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En el interior de Cambiemos algunos quedaron más que satisfechos. Otros se quejan por lo bajo. ¿Quién fue el gran derrotado?     
25/06/2017 - 14:28hs

Como cada año cuando cierran las listas de candidaturas para las elecciones, aparecen los ganadores y los perdedores del cierre.

Esto en política significa: quién logró meter más candidatos en sus listas y quién logró imponer sus deseos por sobre el resto.

El último de la tabla –figurativamente hablando- resultó ser Daniel Scioli, el hombre que casi es Presidente de la Nación y que terminó quinto en la lista de diputados del espacio de Cristina Kirchner.

Incluso, para humillarlo más, en algún momento dejaron trascender que quedaría como candidato a diputado provincial, lo que lo rebajaba aún más. Finalmente entró en la lista, con lugar en el Congreso casi asegurado. Pero no encabeza la boleta ni mucho menos.

Junto con Scioli también quedó muy mal perfilada la vieja guardia kirchnerista: de los históricos sólo Héctor Recalde y Juliana Di Tullio serán candidatos a senadores suplentes.

Quedaron afuera de los cargos nacionales históricos como Diana Conti, Edgardo Depetri, Teresa García, Dulce Granados, Carlos Kunkel, Carlos "Cuto" Moreno, entre otros.

En los pasillos del Congreso muchas veces se repitió esta frase por lo bajo: "Los Kirchner pagan mal".

Elisa Carrió es la gran ganadora del espacio Cambiemos. Es cierto que por su anclaje en Capital y Provincia tenía menos para pedir. Pero también se le concedió todo lo que había pedido y más: su mano derecha, Fernando Sánchez, se va a sumar a la jefatura de Gabinete.

Además de su propia candidatura, Lilita logró que quede tercero en la lista Juan Manuel López (iba a ir Sánchez pero se lo reemplazó por el cargo en el Ejecutivo). El cuarto lugar de la lista fue para Fernando Iglesias, quien en su momento integró la Coalición Cívica y quinta quedó su ladera Paula Oliveto Lago, con grandes chances de entrar.

Sánchez mostró su satisfacción: "Mi nombramiento no fue un pedido nuestro y mi reemplazo es de la Coalición Cívica. Estoy muy entusiasmado porque soy el primero de la Coalición que se integra al Ejecutivo".

Oliveto está conforme con la postulación: "Me permite unificar el trabajo porque ahora (es legisladora porteña) estoy siempre con temas nacionales y los de la Ciudad. Si entro voy a poder dedicar todo a lo nacional", aseguró a TN.

Mariana Zuvic, que quedó afuera de la lista en la competencia también se mostró satisfecha, al menos de la boca para afuera: está estudiando una maestría en política internacional y prefiere seguir con esos temas desde el Parlasur, su cargo actual.

En provincia de Buenos Aires, Carrió también logró una buena performance: su excandidato a vicepresidente Héctor "Toty" Flores va como segundo en la lista y Marcela Campagnoli (la hermana del fiscal) quedó también en un lugar expectante: aún con el peor resultado, va a llegar a ser diputada.

En la otra vereda de Cambiemos, los radicales resultaron los grandes perdedores. Es cierto, como dicen desde el PRO, que el partido centenario mantendrá los 25 diputados que pone en juego y que va a mejorar sus números en el Senado. Además encabezará 17 listas a diputados y 4 a senadores.

El problema no es de cantidades sino de calidades: los radicales se quejan de que no fueron ellos sino el PRO el que decidió los nombres de los aspirantes.

El mejor ejemplo es el de Santa Fe, donde el partido quería postular a Mario Barletta (expresidente del partido) pero Mauricio Macri terminó imponiendo a Albor Cantard, que hoy es secretario de políticas universitarias.

"Barletta fue demasiado crítico en campaña de nuestros candidatos y está asociado a la alianza con el socialismo, no parecía un candidato que representara la unidad", explicaron desde el PROa TN. En un partido como el radicalismo -de más de 100 años de historia- que no le dejen decidir sus propios candidatos no fue nada bien visto.

Llamó la atención en ese sentido la ausencia de Mario Negri en el encuentro en que se terminaron de definir las candidaturas. Justamente el radicalismo cordobés es el más perjudicado en el cierre. "Estaba en sesión en diputados", justificaron fuentes de esa reunión. Pero ni siquiera pasó a saludar.

Nobleza obliga explicar la respuesta del PRO a estos planteos radicales: "Hay que poner a los candidatos que sirven, no a los que dirigen el partido. En algunos casos nos planteaban candidaturas de personajes que internamente son muy fuertes pero con poca proyección o poco asociados al Gobierno nacional", explican.

El ejemplo sería Córdoba donde Macri tiene una altísima imagen positiva: la idea es que necesitan tener un candidato absolutamente asociado a Macri para traccionar esa imagen.

Otro argumento que explica el rechazo del PRO a ciertas figuras tiene que ver con que los candidatos deben respetar el manual de campaña del partido y de Jaime Durán Barba. "Muchos radicales siguen pensando la política como en 1900", dispara una autoridad del PRO.

PeronismoFlorencio Randazzo es por ahora otro derrotado. Su plan era competirle a Cristina Kirchner por dentro del peronismo.

No sólo no pudo llegar a esa competencia (porque la expresidenta le vació el espacio) sino que además le metieron competidores internos por el sello del PJ.

Ahora tendrá que encarar un doble esfuerzo: ganar su interna y luego evitar ser polarizado después de las PASO: ¿cuántos votantes de Randazzo estarían dispuestos a votar a Cristina con tal de que no gane Cambiemos? ¿Cuántos estarían dispuestos a votar al Candidato de Cambiemos con tal de que no gane Cristina?

Según últimas encuestas de una de las consultoras más importantes del país, el exministro K de Transporte podría tener un 7% de los votos, de los cuales la mitad se irían a Cristina si Randazzo no juega, 2% se iría a Massa y 1% al Gobierno.

La estrategia de pinzas que le hizo el kirchnerismo también sirvió para que se fueran algunos dirigentes de su espacio.

Massa, casi sin quererlo, también resultó un ganador de la jornada. Su último cierre de listas había sido tumultuoso, cuando en 2015 no lograba encontrar un candidato a vicepresidente.

Esta vez pudo cerrar sin inconvenientes en una lista bastante homogénea y sin grandes fugas: se le había ido el sindicalista Héctor Daer y se empezó a correr la bola de que Felipe Solá y Facundo Moyano se irían con Randazzo.

Pero viendo lo que pasaba en aquel frente ambos se quedaron y son candidatos. Hasta Hugo Moyano terminó apoyándolo por lo bajo.

Aunque para afuera todo quedó bastante homogéneo internamente si hubo algunos heridos: no les gustó a muchos dirigentes la forma personalista en que Massa encaró el cierre de listas. Pero eso da para futuras notas.

La gran incógnita es Cristina. ¿Ganadora o perdedora? Logró crear su espacio Unidad Ciudadana en Provincia. Logró aglutinar a la mayoría de los intendentes peronistas del conurbano cosa nada menor si se tiene en cuenta que hasta fin del año pasado todos parecían querer sumarse a las filas de Randazzo.

Pero perdió el sello del PJ, tuvo que enterrar al FpV y no logró pisar en las candidaturas de ninguna provincia, a excepción de Buenos Aires, Santa Cruz y Capital.

En este último caso, el kirchnerismo irá a una interna con destino incierto con otros sectores peronistas y progresistas. En algunos distritos "Unidad Ciudadana" irá con candidatos propios, pero sin mayores expectativas de triunfo.

Un párrafo final para el Frente de Izquierda, que otra vez logró cerrar una lista de unidad, pese a que las diferencias entre los espacios mayoritarios (Partido Obrero y PTS) parecían casi insalvables. Lograron llegar a un acuerdo lo cual los acerca a conseguir más bancas en la elección de octubre.

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