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Se comercializarían unas 12.000 unidades este año, lo que supone un alza de 60%. No sólo ganan share las marcas clásicas, también avanzan las de súper lujo
08/09/2017 - 16:05hs

En 2016, el mercado de autos premium tuvo el primer golpe de suerte después de dos años para el olvido, de la mano de la apertura de las importaciones y la liberación del mercado cambiario. 

Los cambios se vieron reflejados en las ventas, que pasaron de 3.500 unidades en 2015 a 7.500 en 2016. Sin embargo, para los importadores, el potencial de la Argentina es un mayor.

Y ven en este 2017 la oportunidad para dar el gran salto en el volumen de patentamientos

Si bien el mercado automotor total acumula un alza del 30% durante los primeros ocho meses del año, se prevé que el mercado de alta gama crezca muy por encima de las marcas masivas, con un aumento estimado hasta fin de año cercano al 60%. 

"Este año se proyectan vender hasta 12.000 autos premium", comentó a iProfesional Hernán Amenabar, gerente general de Ditecar, importador de Volvo, Jaguar y Land Rover.

En cuanto a la penetración actual de este segmento en el mercado total, en la actualidad es de 1,5%, un nivel que implica una importante suba respecto de 2014, cuando el share era de 0,6%.

Sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer: para estar a tono con el resto de la región, entonces dicha participación debería al menos duplicarse

"Si comparamos el market share de las marcas premium en la Argentina respecto del de los países desarrollados, entonces estamos muy lejos, ya que llega en promedio al 15%; pero si tomamos como referencia a Chile o Colombia, en esos mercados va del 3% a 3,5%, y a eso debería aspirar la Argentina", agregó Amenabar. 

"Hay un potencial tremendo y se espera que el crecimiento de la demanda en los próximos tres años sea mayor al incremento de las marcas masivas", recalcó el directivo.

"Venimos de un escenario con mucha demanda deprimida, que ahora está sobredemandado. La normalización arrancó en octubre del año pasado y ahora estamos en un momento de venta proactiva. En general, todas las marcas crecen entre 5 y 10 puntos mensuales", sostuvo Rolf Epp, responsable de BMW Argentina.

Epp coincide en que esta categoría continuará apuntalándose.

"La participación debería duplicarse en los próximos años, algo que es viable. Hoy sigue siendo un mercado chico comparado con los patentamientos totales. No aspiramos a ser Alemania, que vende un 30% de modelos premium; o Estados Unidos, donde representa el 10%. Pero sí podemos igualar a otros países de la región", sostuvo.

Cambio de estrategia

El crecimiento previsto en el segmento de alta gama viene acompañado de varios cambios que se dieron en el sector.

Por un lado, la demanda latente que busca ponerse al día, después de un 2014 y un 2015 en los que faltó la oferta. 

"El cliente estaba esperando los nuevos modelos. En nuestro caso, sumamos muchas opciones de más volumen junto con la actualización de vehículos fundamentales para la marca, como el nuevo Q5. Además, renovamos toda la familia deportiva, que es de imagen. Todo eso se traduce en ventas", comentó Gonzalo Cassina, gerente de Audi.

En el caso del Grupo BMW -que incluye a Mini- este año apuntan a superar cómodamente las 3.500 unidades en la Argentina. 

Para ello, tuvieron un 2017 muy movido en cuanto a lanzamientos: presentaron los nuevos Serie 1, Serie 2 Cabrio, M2 Coupé, Serie 4 Coupé, Cabrio y Gran Coupé. También, las X5M y X6M y los nuevos Serie 5 (foto) y Serie 7.

En paralelo, Mini importó el nuevo Countryman. 

Por otro lado, se está consolidando el resurgimiento de muchas marcas que prácticamente se habían discontinuado, como consecuencia de los impuestos y trabas para importar. Esto abrió el abanico de ofertas a disposición del consumidor.

Junto a las tres líderes, como BMW, Audi y Mercedes Benz, ahora están muy activas Volvo, Land Rover, Jaguar, Porsche y hasta marcas de súper lujo, como Maserati y Ferrari. 

Las compañías premium, además de sus modelos más tradicionales, también están sumando nuevas propuestas de entrada de gama, las cuales son más accesibles al contar con menos equipamiento pero manteniendo el mismo nivel de calidad.

Esto les permite posicionar estas unidades prácticamente en la misma escala de precios que otros vehículos del mismo segmento pero de marcas masivas.

"Hoy nos encontramos con la buena noticia de que los autos entry level del segmento premium están a un valor similar al de un auto de marca generalista, y ello activa las ventas", explicó Ignacio Pierrez, Volvo Manager Argentina.

En este caso, la compañía de origen sueco arrancó el año con expectativas de venta de 320 unidades frente a las 181 del año pasado. Sin embargo, ahora creen que se podrían alcanzar las 400.

Además, cuentan con un line-up interesante, ya que arranca con un Volvo V40 a u$s40.000, y se extiende hasta los u$s125.000 con el SUV XC90.

"En Volvo se renovó toda la línea con una estética de vanguardia. Además, tenemos el auto más seguro del mundo con valores cercanos a un tope de gama generalista", agregó Pierrez.

Hacia adelante, se sumarán el V40 Cross Country, que llegará en agosto; y el S90 sedán, un vehículo de nicho que competirá con el Mercedes Benz Clase E y el BMW Serie 7. "Con estos productos, las ventas del grupo se podrían duplicar hacia 2019", comentó el directivo.

Otro ejemplo es Jaguar. La marca vendía apenas entre 6 y 10 autos por año en la Argentina, mientras que actualmente vende esa cantidad por mes.

"Se invirtió mucho para entrar a nuevos segmentos y hoy tenemos un line-up con modelos de entrada de gama más accesibles. Por ejemplo, tenemos un sedán mediano a u$s59.000, y entramos en nuevos nichos, como es el caso del F-Pace, el primer SUV en la historia de la compañía, que nos atrevimos a lanzar en el país", agregó Amenabar.

En el caso de Land Rover, una marca especializada en todoterrenos, la gama de opciones arranca en un precio que está a la altura de gran parte de la competencia: u$s69.000. Ese es el caso del Discovery Sport, mientras que los valores llegan hasta u$s180.000, como sucede con el Range Rover.Porsche es otra de las compañías que desde el año pasado lleva adelante una intensa renovación de productos que permitió que las ventas prácticamente se sextuplicaran

"De las 16 unidades vendidas en 2016, saltamos a 90 este año", explicaron en un concesionario.

En cuanto a las novedades presentadas en el año, se encuentran el 911 Turbo y 911 Turbo S (Coupé y Cabrio), el 718 Boxster y 718 Cayman; el 911 Carrera 4S Coupé y Cabrio, las cuales se suman a nuevas versiones del SUV Cayenne y la última generación del Macan. 

Otras marcas que se reactivaron son Ferrari y Maserati. Esta última ya vende el SUV Levante; un sedán para el segmento E, llamado Ghibli, y el Gran Turismo Sport, una renovación de la coupé clásica de la marca.

En el caso de Ferrari, presentó el California y el 488 GTB, una berlina clásica.

Para completar la oferta Lotus, el fabricante británico de deportivos de lujo, anunció en el Salón del Automóvil de Buenos Aires que comenzará a vender sus modelos en el país y su desembarco será con tres productos, cuyos precios irán de los u$s90.000 a los 240.000 dólares.

El dólar y los precios, en la miraLas buenas expectativas del sector están ligadas al contexto económico, y si bien en la mayoría de los casos hay confianza en las reglas de juego que impuso este Gobierno, quedan algunos temas por resolver.

Por un lado, se formalizó que el impuesto interno seguirá sin cambios hasta diciembre, lo cual no afecta a estos productos, ya que casi todos los modelos están alcanzados por la medida.

El único problema es que pasen de la primera a la segunda barrera, que se establece a partir de los $800.000 de precio venta de fábrica.

"Algunos modelos corren el riesgo de pasar de pagar un impuesto del 10% al 20%, pero por ahora no cambió demasiado", confirmaron en BMW.

Donde sí hay un llamado de atención es en lo que pueda suceder con el dólar, ya que una mayor suba puede detener las ventas (especialmente en quienes no tenga las dividas y se maneje con pesos).

"Siempre impacta la volatilidad del dólar. El mercado reacciona en todos los casos. Si baja, genera un efecto negativo, porque si el consumidor cree que seguirá con esa tendencia, posterga la decisión de compra. Si sube también afecta, aunque se puede dar que decidan más rápido antes que siga el cambio", comentó Epp.

Sin embargo, aclaró que "el mayor inconveniente es cuando el movimiento es muy abrupto. Eso no ayuda al negocio". 

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