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Es el cálculo que hacen desde el Gobierno, que planea bajar 0,5 puntos por año la presión fiscal. El gasto público se presenta como el mayor escollo
09/07/2017 - 18:51hs

La reforma tributaria es uno de los grandes objetivos del Gobierno. Si bien planean presentar un proyecto luego de las Legislativas de octubre, desde el Ejecutivo esperan que tardará una década en verse los resultados.

Cuando asumió Néstor Kirchner, en 2003, la presión tributaria estaba casi once puntos por debajo del 32% actual. Recién en cinco años podría llevarse al 28%.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y su vice, Sebastián Galiani, presentaron hace unas semanas un informe de casi 150 páginas en Casa Rosada con los lineamientos y propuestas.

En el encuentro estaban el presidente Mauricio Macri; el jefe de Gabinete Marcos Peña; y los ministros coordinadores Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. La idea es modernizar el esquema tributario como ya lo hicieron recientemente Chile y Uruguay.

Claro que la eliminación de exenciones y la introducción de nuevos impuestos podría enfrentar a ministerios con los sectores. Y, además, abrir un frente de conflicto entre el Estado y las provincias.

Sucede que uno de los impuestos que se desean quitar es Ingresos Brutos, pero el Gobierno deberá ofrecer algo a cambio. Mientras tanto, las economías regionales están asfixiadas por diferentes tasas: la presión tributaria en las provincias pasó de 3,8% del PBI a 5,7% en la última década.

También habrá una negociación en el Congreso. Tras las Legislativas, ningún bloque tendrá mayoría absoluta y podría haber una disputa entre Cambiemos y el Peronismo. En el medio, podrían ganar protagonismo otros espacios, como el Frente Renovador.

"Tardaremos al menos diez años en bajar la presión tributaria al punto de partida. En 2000 era 22%", señalan desde el Gobierno, que aspiran a llegar al equilibrio fiscal en 3 o 4 años. El objetivo será bajar la presión fiscal 0,5 puntos por año.

"¿Si reducimos impuestos perdemos recaudación? La Argentina cobra 21% de IVA y recauda 7,2% del PBI. Nueva Zelanda cobra 15% y recauda 9,8% del PBI", sintetizan, lo que deriva en que no hacen falta más impuestos, sino mejores impuestos.

"El eje de la reforma será aumentar la base imponible, bajar la evasión e incentivar el crecimiento", afirman como otro de los objetivos.

Desde el ámbito privado, la principal traba para el proyecto será el gasto público.

En este sentido, Marcelo Capello, titular IERAL-Fundación Mediterránea, señaló que "hay que descartar que Argentina vuelva a tener los niveles de impuesto de hace 15 años porque hoy el gasto es mayor".

"El gasto público tiene componentes que en esa época no existían como las jubilaciones y moratorias. Y el Gobierno observa que esto es difícil porque la rebaja de subsidios es compensada por el gasto previsional", remarcó a Clarín.

Por su parte, Daniel Artana, de FIEL, coincide: "No creo que se vuelva a la relación entre recaudación y PBI cercana a 20%. La sociedad quiere un gasto público mayor".