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Dueños del Itaú pagaron u$s1.000 millones para quedarse con Alpargatas

Los dueños del Banco Itaú pagaron u$s1.000 millones para comprar Alpargatas
13/07/2017 - 21:53hs
Dueños del Itaú pagaron u$s1.000 millones para quedarse con Alpargatas

Finalmente y luego de haber rechazado una primera oferta, el fondo brasileño J&F se desprendió del control de la textil Alpargatas, creadora y fabricante de marcas como Topper y las tradicionales ojotas Havaianas.

El acuerdo se cerró en las últimas horas y marca el desembarco de otros dos grupos brasileños tanto en los negocios que la textil tiene en el país vecino como en Argentina, donde es considerada la mayor empresa del sector.

De esta forma, los también dueños del frigorífico JBS aceptan la oferta acercada por la sociedad entre el fondo Itaúsa y Cambuhy para la compra de Sao Paulo Alpargatas.

El fondo de la familia Batista controlaba el 86% del capital y el 100% del paquete accionario de la filial local, Alpargatas Argentina.

J&F, el brazo financiero de los Batista, había comprado la empresa textil tras pagarle u$s715 millones a otra familia brasileña, los Camargo Correa, en 2015.

Ahora y según un comunicado de las empresas vinculadas a la transacción, el acuerdo se cerró por 3.500 millones de reales (cerca de u$s1.000 millones, según el tipo de cambio actual). Esto le da a Cambuhy, de la familia Moreira Sales, y al fondo Itaúsa, dueño del banco Itaú, el control total sobre los negocios textiles de J&F en toda la región.Influencia del LavajatoAlpargatas no era considerado como un activo esencial por J&F, que en la actualidad pasa por una grave crisis derivada de las investigaciones por corrupción que involucran a su controlada JBS.

Las denuncias hechas contra el presidente Michel Temer por Joesley Batista causaron una tormenta política en Brasil. El directivo de JBS grabó en secreto una conversación en la que el mandatario brasileño parecía consentir el pago de dinero a un testigo del caso "Lavajato".

En el audio, que fue entregada a las autoridades a mitad de mayo pasado, se oye a Temer autorizando el pago de una coima a Eduardo Cunha, uno de los principales involucrados en el Lavajato, preso y condenado a 15 años de cárcel su participación en el escándalo.

Tras darse a conocer las grabaciones por los medios de Brasil, se desató un fuerte escándalo político que derivó en la autorización por parte de la Corte Suprema del país vecino de abrir una investigación contra Temer por corrupción, organización criminal y obstrucción a la justicia.

Además, los Batista y otros ejecutivos de JBS confesaron haber pagado millonarios sobornos en campañas políticas de prácticamente todos los partidos.

Los dueños de J&F/JBS reconocieron haber gastado 600 millones de reales para sobornar a casi 1.900 políticos en los últimos años. A partir de eso acordaron, junto a fiscales que investigan estos hechos, pagar una multa de 10.300 millones de reales (u$s 3.200 millones) por su rol en el enorme entramado de corrupción.

Para reunir fondos que le permitan hacer frente a esta obligación, J&F puso en venta varias de sus empresas en distintos países, incluyendo las de Argentina. En este marco, J&F venía negociando ceder el control de la creadora de Topper, pero por falta de acuerdo en el precio la operación se cayó.

Sin embargo, negociaciones de última hora lograron reflotar las conversaciones y sellar la transacción por la cual la principal empresa textil de la Argentina cambia de dueño.

Todo como parte de las derivaciones comerciales del escándalo que envuelve a las figuras más relevantes de Brasil y a las familias empresarias de mayor poder. Terremoto político que sumó este miércoles un nuevo capítulo con la condena del ex presidente Luis Inacio Lula Da Silva a 9 años de prisión.

Desinversión de J&F

La decisión de venta de Sao Paulo Alpargatas forma parte de un fuerte proceso de desinversión encarado por J&F. También involucra la venta de sus operaciones en el negocio de la carne local, que pasaron a manos del grupo Minerva. El deal se cerró en u$s 300 millones y también comprende las actividades de JBS en Paraguay y Uruguay.

Fue la primera desinversión de J&F en la región desde que se desató el escándalo de la operación bautizada como Carne Fraca y de la delación premiada de los dueños de JBS que colocaron a la empresa en el centro de las principales noticias de Brasil y de la región. El segundo paso en carpeta era la venta del negocio textil regional.

Ahora sumaron la venta de Alpargatas, que en el caso de Argentina es una de las protagonistas del sector, aunque desde principios de año viene encarando un proceso de reestructuración que incluyó el cierre de una planta, el traslado de producción y el despido de personal.

En enero pasado, Alpargatas Argentina inició su proceso de achique en el país cerrando sus fábricas de Villa Mercedes, en San Luis, y de Florencio Varela en la provincia de Buenos Aires.

Luego, en marzo, suspendió a 1.100 trabajadores de su establecimiento en Tucumán, situación que repitió en mayo pasado, cuando además abrió un proceso de retiros voluntarios.

En todos los casos, las razones fueron similares: sobrestock de productos, baja en las ventas debido a la caída del consumo interno y apertura de las importaciones.

Actualmente, sus operaciones se extienden a las áreas de calzados, tanto deportivo como informal; textil, dentro de los cuales se destaca como productor de denim y otros tejidos de algodón; y venta minorista.

Las negociaciones para vender Alpargatas se venían desarrollando en forma privada con un grupo formado por Cambuhy Investimentos e Itaúsa Investimentos, dueña entre otros activos del banco Itaú.

Itaú, que también opera en el sistema financiero local, administra las fortunas de importantes grupos económicos del país vecino y es accionista controlante de Itaú Unibanco, el mayor banco privado de América latina en términos de activos.

En tanto, Cambuhy es el instrumento financiero de la multimillonaria familia Moreira Salles, que también es accionista de Itaú.

En este marco, además de volver a buscar un dueño para Alpargatas, el fondo tiene en proceso de venta otros activos como Vigor Alimentos y líneas de transmisión de energía que controla en Brasil. Además, busca desprenderse de la empresa de celulosa Eldorado y la de productos de limpieza Flora.

Su objetivo es recaudar 6.000 millones de reales, que se sumarían a los 1.000 millones de reales obtenidos por la venta de sus frigoríficos en el Mercosur.