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Los cambios reducen el margen para acciones legales en disputas laborales, regulan el teletrabajo y dan flexibilidad para definir horarios y vacaciones
13/07/2017 - 12:58hs

El Senado de Brasil aprobó la primera gran reforma a las normas laborales en siete décadas, en una victoria crucial para el asediado Gobierno del presidente Micher Temer en su intento por sacar al país de la peor recesión de su historia.

El proyecto, que moderniza una ley de la década de 1940, fue aprobado por 50 votos a favor y 26 en contra y será enviado a Temer para su promulgación.

Los cambios reducen el margen para acciones legales en disputas laborales en la mayor economía de América Latina.

El trabajo remoto pasará a estar regulado y las compañías tendrán más flexibilidad para definir horarios de trabajo y vacaciones.

La aprobación de la ley en el Senado no implica necesariamente que Temer tenga el respaldo necesario en la Cámara baja como para evitar una suspensión de su cargo más adelante este mes en caso de ser juzgado por corrupción. Pero sí demostró el apoyo de su coalición para sacar adelante su agenda económica, algo que los inversores ven como crucial para reflotar la actividad brasileña.

De hecho, la sesión fue marcada por una protesta inédita, en la que senadoras de oposición hicieron una ocupación de siete horas, de la Mesa que comanda los trabajos de la Casa.

Sin apoyos suficientes para derribar la reforma, los opositores intentaron impedir que la propuesta fuera a voto. Al punto que el presidente Eunicio Oliveira (PMDB) mandó apagar las luces y los micrófonos del plenario y suspendió la sesión.

La nueva ley da mayor flexibilidad para los trabajos a tiempo parcial y los contratos temporales.

"Los cambios a la ley harán que el mercado laboral sea más flexible y, por sobre todas las cosas, rebajará los riesgos asociados con nuevas contrataciones", dijo a Reuters Alessandra Ribeiro, economista de Tendências Consultoria.

Los sindicatos dijeron que los cambios reducen la seguridad laboral, al tiempo que debilitan su poder por la eliminación de la sindicalización obligatoria.

"Ningún senador hizo campaña en su distrito a favor de una reforma laboral", dijo la senadora del Partido de los Trabajadores Gleisi Hoffmann en la cámara durante un fallido intento de la oposición por obstruir la votación. "Ninguno de ustedes recibió un mandato para votar esta reforma", añadió.

Algunos senadores de la alianza gobernante se opusieron a algunas partes de la ley, pero acordaron votarla exactamente como fue aprobada por la Cámara baja luego de que Temer prometiera hacer algunos pequeños cambios a través de un decreto provisional.

La mayor parte de las propuestas económicas de Temer siguen adelante pese a la crisis política. El mandatario fue acusado el mes pasado de aceptar millones de dólares en sobornos, pero la Cámara baja debe votar si permite que la corte suprema juzgue al líder conservador, que negó en repetidas ocasiones haber actuado mal y se niega a renunciar. 

Tras la votación, el líder del gobierno y relator de la reforma laboral en el plenario, Romero Jucá del PMDB, destacó la promesa del presidente Michel Temer de sancionar una medida provisional con ajustes a la reforma, además de vetar algunos puntos del texto.

Entre ellos se incluye la modificación del artículo que versa sobre la jornada de 12 horas por 36 de descanso, para estipular que sólo podrá ocurrir por acuerdo colectivo.

Otros artículos además serán vetados, entre ellos uno que desvincula el valor de las indemnizaciones al salario del trabajador, otro que permite que embarazadas y en período de lactancia trabajen en lugares insalubres y la creación de la figura del autónomo exclusivo.

Además, el gobierno cambiará el artículo que legisla sobre el trabajo intermitente, para estipular un período de 18 meses para que los trabajadores despedidos sean contratados por ese régimen.