Steve Wozniak, cofundador de Apple, habló en la Campus Party México, en la ciudad de Guadalajara, donde aseguró: "A mí no me importa el dinero". 

"Steve Jobs era la persona de negocios. Él quería el éxito y encontró el dinero para hacerlo", dijo el informático (en la foto), cuyo relato sobre la fundación de Apple deja de lado la dificultad de emprender una empresa en 1976.

"Técnicamente fue muy fácil empezar porque en mi cabeza estaba el diseño de la Apple II, que fue el prototipo con el que comenzamos la compañía. El principal obstáculo fue conseguir dinero para construir computadoras en serie", contó.

Allí fue donde Jobs jugó un papel clave al conseguir el financiamiento de las primeras 1.000 computadoras Apple.

Wozniak decidió en 1985 dejar la firma para, según él, buscar la felicidad. "No importa lo exitoso que seas, no tienes que cambiar tus valores y principios", aconsejó a los jóvenes espectadores.

Wozniak aseguró que más allá de la educación y el éxito, los emprendedores tecnológicos deben buscar la felicidad y, sobre todo, la verdad. "La verdad es lo más importante en la vida y decir las cosas de la manera en la que son", explicó.

Para poner un ejemplo, el cofundador de Apple habló sobre las películas que cuentan la historia entre él y Jobs. La que quedó mejor parada es Piratas de Silicon Valley (1999) porque "tiene una idea" de lo que sucedió; y la peor, el retrato que Ashton Kutcher hizo de su ex socio en Jobs (2013).

Una forma para hallar esa felicidad, reconoció, fue ayudar a otros. Wozniak recordó, por ejemplo, cuando ayudó al mexicano Arturo Bejar, director de ingenieros en Facebook, a costear su educación en el Reino Unido. "Lo ayudé con la condición de que cuando pudiese hiciera lo mismo por otros jóvenes", explicó.

Wozniak no formó parte de la segunda ola de Apple que hizo al iPhone, pero sus seguidores se preguntan qué haría si en sus manos estuviera el futuro del móvil.

"Lo que añadiría es una estructura más abierta donde algunos productos de Apple sean más abiertos al mundo. Abriría aplicaciones como Facetime o iMessage para hacerlas más accesibles a programadores como una fuente donde puedan añadir o quitar funciones", propuso.

Este ingeniero informático no deja de sorprenderse por el presente que está en el día a día de cualquiera que se siente frente a una computadora o utilice un teléfono móvil.

"Cuando comenzamos teníamos un par de ideas sobre lo que la gente quería como una computadora personal. Pero nunca pensamos que todo eso nos llevaría hasta aquí", aseguró.