iProfesionaliProfesional

El exministro de Economía habló sobre la campaña electoral y el rumbo del gobierno. Recordó además el "golpe peronista que volteó a De la Rúa"  
16/07/2017 - 15:29hs

No lo dijo explícitamente, pero analizando los conceptos de Domingo Cavallo se puede inferir que para él la gestión de Mauricio Macri, en materia económica, se quedó a mitad de camino.

Sin embargo, el exministro del menemismo y la Alianza manifestó que confía en que después de las elecciones, el Gobierno implementará cambios que considera necesarios.

De acuerdo con Cavallo, los problemas que Macri heredó del kirchnerismo implicaban medidas que no se tomaron a tiempo. Para el economista, uno de los errores del Presidente fue "no haber afrontado esos inconvenientes de una manera más frontal", aunque subrayó que tras las legislativas probablemente se llevarán a cabo cambios, como una reforma fiscal.

-¿Qué opina de la postulación de Cristina?

-Ella dice que va a conseguir votos por cómo está la economía, pero ésta es tan mala por la forma en que Cristina manejó la economía. El gran error de Macri fue no ser más explícito con los problemas que heredó y no haberlos afrontado de una manera más frontal.

Cristina y Néstor tuvieron mucha suerte con los términos de intercambio favorables, como tasas de interés en el mundo muy bajas, y así pudieron esconder los desequilibrios que iban creando. Es cierto que la situación económica es mala, en término generales, pero la tendencia es a la mejora.

Después de las elecciones, el gobierno debería tomar el toro por las astas y luchar frontalmente contra la inflación, apuntalando el Banco Central con un manejo fiscal más equilibrado y otras reformas de fondo.

-¿Una reforma previsional, por ejemplo?

-Más importante que la reforma previsional, que produciría efectos a mediano y largo plazo porque no se pueden afectar los derechos adquiridos de la gente, es más urgente una buena reforma tributaria. El sistema impositivo actual es agobiante para el sector privado, es inhibidor del nacimiento de nuevas empresas. Tal como está, es castrador de la actividad empresaria, de la actividad innovadora que requiere inversiones.

-Por lo que dice, da la impresión que para usted Macri se quedó a mitad de camino.

-Sé que es difícil gobernar. Lo importante es que el rumbo que ha tomado es el correcto, pero la velocidad no es la mejor. Después de las elecciones debería acentuar el ritmo.

-¿El resultado electoral puede afectar el rumbo económico del país?

-Afuera no siguen con tanto detalle el tema de Argentina, pero les llama la atención que todavía Cristina consiga votos después de su desastrosa gestión económica. Pero una vez que pase el panorama electoral, si el Gobierno hace anuncios razonables, aún cuando no pueda implementarlos todos de inmediato, va a terminar de convencer a los inversores internacionales. Para eso, la reforma tributaria es esencial.

-¿Una reforma laboral también?

-Si se pudiera por lo menos simplificar la legislación laboral para las nuevas empresas, para las pequeñas, ayudaría. No es sencillo. Cuando en la década del '90 intentamos introducir reformas laborales, no era fácil, más allá de que el Gobierno tenía respaldo en el Congreso.

El ministro de Trabajo (Jorge) Triaca se está manejando muy bien y va a ser más fácil hablar de cambios en la legislación laboral una vez que la economía funcione a pleno. En medio de una recesión, sindicatos y trabajadores tienen miedo de que la situación se agrave. Las reformas laborales hay que implementarlas cuando una economía funciona a pleno.

-¿Fue un error entonces implementar una reforma laboral en el gobierno de De la Rúa?

-De la Rúa tuvo mucho mala suerte porque en esos años, el dólar se puso muy fuerte, los precios de las commodities de productos de exportación se desplomaron, los términos de intercambio fueron muy desfavorables para la Argentina. Todo eso hizo que el manejo de la situación económica se tornara muy difícil.

-¿Hace alguna autocrítica de sus gestiones en los gobiernos de Menem y De la Rúa?

-No, en absoluto. Hice todo lo mejor que podía hacerse en esos momentos, enfrentando los problemas. No siempre uno los puede resolver, sobre todo en el Gobierno de De la Rúa. El propio radicalismo no lo ayudó y el peronismo duhaldista quería conquistar el poder y encontró la oportunidad de voltear al gobierno.

La razón de ese golpe institucional tuvo que ver con la presión de los que estaban endeudados en dólares para resolver sus problemas a costa de robar los depósitos en dólares de la gente.

Como tenían mucho apoyo mediático y empresarial, encontraron la forma de que se instalara en el país la visión de que toda la culpa era de Menem, Cavallo y De la Rúa, y transfirieron riquezas de ahorristas a los endeudados en dólares.

Provocaron una caída del salario real espantosa, reinstalaron la inflación y al congelar las tarifas de servicios públicos crearon la necesidad de dar subsidios enormes a las empresas eléctricas y de transporte.

-Pero usted fue condenado por la Justicia, por la causa de los sobresueldos.

-Es un absurdo total, esa causa no tiene absolutamente ningún sentido. En el caso mío lo que cobré de sobresueldo es lo mismo que cobraron todos los funcionarios, lo que después se transformó en gastos protocolares.

Menem dispuso que durante un período se pague con gastos reservados de la SIDE y yo logré que ese régimen cambiara en el año '95.

"Las instancias judiciales más serias reconocieron que eso no podía ser considerado delito, pero después cayó en la Cámara de (Eduardo) Freiler, acusado de enriquecimiento ilícito, un verdadero delincuente, y logró que a mí me pasaran a tribunal oral. Una cosa asombrosa. Cuando uno actúa con transparencia y total dedicación, después tiene que tener aguante para soportar este tipo de persecución", señaló Cavallo a Mendoza Online.

Temas relacionados