Estados Unidos suspendió todas las importaciones de carne fresca desde Brasil debido a "recurrentes preocupaciones sobre la seguridad de los productos destinados al mercado" local, dijo el Departamento de Agricultura (USDA).

En marzo, los estadounidenses ya habían incrementado las pruebas sobre carne cruda y productos listos para consumir desde el gigante sudamericano como precaución después de las denuncias de corrupción que involucraron a inspectores sanitarios brasileños.

La suspensión se mantendrá hasta que el Ministerio de Agricultura brasileño "tome acciones correctivas que la USDA encuentre satisfactorias", señaló la agencia norteamericana en un comunicado.

El gobierno brasileño ya había anunciado la suspensión de exportaciones de proteína animal de cinco frigoríficos brasileños hacia los EUA días atrás, con lo que la medida sólo agravó la situación.

"Garantizar la seguridad de la oferta de alimentos de nuestra nación es una de las misiones cruciales, y la tomamos muy en serio", dijo el secretario de agricultura de EE.UU., Sony Perdue.

La llamada "Operación carne fraca" comenzó en marzo cuando la policía descubrió una extensa red de sobornos que involucra a varias empresas de carne y decenas de inspectores agropecuarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil, quienes recibían dinero a cambio de certificar productos cárnicos y avícolas no aptos para el consumo humano.

En el caso fueron involucrados los principales frigoríficos brasileños como JBS, propietario de marcas Seara, Swift y Friboi; y la empresa BRF, propietaria de Sadia y Perdigão.

En total, el escándalo de la carne adulterada involucró a más de 30 empresas acusadas de vender carne en mal estado.