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El macrismo contraataca: prepara baterí­a de datos para responder crí­ticas de CFK sobre tarifas, deuda y consumo

En Jefatura de Gabinete pidieron a los ministerios que realizaran documentos sobre la gestión actual y la pasada. Buscarán refutar las "mentiras" de CFK
16/07/2017 - 05:04hs
El macrismo contraataca: prepara baterí­a de datos para responder crí­ticas de CFK sobre tarifas, deuda y consumo

Si hay algo que tienen claro en Casa Rosada en el inicio formal de la campaña por las PASO, es que la opositora más acérrima -Cristina Fernández de Kirchner- utilizará la economía como eje de sus críticas al oficialismo.

Esto ya se advierte en el armado de listas y en el protagonismo que ganó la economista Fernanda Vallejos, primera candidata a diputada nacional por el kirchnerismo y discípula de Axel Kicillof, actual "ghost writer" de los discursos económicos de CFK.

El acto de lanzamiento de campaña en Mar del Plata ha sido un anticipo sobre cuál será la tónica. La ex mandataria recurrió a testimonios de desempleados de la industria pesquera, empresarios pyme afectados por la importación y taxistas que sufren la recesión.

Para enfrentar este embate, un equipo de funcionarios está abocado a preparar una catarata de datos estadísticos para refutar la acusación de que las medidas tomadas por Mauricio Macri se basan en "un gobierno para ricos".

"Sabemos que nos van a correr con números inventados sobre la década ganada. No tenemos problema en meternos en esa discusión. Por suerte, y muy a pesar de ellos, volvimos a tener estadísticas públicas confiables ", reseña a iProfesional una fuente de la jefatura de Gabinete.

En el Gobierno son conscientes de que la economía será trending topic de la campaña. También, de que más allá de los "brotes verdes" que pueda mostrar, el nivel de actividad y empleo no serán puntos fuertes de Cambiemos.

El funcionario de Casa Rosada que aceptó dialogar con iProfesional anticipa que la oposición irá valiéndose de diferentes cifras, según el momento y las circunstancias, ya que no todas las ramas de actividad se irán recuperando de igual modo. Advierte que las mejoras se irán dando pero de manera despareja.

"Va a depender de cómo se mire la película. Algunos sectores estarán mejor que otros, con lo cual el análisis va a cambiar según cuál de ellos se esté observando", apunta.

En el entorno de Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los coordinadores de Macri y que hacen de nexo con el resto del Gabinete, prevén que la economía podría llegar a octubre creciendo a un ritmo del 4% interanual.

De todas formas, admiten que en el año el PBI no superará el 3% (casi un techo para el oficialismo) y que las mejores perspectivas no se verán reflejadas en el "sentimiento de la calle".

"Sabemos que es muy probable que los argentinos perciban que la economía todavía no pudo despegar", señala la fuente oficial.

Por lo pronto, el macrismo ya está trabajando y planificando el contraataque, que irá ganando en intensidad en la medida en que se acerque la fecha de las urnas.

Según desliza este funcionario de primera línea, el Gobierno estará listo para responderle a la oposición acerca de los vaivenes en el nivel de actividad y refrendarle todo lo que se logró en lo que va de mandato.

La recomendación que emana desde lo más alto del poder (Marcos Peña con guiño explícito del Presidente) es que los candidatos y referentes del oficialismo sigan trabajando duro y, cuando sea el momento, tengan a mano datos concretos para responder a las críticas.

En este sentido, los técnicos de las distintas áreas elaboraron los primeros papers, que ya fueron distribuidos como "ayuda memoria", para dotar de cifras precisas a los funcionarios que deban salir a "bancar" públicamente el "modelo M".

"A ustedes le vamos a pegar hagan lo que hagan. Esto es política", le dijo alguna vez Axel Kicillof a Luciano Laspina, diputado nacional y presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Nación.

Así, le dejó en claro cómo es el manejo en esta arena y, más aun, en la previa a una campaña.

Entre deudas y herencias

En la batería de temas que el kirchnerismo utilizará para hilvanar los discursos proselitistas, aparece uno que será al que más echarán mano: el crecimiento de la deuda.

De hecho, en la plataforma de campaña de Cristina figura la revisión del nivel de préstamos tomado por la actual administración.

Desde el arranque de su mandato hasta el día de hoy, Cambiemos tomó créditos por cerca de u$s97.000 millones. La cifra es abultada y resulta más que tentadora como para que sea dejada de lado por CFK.

Para anticiparse a este embate, los asesores de campaña del oficialismo ya tienen ensayada la respuesta que deben dar los funcionarios: el 70% de ese monto fue tomado para cancelar compromisos preexistentes.

"Tres de cuatro dólares de deuda emitida desde diciembre de 2015 se usaron para pagar deudas heredadas", destaca el jefe de asesores del Ministerio de Hacienda, Guido Sandleris.

Desde el ministerio de Finanzas precisan que de los u$s97.000 M, cerca de u$s70.000 M se destinaron a cancelar este tipo de obligaciones.

Junto con este último número, pondrán sobre el tapete otro dato: al momento de asumir hubo que afrontar cerca de u$s20.000M que, en su gran mayoría, se destinaron al pago a "fondos buitres" (u$s15.000 M) y a otras cuestiones (programas Petróleo y Gas Plus o al Ciadi).

Con respecto a la nueva deuda que sí generó Cambiemos, aparece la polémica colocación del título a 100 años. Sobre este tema también tendrán un justificativo a mano.

Los funcionarios que deban salir a defender al "modelo M" dirán que la alternativa a emitir más bonos hubiera sido "un ajuste brutal" del gasto público para cubrir el déficit.

"Hay que explicarle a los argentinos que este Gobierno toma deuda para financiar un plan gradual de reducción del agujero fiscal", insiste en remarcar la fuente consultada por iProfesional.

"Cuando la oposición nos quiera correr, habrá que decir que no hay muchas variantes para un país que gasta más de lo que recauda: o se emite deuda hasta poder equilibrar las cuentas, o se recortan subsidios y beneficios o se le mete mano a la maquinita de imprimir billetes, lo que genera inflación", indica a modo de defensa.

Más allá de las explicaciones que ya se están ensayando, el kirchnerismo no dejará de atacar al Gobierno con este tema y, claro está, con la "deuda del siglo", en alusión al bono a 100 años (tasa del 7,9%).

"El plazo puede ser opinable, lo que sí no es discutible es el rendimiento. Ellos le pagaron a Venezuela un 15% por un título. Te digo más, el costo promedio de la deuda heredada fue de más del 11%", afirma el funcionario de Casa Rosada.

Economía y tarifas

La (fría) marcha de la economía será gran protagonista de campaña, al igual que los despidos y suspensiones en fábricas.

En este sentido, el Gobierno insistirá en que la actividad ya lleva nueve meses de recuperación luego de años de pobre crecimiento y nula formación de empleo privado.

Los funcionarios se aferrarán, además, a que es mejor crecer a un ritmo de entre 3% 4% perdurable en el tiempo, a hacerlo a tasas chinas pero sólo unos años.

Asociado a ello, refutarán que durante el kirchnerismo haya habido esa bonanza que Cristina pregona.

Recordarán lo que fuera develado por Jorge Todesca al asumir en el INDEC: entre 2005 y 2015 se "infló" el repunte económico.

El funcionario encontró cerca de 20 puntos de diferencia entre el cálculo de PBI realizado por la administración anterior y la medición revisada.

En otras palabras, la intervención del organismo, con Guillermo Moreno a la cabeza, dibujó la cifra durante diez años.

"A lo largo de una década, la expansión por consumo público y privado se hizo de manera artificial. Se mantuvieron las tarifas pisadas, que destruyeron al sector energético, y se convivió con tasas de interés bajas que fomentaban cualquier otra cosa menos el ahorro", dicen en Casa Rosada.

En relación con el consumo, echarán mano a otro argumento para explicar por qué está bajo, si bien reconocen que es un tema a mejorar. Dirán que esa contracción tiene un "lado B" que es positivo: los argentinos ahora piensan más en el largo plazo y menos en el "shopping".

Para fundamentar este argumento, mostrarán gráficos que dan cuenta del boom de hipotecarios y la adquisición de autos premium, en detrimento de otros rubros como la indumentaria.

"Observamos un cambio en el comportamiento. Durante el kirchnerismo y con cepo cambiario, los argentinos consumían todo lo que podían para protegerse de la inflación", señala otra de las fuentes consultadas que pidió reserva de identidad.

"En la medida en que el ritmo inflacionario va bajando, y las perspectivas de largo plazo mejoran, hay una mayor propensión al ahorro. Estamos cambiando la cultura cortoplacista por una de largo plazo", añade.

El tema tarifario también formará parte de la discusión. En la plataforma de CFK se enfatiza que debe darse marcha atrás con los aumentos de tarifas que propició el Gobierno.

El kirchnerismo machacará con que esa medida provocó un perjuicio muy grande para los sectores de bajos y medios ingresos, al tiempo que le "regaló" utilidades a las empresas.

Para contrarrestar esos dichos, el Ministerio de Energía ya elaboró un documento para mostrar que la "bomba" de subsidios que estructuró el gobierno pasado solo ayudó a que los más ricos paguen cada vez menos.

Los datos que manejan los funcionarios dan cuenta de que el monto destinado a quienes poseen una posición económica holgada duplicó el beneficio recibido por el segmento más bajo.

El kirchnerismo embestirá fuerte y reivindicará los logros del pasado. El Gobierno intentará convencer a los argentinos sobre las mejoras que se irán viendo con el paso del tiempo.

En medio, los argentinos se preparan para asistir a una batalla encarnizada para ganar un voto. "La campaña será violenta y probablemente sucia", anticipa el consultor Jorge Giacobbe.

En su visión, es mucho lo que se juega y la sensación es que se sacará lo mejor y lo peor de todos.

"Harán todo lo que esté a su alcance para sumar un voto, en una sociedad en la que buena parte carece de aprecio por su dirigencia política", concluye Giacobbe.