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¿Verdadero o falso?: esto dicen las estadí­sticas sobre la apertura indiscriminada de importaciones
29/06/2017 - 09:34hs

La polémica por las importaciones se está potenciando en plena carrera hacia las PASO

El tercero de los 15 puntos que conforman la plataforma de campaña del frente Unidad Ciudadana que impulsa Cristina Kirchner, de hecho, se refiere a la defensa de la industria nacional. 

Para ponerlo en perspectiva, este ítem está por encima de otros que forman parte del corazón de las críticas del kirchnerismo hacia el plan de gobierno de Cambiemos, como las tarifas, el endeudamiento externo o la "bicicleta financiera". 

En un duro análisis, el documento advierte que "está en marcha un plan de apertura total e indiscriminada de la economía". 

Además, señala que "por primera vez desde 1975 cae el PBI y aumentan las importaciones de bienes de consumo", un juego de variables que los economistas que acompañan a Cristina consideran que lo único que genera es "entregar el ya reducido mercado interno a las empresas extranjeras". 

La economista Fernanda Vallejos, que encabeza lista de diputados nacionales, también está calentando el debate y centrando sus críticas en el boom de compras al exterior

La nueva referente K afirmó que hay dos argentinas: una mayoría que "dejó de consumir bienes esenciales", como alimentos, y una minoría que "compra motos o autos de alta gama importados". 

La realidad es que en los últimos meses es cierto que se evidenció un mayor movimiento de marcas internacionales. 

En el caso del rubro automotor, están desembarcando compañías generalistas como Geely, de China, hasta otras de súper lujo, como Lotus

En el rubro alimentos, basta recorrer las góndolas de los supermercados para observar una proliferación de quesos de Francia o de marcas de fideos italianos, con salsas de tomate incluidas.

En indumentaria, tiendas como Zara, que hasta hace un par de años tenían un 90% de su oferta conformada por prendas nacionales, ahora ofrecen pantalones, remeras y camisas de Singapur o Tailandia

Una recorrida por comercios permite comprobar que hay una "efervescencia importadora". ¿Pero alcanza todo esto para considerar esta tendencia como una verdadera avalancha

En diálogo con iProfesional, el economista Gabriel Caamaño Gómez, del Estudio Ledesma destaca que "el Gobierno, en un principio avanzó bastante rápido, pero luego puso un poco el pie en el freno". 

Al analizar la foto actual, el analista precisa que "hoy no se puede hablar de una apertura fulminante. Los datos muestran que se está lejos todavía de los niveles de otros años". 

Entre enero y mayo, las importaciones totalizaron u$s24.800 millones, con un alza interanual del 12%. Sin embargo, descontada la variable precios, en volúmenes el alza fue sustancialmente menor: 7,4%. 

Además, este registro es menor al récord histórico -para ese período-, que tuvo lugar en pleno kirchnerismo, más precisamente en 2013, antes del reforzamiento del cepo cambiario y aduanero. 

En ese entonces, la "factura" a pagar por compras al mundo ascendió a casi u$s29.600 millones. 

Es decir que el nivel actual se encuentra un 16% por debajo de ese récord. No sólo eso, el registro de este año incluso está por debajo del de 2011, 2012 y 2014 (ver cuadro). 

En este punto, Marcelo Elizondo, ex director de Fundación ExportAr, apunta que "es cierto que las importaciones están creciendo. Pero lo que estamos viendo es una recomposición, porque veníamos de niveles bajísimos". 

El analista va más allá y afirma que, en base al ranking del Banco Mundial, la Argentina está entre los cinco países con el ratio más bajo entre importaciones y PBI

En este contexto, Elizondo reflota la fórmula que establece que por cada punto que se pretenda crezca la economía, entonces las compras al mundo deberán hacerlo en tres puntos

"Esto se debe a que la mayor parte de lo que ingresa del exterior está destinado a la industria", completa. 

Sin embargo, los analistas sí reconocen que, especialmente en bienes de consumo, hay ramas de actividadsensibles” que están sufriendo una mayor competencia importada. 

Pero trazan una diferencia: consideran que el problema principal no está causado únicamente por este flujo, sino por la combinación de este factor con el achicamiento del mercado por el enfriamiento del consumo

La "letra chica" de los bienes de capitalEn la última cumbre entre el presidente Mauricio Macri y la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), el tema de las importaciones estuvo entre los principales puntos de la agenda del día. 

Tras la reunión, el propio titular de la entidad, Miguel Acevedo reveló que, ante la preocupación planteada, los funcionarios respondieron que el incremento de las compras al mundo no hace sino "aumentar la competitividad de las empresas". 

Básicamente, porque gran parte de las mismas son maquinarias e insumos para la industria. 

¿Se están importando más bienes de capital? Las estadísticas, a grandes rasgos, así lo confirman.  

Entre enero y mayo entraron "fierros" por u$s5.334 millones, un 18% más que en 2016, al tiempo que esta cifra se ubicó un 15% por encima del promedio de la última década. 

Sin embargo, todavía se encuentra por debajo del récord, que se logró en 2011, cuando se habían superado los u$s5.500 millones en ese rubro (ver cuadro). 

Pero hay un detalle: no todo lo que entró fueron máquinas para industrias. El 30% de ese total fue material de transporte, lo que incluye desde aviones hasta trenes y vías férreas

Es decir que parte del crecimiento de los bienes de capital estuvo explicado por el empuje de la obra pública. De hecho, descontado este efecto, las compras al mundo de maquinaria crecen en realidad a un ritmo del 10%, 8 puntos menos. 

En este contexto, desde la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) advierten que hay "luces rojas" por los niveles de importación de silos, equipos de fumigación y sembradoras

Sin embargo, para Caamaño Gómez, "cuando se vienen de tantos años de restricciones, los números pueden confundir más que aclarar". 

A modo de ejemplo, entre enero y mayo las importaciones de sembradoras se dispararon un llamativo 1.100%. Básicamente porque ingresaron 65 unidades frente a las 5 que habían ingresado el año pasado. 

Insumos y componentes, al compás de la industriaDe los casi u$s24.800 millones totales de compras al mundo, casi el 50% correspondió a dos categorías: insumos y partes piezas para bienes de capital. 

El primer grupo es un "termómetro" clave que sirve para ver la evolución de la actividad productiva

Y los números reflejan el pobre dinamismo: 

-Durante los primeros cinco meses ingresaron materias primas por u$s6.800 millones.

-Esto representó una tibia suba del 3% en divisas, mientras que en cantidades hubo una caída del 3%. Es decir, el alza estuvo explicado sólo por los mayores precios

-Además, el registro de este año está un 20% por debajo del récord de 2011 e, incluso, es 5,5% menor que el promedio de la última década (ver cuadro). 

Esto se vincula al muy lento despegue de la actividad fabril.

Según el Índice de Producción Industrial de FIEL, si bien en mayo se registró un crecimiento interanual del 4,3%, en el acumulado del año el indicador todavía está en terreno negativo (-1%).

Respecto de las importaciones de partes y piezas para bienes de capital, se observa una situación muy similar: las compras al exterior están un 23% por debajo del récord histórico para ese período, alcanzado en 2013

En este capítulo se incluyen desde agropartes hasta componentes para el ensamblado de celulares, que vienen cayendo por la menor demanda interna de electro. 

Autos: fuerte saltoLas compras de autos al exterior, principalmente desde Brasil, sí se han disparado. De hecho, es el rubro más dinámico. 

Entre enero y mayo, la "factura" sumó u$s2.430 millones, un 45% más que en igual lapso de 2016 y exactamente el doble que en 2015.

Sin embargo, en este caso tampoco se puede hablar de récord: la marca histórica corresponde a 2013, año en el que casi se toca el millón de 0Km patentados (ver cuadro). 

 

Hay varias razones por las cuales entran más autos: 

-En la Argentina ya se dejaron de fabricar varios modelos chicos y populares, como los Chevrolet Classic y Agile o el Renault Clio Mio

-Este faltante de oferta está siendo complementado con vehículos producidos en Brasil, cuya industria está especializada en autos compactos. 

-Además, el país vecino sigue en crisis y está volcando casi el 70% de sus exportaciones en la Argentina. Esta sobreoferta permite que las unidades lleguen a precios bonificados

-A esto se suma el atraso cambiario, que potenció el mercado de las marcas premium, como Audi, BMW, Mini, con tasas de crecimiento de entre 100% y 300%. 

En este contexto, la industria automotriz está operando por debajo del 50% de su capacidad. Esto lo padecen los fabricantes de componentes

De hecho, la autopartista Hutchinson, del grupo Total Argentina, acaba de iniciar el proceso de cierre de su planta ubicada en Martínez, debido a "la falta de competitividad de la plaza local y el alto costo de mantener la empresa en funcionamiento".

Pese a todo, desde AFAC, la cámara sectorial, no hablan de avalancha. Pero sí de una suerte de "goteo continuo", potenciado por la crisis de Brasil y una mayor agresividad de China. 

Más bienes de consumo, menos ventasEste rubro, junto con el de autos, es de los más dinámicos. De hecho, con u$s3.288 millones acumulados durante los primeros cinco meses sí se puede hablar de récord. 

Así y todo, la cifra es muy similar a la de otros años en los que también se evidenciaba un avance del atraso cambiario, como 2013.  

El problema para industrias como la del calzado, textil y línea blanca, por nombrar algunas, es que estos mayores flujos se están combinando con una contracción de la demanda interna. 

En algunos casos sí hay un "boom", mientras que en otros, la situación se moderó. 

Ariel Schale, director ejecutivo de la Fundación ProTejer, una entidad emblema de los llamados "sectores sensibles", confirma a iProfesional que "si bien es cierto que se incrementó la entrada de textiles, sobre todo de producto terminado, el mayor problema no es tanto este flujo sino la retracción del consumo interno". 

"El tema de las importaciones es un factor adicional, pero la ´guadaña´que está afectando al sector es la caída de las ventas", agrega.  

En el caso de la industria del calzado, la entrada de productos de Asia o Brasil creció 21% en volúmenes en el primer cuatrimestre, según Fecoba.

Esta industria todavía ostenta un predominio del 80% del mercado interno, de la mano de cerca de 100 millones de pares anuales.

Sin embargo, con el consumo interno en baja, hubo empresas que debieron cerrar sus puertas, como fue el caso de Herzo o Unisol, que fabricaban zapatillas bajo la marca Puma.

En este contexto, surgen las tensiones. Fabricantes de calzados vienen reclamando más protección, pero en el Gobierno tienen la visión de que una mayor competencia externa le pone un techo a los precios, tal como está sucediendo con las notebooks, tras la eliminación de aranceles. 

Dentro de los bienes de consumo también están los alimentos: en el caso de los elaborados, acumulan un alza del 36%, mientras que los básicos (como frutas o verduras), subieron 22%.

Para los analistas, parte de este ingreso está vinculado con el atraso cambiario, que alienta la entrada de fideos italianos, quesos franceses, jamón español y chocolates suizos, por nombrar algunos ejemplos. 

Sin embargo, para Caamaño Gómez, se trata de productos de alto valor que no compiten de manera directa con la oferta local y, además, su incidencia sobre el total es muy baja

En diálogo con iProfesional, uno de los representantes exclusivos de una reconocida marca de pasta italiana, con presencia en supermercados, asegura que “la participación global no llega al 1%”. 

En lácteos se registró un salto del 175% de las compras al exterior. Esto explica por qué las góndolas se poblaron de quesos Philadelphia, de camembert con sello de Francia y hasta de chedar de Brasil.

Sin embargo, las cifras son elocuentes: las importaciones sumaron u$s11 millones, mientras que las exportaciones totalizaron u$s290 millones. 

“Se vende al mundo por una cifra casi 30 veces superior a lo que ingresa. Esto, sin contar los miles de millones de pesos que mueve el mercado interno con producción nacional”, argumenta una fuente cercana a la Secretaría de Comercio. 

El técnico reconoce que en una economía dinámica, el ingreso de lácteos importados "no generaría ruido”, por la bajísima incidencia en el mercado total.

Sin embargo, este flujo cobra relevancia cuando una de las industrias insignia, como SanCor, está atravesando una fuerte crisis, a lo que se suma el drama de las inundaciones y el cierre de cientos de tambos en los últimos años por problemas de rentabilidad. 

En frutas sucede algo parecido: las importaciones crecieron 13% en cantidades, según el SENASA. Pero al interior de las estadísticas se observa que: 

-De las 22.000 toneladas extra respecto del año pasado, el 50% estuvo explicado por una fruta con bajísima producción local, como es el caso de las bananas

-Otras 1.500 toneladas correspondieron a paltas, que históricamente ingresan de Chile o México

En el caso de los limones, hasta el momento ingresaron 1.800 toneladas, un 900% más que en 2016. Sin embargo, para ponerlo en perspectiva, la Argentina produce 1,6 millones de toneladas. De modo que la competencia del exterior equivale al 0,1% del negocio local. 

Así las cosas, la foto "macro" muestra que se está lejos de una avalancha, mientras que al interior de algunas ramas de actividad sí hay una creciente competencia, pero que se vio potenciada por la caída del consumo y por un deterioro de las exportaciones, afectadas por el atraso cambiario. 

Claro que el debate no hará más que potenciarse, a medida que falten menos días para las PASO.