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Un estudio realizado por la Universidad de Loughborough, en Inglaterra, demostró que es posible perder peso mientras se ducha. Los riesgos
27/07/2017 - 17:43hs

Bajar de peso sin hacer prácticamente nada es el sueño de muchos y lo cierto es que no es tan imposible.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Loughborough, en Inglaterra, demostró que es posible perder calorías mientras se disfruta de un baño.

No se trata de hacer abdominales ni estocadas debajo de la ducha. Sino que es algo bastante más sencillo.

Simplemente hay que controlar la temperatura.

Según la investigación británica aquellas personas que toman un baño a 40°, queman en promedio 140 calorías (lo que equivale a media hora de caminata).

Además, este nuevo hábito también mejoró el control de los azúcares en sangre.

"Descubrimos que los participantes, cuando se bañaban tenían los niveles de glucosa máximos un 10% más bajos que cuando hicieron ejercicio", contó a The Daily Mail el director de la investigación, Steve Faulkner.

La explicación de estos dos beneficios para el cuerpo, según Faulkner, es que el baño puede favorecer la liberación de proteínas de choque térmico, y esto a su vez puede ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en sangre mediante la mejora de la captación de glucosa.

Los baños con agua caliente también dilatan los vasos sanguíneos y ayudan a relajar los músculos. 

Sin embargo, no todo es color de rosas. Esta práctica tiene también sus riesgos.

El calor extremo puede causar que baje la presión arterial y nos sintamos mareados.

Tampoco es recomendable ducharse a esta temperatura antes de acostarse.

Es cierto que una ducha caliente es ideal para conciliar el sueño pero para dormir bien debemos controlar que el agua del baño esté medio grado por debajo de lo habitual.

¿Por qué? Cuando conciliamos el sueño, nuestro cerebro envía mensajes a los vasos sanguíneos para que liberen calor, por lo que es importante que nuestro cuerpo esté menos caliente de lo normal para que el cerebro pueda regular la temperatura sin problemas. Osea, si el baño está demasiado caliente lo más probable es que consigamos el efecto contrario y no logremos descansar en toda la noche.

Además, mantener el agua a una temperatura tan alta podría dañar tu piel. Así lo afirmó la dermatóloga estadounidense Sejal Shah. "El agua caliente hace que la piel pierda sus aceites naturales, se seque, pique y, finalmente, aparezca un eccema y pierda su color", detalló Shah a la revista Women´s Health.

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