrales nucleares.