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Aumentaron los controles y hubo más de mil contenedores secuestrados. Hay gran variedad de productos, salvo ropa que pasa al área de Desarrollo Social
24/06/2017 - 14:58hs

Sólo por las causas judiciales, hubo más de mil contenedores secuestrados en el Puerto de Buenos Aires, que se sumaron, además, a los que se encontraban abandonados, que nunca fueron “nacionalizados” para recuperar la mercadería. 

Con más controles, según los datos del sector privado, en promedio aumentaron un 30% los decomisos de mercadería y los controles compensan en un sector de la competencia, mientras que del otro lado las empresas acusan el aumento de las importaciones.

Al quedar en el limbo, el Gobierno nacional determinó por decreto que se abran y que la ropa o insumos como bolsas de cemento, se destinaran al Ministerio de Desarrollo Social. En el caso de las investigaciones judiciales, por lo general se toman algunos contenedores de muestra y el resto pasa a “rezago”. De allí pasan a rematarse o donarse.

Los “remates de Aduana” volvieron a la orden del día. En los últimos días, el Banco Ciudad organizó uno en Córdoba donde el botín incluía, entre otras cosas, los iPhones, iPads y notebooks secuestrados a viajeros argentinos que compraron varios en el exterior e intentaron ingresarlos sin declararlos, además de los que entran por las fronteras del norte del país.

Pero aunque los electrónicos son en gran parte las estrellas del botín, en total en esa oportunidad, con el remate incluido de un Audi TT –que se vendió por $295 mil–, la recaudación ascendió a $8 millones, según estimó el Ciudad.

“Los lotes con mayor puja entre oferentes fueron los de los iPhones y electrónica, trepando en algunos casos hasta ocho veces el valor de la base (de unos $ 3 mil a unos $ 25 mil)”, le dijeron al diario Perfil. 

Sin embargo, bienes como ropa o juguetes siguen encontrando su mercado, así como también las drogas. Telas o artículos de bazar, juguetes, decoración –lo que podría encontrarse en los 90 en los “todo por dos pesos”– son los productos más detectados dentro de los contenedores. Tanto las cámaras de textiles como de juguetes, reconocen la baja en el ingreso de productos contrabandeados que cuando logran ingresar, encuentran su mercado en ferias, pero también “en locales comerciales”. 

Más del 60% de las cargas pasa por el canal rojo, lo que implica abrir el contenedor para corroborar que los bienes coincidan con lo declarado. La ropa pasa directamente a Desarrollo Social para evitar que sea comercializada, ya que eso implicaría un golpe más para la industria textil, que en abril cayó un 11% en producción. 

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