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El consultor que está asesorando en la coordinación de diversos planes de digitalización en el país habló de su tarea y de la fusión Telecom-Cablevisión
22/07/2017 - 05:08hs

A fines de 2017, el Gobierno nacional presentará el plan Digitalizar, mediante el cual buscará elevar los niveles de digitalización de la administración pública, los hogares y la economía con el objetivo de que la Argentina pueda alcanzar un nivel de desarrollo comparable a los países de la OCDE.Raúl Katz, consultor de la industria de las telecomunicaciones, investigador, y profesor de la Universidad de Columbia, viene asesorando al ex ministerio de Comunicaciones y al de Modernización, que absorberá sus principales estructuras, en el diseño de ese plan.

En diálogo con iProfesional trazó un panorama sobre la tarea que está realizando, orientada a integrar y coordinar más de 80 iniciativas de digitalización encaradas a diversos niveles de la administración nacional.

Además, dio su visión sobre el mercado de las telecomunicaciones, su evaluación sobre el ya extinto Ministerio de Comunicaciones, y un obligado paso sobre el futuro ante la fusión entre Cablevisión y Telecom.

-¿Qué trabajo está realizando con los ministerios de Comunicaciones y Modernización?

-Se trata del desarrollo de un programa nacional digital llamado Digitalizar que incluye seis ejes estratégicos, digitalización del gobierno, de los hogares, y de la economía, con tres habilitadores: talento digital, infraestructura y conectividad, y marco regulatorio.

En cada uno de esos ejes se identifican planes, programas y se definen metas. El objetivo a nivel agregado es cómo Argentina puede alcanzar un nivel de desarrollo comparable a los países de la OCDE.

-¿Digitalizar se planteará como un programa nuevo, qué pasa con el programa País Digital de Modernización y la Red Federal de Banda Ancha de Comunicaciones?

-Esto es un programa que integra a todas las iniciativas que están llevando adelante los distintos ministerios, que son muchas. Estamos relevando programas a nivel de ministerios, de entes. Y sólo a nivel federal hemos cuantificado 64 programas relacionados con conectividad y temas digitales.

Estamos integrando todo y organizando esos programas en un contexto más sistemático, sobre todo para saber cuál es el impacto que van a tener. A nosotros nos preocupa que algunos no están definidos en cuanto al impacto a largo plazo. Queremos integrarlos y después ver qué falta para alcanzar esas metas. Digitalizar está dirigido por dos ministerios, que ahora van a ser uno.

-¿Qué impacto podría tener la absorción de ministerios?

-Van a haber menos costos de coordinación. Esto es positivo porque cuando uno ve la experiencia internacional aquellos países que avanzan más rápido en términos de su digitalización son los que centralizan las decisiones de política pública en este terreno. Y cuando están más fragmentados encarar la coordinación sistemática es más compleja.

-Que el Gobierno haya creado un ministerio y ahora sea absorbido, ¿cómo cree que será visto por los inversores internacionales?

-El mensaje es positivo, pero todo depende de cómo lo presentemos. Acá hay dos factores. Por qué lo hacemos: queremos reducir el gasto público, que tiene un impacto. Desde mi perspectiva, lo hacemos para reducir el costo de coordinación, porque es muy alto en un Estado de la dimensión del argentino.

Tenemos un Estado muy complejo, con muchos entes, muchas organizaciones, desarrollando programas que a veces son paralelos, y esto sin contemplar la dimensión provincial. Todo lo que ayude a reducir esos costos de coordinación es positivo.

Estamos tratando de centralizar la decisión política respecto de la digitalización porque es parte del desarrollo económico del país. Y segundo, esto lo relaciono con la visión de país a futuro. Para nosotros la economía digital es fundamental, porque si no trabajamos sobre esto las tendencias a nivel mundial nos van a dejar atrás respecto de nuestra productividad, de nuestro posicionamiento, de nuestra competitividad.

Esto se trata de cómo digitalizamos nuestros sectores estratégicos: el campo, los hidrocarburos, el turismo, la logística, para que los costos se reduzcan.

-¿El plan tendrá plazos?

-Sí, el lanzamiento público está previsto para diciembre de este año. Estamos trabajando con objetivos hacia 2020.

-¿Cómo evalúa la gestión de Arsat?

-Muy buena, ¡muy buena! Miro los resultados y es un clásico caso de turnaround. Están generando cash, están aprovechando una infraestructura desarrollada anteriormente, comenzaron a iluminar fibra óptica, aprovechan el uso de los satélites.

Como empresa del Estado tiene un papel fundamental que cumplir, porque tiene la obligación de servicio público. En las regiones donde el caso de negocios no cierra es donde el Estado tiene que llenar ese vacío. Y Arsat cumple un rol fundamental.

-¿Cuál es su evaluación del ministerio de Comunicaciones?

-Pienso que ha sido muy positiva. Y se lo digo con la confianza de que los 84 planes que hemos relevado, calificando aquellos implementados y que están dando resultados y lo que el ministerio ha hecho en este año y medio, ya está generando resultados positivos. Si hago un balance de la cartera lo veo bastante positivo.

-¿El espectro fue importante?

-Sí, fue importante. No ha sido un tema fácil. Sobre todo desde lo que ha significado para ciertos operadores en el mercado que, como es de esperar, no están satisfechos. Pienso, y hay consenso en el ministerio, que Argentina tiene que migrar a un marco mucho más predecible en lo que hace a la gestión del espectro.

-¿Cómo sería ese marco más predecible?

-Necesitamos un plan de espectro a cinco años. Allí tendrá que definirse qué bandas estarán disponibles, bajo qué métodos se asignarán, estas son las reglas del juego. Desafortunadamente, el ministerio asumió el control en una situación un poco difícil, porque si se mira el Plan Nacional de Frecuencias cuando asumieron, no era tan limpio y claro.

Todo eso hizo tomar decisiones que tal vez fueron difíciles de tomar y creó cierta incertidumbre entre algunos jugadores.

-Hay mucho cuestionamiento del mercado por políticas de Comunicaciones, o del Enacom, que considera que en este año y medio se ha estado favoreciendo al Grupo Clarín.

¿Cree que esto es así o habilitarlo a entrar en un mercado como el de las telecomunicaciones era la manera de despabilar al sector? 

-No es totalmente anormal que en ciertas situaciones donde el Estado conciba que el sector está aquietado, pueda moverse un poco más rápido para provocar un cierto nivel de disrupción.

Por ejemplo, cuando Microsoft decidió entrar en el mercado de búsqueda porque veía una amenaza de parte de Google, hizo un acuerdo con Yahoo para incrementar su posición en ese segmento y establecerse como un competidor viable.

Ese acuerdo debió estar avalado por el Ministerio de Justicia norteamericano, y por el regulador europeo. Fue aprobado en 10 días. Y esto es inaudito porque ese tipo de acuerdos necesita una revisión muy grande. Pero el objetivo era dinamizar el mercado. Por eso el regulador tomó esa decisión. Lo que quiso fue introducir un elemento disruptor.

-¿Aún con los riesgos que esto puede implicar, en el marco de esa rapidez?

-Claro, sí. Existen riesgos. Por ejemplo, los costos de fricción. Estas cosas nunca son limpias porque, de hecho, la disrupción es compleja.

-¿Y es disruptivo el ingreso de Cablevisión en el mercado móvil? ¿O lo será, inclusive, la fusión?

-Todo depende, todo depende. Depende de la estrategia de ellos (por Cablevisión).

-¿Sólo de ellos o de las acciones de los reguladores cuando aprueben?

-Esto estará en proceso de revisión del Enacom y luego de Defensa de la Competencia. Obviamente esas decisiones serán tomadas en función de un análisis de mercado por mercado, para determinar si no hay un poder de dominancia muy grande que requiera que ciertos remedios u obligaciones deban ser tomados. Es lo que sucede con un proceso así en cualquier otro país.

Por suerte, nosotros tenemos un esquema institucional fuerte en la revisión de Enacom, primero, y en la rejerarquización de la Comisión de Defensa de la Competencia, después. La segunda decisión es qué hará Cablevisión, o la empresa integrada, porque puede jugar a disruptor o a no ser disruptor.

-Si no juega a disruptor, ¿qué chances tendrá el Estado de introducir efectos que vuelvan a romper el mercado?

-Ahí está la fortaleza institucional. Y si el Estado ve que uno de los operadores está ejerciendo un poder de dominancia por el cual está afectando el bienestar de los consumidores en términos de precios y de calidad, tiene que intervenir, como lo hace todo regulador en cualquier parte del mundo.

-¿Cuáles son los mejores mecanismos? ¿Tener un régimen sancionatorio o alentar a otros jugadores a que participen del mercado?

-Ambos, obviamente. El tema de alentar nuevos jugadores es cuál es la estructura óptima de un mercado como el de las telecomunicaciones. Honestamente, una industria de intensidad de capital tan importante como esta tiene un límite económico con respecto de la posibilidad de multiplicar el número de jugadores.

Ese límite ya ha sido estudiado y establece que hay un nivel de competencia óptima cuando hay tres o cuatro jugadores, más allá del cual también se producen costos de fricción muy altos donde, en última instancia, la sociedad tiende a perjudicarse.

Esa cosa de competencia desenfrenada no es así. El tema sancionatorio, sí. El de control es más importante. Estoy hablando de los remedios que pueda determinar la comisión de Defensa de la Competencia para aprobar la fusión.

Pero después hay términos sancionatorios, asimetría regulatoria, obligaciones de desagregación del bucle para compensar la entrada de competidores que no estén en la infraestructura pero que den servicios, como los virtuales en móviles. Hay una cantidad de elementos para trabajar.

-¿Por qué siendo esta industria tan importante para el resto de las actividades económicas y siendo que se avanza en un plan de economía digital las telecomunicaciones, no parecieran estar en una agenda mucho más agresiva por parte del Gobierno?

-Es un punto muy interesante. Aunque pienso que se está mejorando. Este plan Digitalizar está siendo impulsado desde Jefatura de Gabinete y se está reconociendo la importancia que esto tiene.

Gestiones previas también impulsaron programas como Conectar Igualdad, la Red de Fibra Optica. Pero todavía falta, me parece, ligar todo este tema tecnológico a una visión de país que es diferente. Y eso tiene que estar planteado desde el Poder Ejecutivo, públicamente.

Este problema es un problema endémico latinoamericano. Quizás el único país que lo ha abordado de una manera mucho más activa es Colombia, donde el presidente (Juan Manuel) Santos se paró y dijo "Este es el objetivo de país: digitalizarse".

Una de las metas de este plan es crear ese nivel de conciencia, hay que vendérselo al resto del país. Y eso es responsabilidad del Ejecutivo, es un tema de liderazgo articular esto con una visión de futuro de la Argentina. Esto es así. Porque si no lo hacemos nos perdemos el tren.