Volkswagen dio a conocer en un evento tecnológico en Hannover el Gen-E, un auto de laboratorio que tiene un gran parecido con el Golf, lo cual además de anticipar las nuevas tecnologías despertó interrogantes sobre el futuro modelo de octava generación.

En cualquier caso, cabe remarcar que no se trata de un concept o prototipo sino de un 'esqueleto' en el que Volkswagen ha implementado sus desarrollos para testarlos y posteriormente equiparlos de la mejor manera posible en la familia I.D.

Esta nueva gama de productos se compone ya de tres concepts eléctricos y será la encargada de, a partir de la próxima década, representar la movilidad sin emisiones de la marca.

En el evento celebrado en Alemania, Volkswagen ha mostrado con este vehículo algunas de las novedades que se incluirán de forma inminente en los nuevos modelos.

Entre sus soluciones, enfocadas principalmente a la movilidad eléctrica y autónoma, destacan la sustitución de los espejos retrovisores convencionales por cámaras que proyectarán la imagen del exterior en la pantalla de la consola central, los tiradores de las puertas sumergibles en la carrocería y la apertura de estas -solo tiene dos- hacia arriba. Por otra parte, la entidad afirma que la arquitectura está enfocada a maximizar la ligereza conservando la seguridad.

Otro factor que la marca considera trascendental en el viraje hacia los motores eléctricos es el elevado tiempo que conlleva recargar las baterías. A fin de aminorar el proceso, Volkswagen ha ideado unos robots autónomos que operarán en los estacionamientos mientras, por ejemplo, alguien se detiene en un centro comercial para tener así disponible el vehículo al finalizar la compra.

Asimismo, la autonomía mínima que promete la marca para la próxima generación de vehículos sin emisiones es de 400 km gracias a las renovadas células de iones de litio y una mayor eficiencia del motor eléctrico.