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La "promo" bancaria de Vidal, arma de doble filo: cómo un éxito comercial puede ayudar a Cristina
13/07/2017 - 11:43hs

Otra vez el macrismo recurrió a una medida económica que luego se le puede transformar en un arma de doble filo.

En este caso, un descuento promovido por una entidad estatal -para ayudar al consumo de alimentos- terminó siendo un recordatorio y sobre la caída del salario real.

Desde el punto de vista comercial, la "promo" del Banco Provincia resultó un éxito descomunal: las rebajas del 50% en productos de la canasta familiar en supermercados de la provincia y Capital captaron la atención de miles de personas. 

Desde el punto de vista político, esa acción promocional pudo tener un costo potencialmente elevado para el Gobierno.

Las ocho cuadras de ciudadanos en la oscuridad de la madrugada y bajo la fría llovizna invernal -esperando la apertura del supermercado Nini de La Plata- fue, para muchos, un claro exponente de la caída del poder de compra.

En plena campaña electoral, esas imágenes se acercaron a todo lo que el Gobierno quiere alejar de la agenda y, por el contrario, aquellos en los que el kirchnerismo quiere machacar: que la población tiene problemas para llegar a fin de mes.

Por lo pronto, ya comenzó  la "batalla por la interpretación" de este evento. 

La propia gobernadora, María Eugenia Vidal, defendió la acción promocional al señalar que es una forma de volcar el dinero público al servicio de una mejora en las condiciones de vida.

Es cierto que no se vieron imágenes de desesperación y que la mayoría de los compradores era de clase media (ya que había que tener tarjeta de crédito, es decir estar bancarizado).

Aun así, el resultado no pareció el buscado inicialmente por el Gobierno.

Los problemas logísticos del supermercado Nini en La Plata hicieron que muchas personas quedaran literalmente encerradas. Ante el aluvión de compradores, se tuvo que bajar la reja como medida de seguridad. 

En consecuencia, hubo gente adentro impedida de salir tras seis horas de permanencia. Afuera, en tanto, se veía una multitud que no podía ingresar luego de hacer una larga fila a la intemperie.

La iniciativa hizo explotar la demanda en comercios adheridos. Entre ellos Coto, Chango Más, Walmart, Toledo, Carrefour, Coral, Vea, Disco, DIA, Cooperativa Obrera, Jumbo, La Anónima, Nini, Planeta y La Providencia.

Visiones contrapuestasLa acción promocional del banco se transformó en el hecho político del día. Hasta llegó a ser trending topic en Twitter y acaparó la atención de los medios de comunicación.

Las redes sociales se llenaron de comentarios. Hubo profusión de fotos de personas esperando para aprovechar el descuento, acompañadas de comentarios del tipo "menos mal que no íbamos a ser Venezuela" o "los juegos del hambre". 

A medida que avanzó la jornada, este hecho pasó a ser materia de análisis y de debate en los programas televisivos de información política.

Para los medios más afines al kirchnerismo, no hubo dudas sobre cómo sacarle rédito: se asoció la afluencia de compradores a una postal de pobreza, lo cual supone un anticipo de cómo este tema será tratado durante la campaña.

Las mayores aglomeraciones ocurrieron en aquellos supermercados ubicados en La Plata, el escenario de la batalla electoral que tiene nada menos que a Cristina Kirchner como protagonista.

La ex mandataria, claro está, busca sacar el mayor rédito posible de las dificultades económicas que atraviesa el Gobierno. 

De hecho, el día anterior había participado de la asamblea de trabajadores despedidos de Atucha, en la ciudad de Zárate.

En otras palabras, la jornada de los descuentos del Provincia se convirtió en un hecho muy tentador para ser explotado con fines proselitistas.

Con cifras de consumo que no reflejan el rebote esperado por el Gobierno, esa interminable fila para comprar artículos de primera necesidad remite precisamente a todo lo que el kirchnerismo quiere instalar como materia de debate.

Concretamente, a la caída del salario real, a los problemas de empleo y a los derivados de la persistente inflación en alimentos.

La lectura que se hace en el macrismo es bien distinta. Según pudo saber iProfesional de fuentes oficiales, hubo euforia en el equipo de la gobernadora Vidal ante la respuesta masiva a la iniciativa.

La evaluación que hace es que este tipo de estrategias promueve el consumo y mejora el humor social. 

Más aun, ahora se espera que esta iniciativa se vea reflejada en el accionar de varias cadenas que operan en ciudades del interior de la Provincia; que  apunten a captar más afluencia de público incrementando sus acciones promocionales y publicitarias.

En el análisis fino de la promo, uno de cada cuatro clientes que la utilizó es docente. En tanto, dos de cada diez son jubilados.

De acuerdo con datos brindados a este medio, la gran mayoría que quiso aprovechar las rebajas pertenece al sector de ingresos medios y medio-bajos.

En su primera jornada, la medida tuvo un aprovechamiento homogéneo en toda la provincia de Buenos Aires. El 14% de las transacciones fueron realizadas en Avellaneda, seguido de Morón, Olivos, Bahía Blanca, Mar del Plata y La Plata.

Si la participación se mide por la cantidad de clientes, Bahía Blanca y Mar del Plata fueron las zonas en las que más personas recurrieron al beneficio, seguidas de Tandil, Junín y Pehuajó.

En lo que respecta a la posición competitiva del Banco Provincia, la promo se constituyó en un gran golpe de efecto: le otorgó un muy elevado rédito tanto en fidelización de clientes como en su plan de promover el uso de la tarjeta.

La expectativa en filas oficialistas es que la población interprete este subsidio al consumo como una forma de ayuda social. Y que sepa que en la gestión Scioli nunca fue posible realizar algo de este tipo por la mala administración del dinero público.

"Scioli dejó al Banco Provincia con una deuda de $30.000 millones. Hemos logrado sanearlo y ahora podemos hacer promociones para favorecer a la gente", indicó una fuente de la entidad a iProfesional

A modo de ejemplo, señaló que en la gestión previa el banco estaba retirado del mercado del crédito hipotecario, mientras que ahora esta línea de financiamiento pasó a ser una de las principales impulsoras de los nuevos planes que indexan por UVA. 

También, hizo referencia a otro logro, como el de ya haber otorgado 25.000 préstamos para la compra de autos. Y mencionó los planes de 50 cuotas para la adquisición de materiales de construcción.

La batalla por la interpretaciónEse optimismo oficial, sin embargo, contrasta con el tono del debate político. 

Los propios funcionarios del banco tienen claro que la acción marketinera del Provincia generó "chicanas" en las redes sociales.

Como en otras ocasiones, dependerá de las habilidades de los respectivos comités de campaña el poder determinar con precisión si este episodio termina jugando a favor o en contra del Gobierno.

En principio, quedó la sensación de que hubo factores no previstos que pudieron detonar un "efecto boomerang". 

Los testimonios televisados de personas que acababan de comprar alimentos con un subsidio estatal del 50% (y que lejos de mostrarse agradecidas aparecían enojadas con la gobernadora y el Presidente) prendieron una luz amarilla en el bunker macrista.

Por momentos, la jornada hizo recordar a la de la Expo Empleo Joven organizada por el gobierno de la Ciudad ya que, de modo involuntario, se transformó en claro testimonio sobre la actual dificultad para conseguir trabajo. 

Acudieron 175.000 personas y las imágenes de jóvenes haciendo fila para recibir formularios de postulaciones hicieron que se le dé otra lectura a un evento que, en principio, proponía la difusión sobre las oportunidades laborales en áreas no tradicionales, como la de tecnología.

El éxito comercial de la promo del Provincia lo aleja de experiencias fallidas. Como la del plan Precios Transparentes del Banco Central, pensado para favorecer a consumidores pero cuya primera consecuencia fue la caída en el consumo.

Esta vez, queda la duda sobre si el macrismo se habrá anotado un éxito o si incurrió en un nuevo "error no forzado".

Para el politólogo Sergio Berensztein, hay motivos para pensar que, en el balance, el Gobierno tenga más para ganar que para perder. 

"Las medidas que promueven el consumo, en general, implican una mejora del humor social y eso siempre termina reflejándose en un beneficio político para el gobernante de turno", afirma el analista.

De todas formas, admite que, en materia de subsidio al consumo y otros rubros de asistencia social, al macrismo le falta mostrar un manejo que el peronismo domina con destreza.

Según Berensztein, hoy día se vive una situación muy compleja, que ha hecho que más gente haya cambiado sus hábitos de consumo y vaya a comprar a los mayoristas al ver que no le alcanza el dinero. 

"Hay cierto clima de fatiga. Y es cierto que si estas promociones generan incidentes pueden provocar malhumor. Pero creo que las quejas que hemos visto no reflejan la visión de la mayoría", añade el analista.

En todo caso, como profesional de la opinión pública, avisa que espera a ver mediciones antes de afirmar cuál puede ser el impacto electoral de esta estrategia oficial.

Lo que parece claro es que la repercusión mediática de temas vinculados con el consumo supera, por lejos, a la de otras cuestiones de la agenda nacional. 

Tanto, que las colas en el supermercado Nini opacaron las noticias del tenor del posible desafuero de Julio De Vido o a la indagatoria sobre Alejandra Gils Carbó.

Acaso, esto fue una confirmación para quienes sospechan que las denuncias por corrupción están teniendo un "efecto decreciente" sobre la opinión pública.

La economía vuelve a ubicarse como el tema central de una campaña electoral.

Resta ahora saber si la estrategia macrista de incentivar el consumo servirá para congraciar al Gobierno con los segmentos más sufridos de la población o si, como ya ocurrió, operará como un recordatorio de las dificultades para llegar a fin de mes.