La noticia no sorprende. Aunque en los últimos tiempos casi no se hablaba de peleas entre ellos, tampoco se los veía juntos. Luciana Salazar y Martín Redrado anunciaron su separación a través de las redes sociales.

En un escueto comunicado explicaron: "El amor que nos tuvimos ha terminado".

"Queremos comunicarles que después de mucho diálogo y reflexión decidimos poner fin a nuestra relación", comienza el texto.

"Guardamos los mejores recuerdos y experiencias de los tiempos compartidos y un profundo respeto entre nosotros", asegura el posteo que lleva la firma del economista y de la modelo.

pic.twitter.com/8nBrX7lJEJ — Martín Redrado (@martinredrado) 1 de julio de 2017

Del mismo se desprende que terminaron en buenos términos.

El deseo de ella de ser madre habría sido determinante para no continuar con el vínculo. También influyó que Redrado prioriza la relación con su hija, quien no se lleva muy bien con Luciana.

"Congelé mis óvulos para ser mamá", reconocía la propia Luli en agosto del año pasado en la revista Caras. Desde entonces, ella tenía decidida la separación, si era el precio que tenía que pagar para cumplir su sueño de ser madre. A tal punto, que el tratamiento lo había comenzado sola, el 20 de julio en Miami.

"Es una decisión mía, de mujer, de querer tener óvulos bien jóvenes que estén perfectos y contar con la posibilidad de ser madre más adelante", decía en ese entonces.

"No influye su decisión, hay cosas que son determinaciones individuales que no hay por qué preguntarlas. Si se da bienvenido, sino, tengo mis óvulos congelados", concluyó dejando en claro que ser padres no era un proyecto de la pareja.