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Con este "combo" de tasas cero y abundante liquidez se buscaba aumentar el consumo y la inversión privada, hecho que permitiría salir de la crisis
25/07/2017 - 15:29hs

Para Santiago Palma Cané, Director Fimades, a partir de la Gran Recesión 2008/2009, los cuatro mayores bancos centrales - Federal Reserve (Fed), Banco Central Europeo (BCE), Bank of Japan (BoJ) y Bank of England (BoE)- implementaron una política monetaria acomodaticia consistente no sólo en fuertes bajas de sus tasas de interés -llevándolas a valores de 0% e incluso negativas- sino también en fuertes inyecciones de liquidez a través de compras de bonos en los mercados secundarios (Relajamiento Monetario).

Con este "combo" de tasas próximas a cero y abundante liquidez se perseguía aumentar el consumo y la inversión del sector privado, hecho que permitiría salir de la crisis.

El resultado ha sido positivo: a la fecha -con sus más y sus menos- las cuatro economías evolucionan razonablemente bien.

En términos cuantitativos, la inyección monetaria de los "cuatro grandes" más que triplicó la cantidad de dinero de sus monedas, dando lugar a una liquidez global record; la cual no sólo impactó positivamente en la economía real sino que, también, impulsó los mercados financieros y facilitó el financiamiento internacional.

Ante este escenario de economía real con razonable crecimiento y mercados financieros en alza, la pregunta es: ¿cuándo sería conveniente salir de esta "muleta monetaria"?.

A este respecto, cabe mencionar que demorar demasiado el endurecimiento de la política monetaria -mediante la suba de las tasas y la absorción de liquidez- conllevaría el peligro de provocar un recrudecimiento de la inflación. Sin embargo, a la fecha, sólo EE.UU. ha comenzado el ajuste; habiendo subido la tasa a partir de diciembre 2015 en cuatro oportunidades, llevándola a su nivel actual de 1,25%.

Más aún, en su última reunión de Política Monetaria, la Fed anunció que -en algún momento de este año- comenzaría a retirar liquidez y, adicionalmente, que estimaba que de aquí a fines del 2018 habría cuatro subas adicionales.

Así las cosas; ¿qué sucede con los otros tres bancos centrales? Hasta el mes pasado ninguno de ellos mencionaba la posibilidad de un futuro endurecimiento monetario.

Sin embargo, en la reciente "Cumbre Monetaria de Sintra" en Portugal, todos los bancos en cuestión afirmaron que -de verificarse la positiva evolución esperada de sus economías- estaban preparados para comenzar en el mediano plazo sus respectivos programas de endurecimiento; los cuales serían graduales y anunciados con la antelación necesaria como para evitar desequilibrios en los mercados financieros.

A este respecto, nuestras perspectivas son que el BoE comenzaría a subir su tasa (actualmente en 0,25%) recién a partir del segundo trimestre del 2018, mientras que el BCE (0,0%) y el BoJ (-0,10%) no lo harían antes de finales de dicho año. En relación al retiro de liquidez, el mismo no comenzaría antes de los 12 meses de iniciadas las respectivas subas de tasas.

En síntesis. La economía global vive hoy un ciclo de extrema liquidez y niveles mínimos de tasas. EE.UU. ya comenzó a revertir la situación, mientras que los otros principales bancos centrales ya han anunciado que están preparados para comenzar su respectivo endurecimiento monetario ¿Implicará esta reversión del ciclo un desequilibrio de los mercados?

Nuestra respuesta es negativa. En efecto: las correcciones no sólo serán graduales, sino también suficientemente anunciadas e implementadas a lo largo de un considerable período de tiempo. No habría que temer, entonces, un esquema de rotura abrupta de una liquidez exuberante, con todas las consecuencias negativas que ello implicaría para la estabilidad de los mercados financieros globales.

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