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El proyecto, comandado por Andrés Blanchard y François Lurton, presenta una etiqueta que refuerza el camino de la elegancia. Características y precio
14/07/2017 - 17:21hs

A comienzos del año pasado, la alianza entre el productor mendocino Andrés Blanchard –que cuenta con una larga tradición familiar en la industria vitivinícola- y el reconocido bodeguero francés François Lurton, dio inicio a uno de los proyectos más renombrados de ese año: Blanchard & Lurton. 

Se trata de una bodega que únicamente alumbra vinos blancos de alta gama. Y, con ese objetivo, están 100% enfocados en los blends, con diferentes técnicas de fermentación y la utilización de diferentes cepas, que escapan un poco al clásico binomio "Chardonnay-Sauvignon Blanc". 

La historia la comenzaron a escribir el año pasado, con la presentación de su primera añada: Blanchard & Lurton Grand Vin 2014, un corte de Tocai (60%) y que sumaba además Viognier, Pinot Gris y Chardonnay y que se convirtió en uno de los vinos que marcó la agenda vitivinícola del 2016. 

A fuerza de elegancia y sutileza, el proyecto se propuso demostrar que la Argentina es más que Malbec y, en el caso de los blancos, mucho más que Torrontés

Con el objetivo de seguir construyendo una imagen de marca país más sólida y consistente en el terreno de los ejemplares blancos, Blanchard & Lurton actualmente está presentando su tercera añada del Grand Vin (la 2016), pero también está lanzando una novedad: Blanchard & Lurton Les Fous 2017. 

Se trata de un corte de estilo bordelés, que conjuga un 80% de Sauvignon Blanc de la zona de Los Chacayes y un 20% de Semillón, de Tupungato. 

Esta etiqueta de partida limitada –se elaboraron apenas 4.400 botellas- llega a un precio sugerido de $280, ubicándose en un segmento inferior al Grand Vin ($580). 

Sin embargo, como apunta el propio Blanchard, "si bien está un escalón por debajo en precio, el concepto que tenemos es que igualmente se perciba la complejidad y la elegancia de un blend blanco". 

A su turno, Lurton agrega que "la idea que tuvimos fue la de hacer un vino más accesible, pero que al consumidor le permita prepararse para el Grand Vin"

En cuanto a la elaboración, Lurton detalla que no se buscaron cosechas muy tempranas para poder garantizar así una buena fruta blanca en nariz y un vino que en boca obtenga un carácter más redondo y sea menos filoso, pero que igualmente no pierda la frescura. 

"Estas uvas las fermentamos en huevos de concreto, con un buen trabajo sobre lías, para ganar en graso y volumen en boca", completa Lurton, que es un referente en materia de Sauvignon Blanc. 

¿Qué propone?: Blanchard & Lurton Les Fous 2017 es un blend delicado, con un buen balance entre la fruta blanca, los cítricos dulces y las hierbas frescas. Se percibe fresco en nariz. En el paladar entra con buena frescura e interesante volumen, con una acidez controlada y algo encorsetada. Tiene un paso largo, persistente y apenas oleoso. Los aromas a pomelo rosado y hierbas permanecen un largo rato. 

Conclusión: el trabajo en la fermentación y el aporte del Semillón, realmente ayudan a llevar a otro nivel al Sauvignon Blanc. No es un vino diseñado para los amantes de los blancos de paso suelto y de espíritu ultra mordientes, sino que fue concebido para consumidores que busquen equilibrio, elegancia y algo distinto en materia de Sauvignon Blanc. 

En paralelo, la bodega está presentando la cosecha 2016 de su Grand Vin, que fue variando en su composición en estas últimas tres añadas. 

Según detalla Blanchard, en esta vendimia mantuvieron el corazón de Tocai, apuntalado por Sauvignon Blanc y Viognier y un agregado menor de Chardonnay y de Pinot Gris

¿Qué propone?: se trata de una partida limitada de 4.500 botellas que apuesta por la sobriedad y la delicadeza. Su nariz es compleja, con capas de aromas que suman notas frescas y maduras, como la fruta blanca de carozo, las hierbas, los frutos secos y un dejo sutil de especias dulces. Es un vino que no grita, que habla bajito en la copa. Hay que darle tiempo para que se exprese. De hecho, el propio Lurton recomienda decantarlo un rato antes para que su aromática alcance su verdadero potencial. En boca se luce con su buen volumen y con su juego entre la fluidez y la oleosidad. Todo, encorsetado por una acidez bien controlada, que refuerza la elegancia. 

Conclusión: un buen embajador de los grandes vinos blancos argentinos, con el mérito de tener apenas tres cosechas encima. 

"Nuestro objetivo es mostrar que en este país se pueden lograr excelentes vinos blancos. Hasta hace un tiempo, la promoción en el exterior estaba centrada en Malbec y en Torrontés, pero esta última variedad no prosperó como se pensaba. Por eso, con este proyecto, queremos demostrar que se pueden hacer ejemplares de alta gama con otras variedades y que compitan en el mercado internacional", concluye Blanchard. 

© Por J.D.W. - [email protected]

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