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El nuevo precio récord, unido a la prescindencia de bancos públicos, llevó a que el "ala política" del Gobierno intensificara el reclamo intervencionista
28/07/2017 - 12:04hs

A juzgar por lo que deja trascender el "ala política" del Gobierno, la escalada del dólar estaría llegando a su fin.

La cotización récord de $17,86 de ayer jueves generó inquietud y desconcierto en funcionarios de la Casa Rosada quienes, a esta altura, reclaman una decidida intervención pública para apagar la fiebre verde.

El problema es que en el Banco Central no quieren despegarse de su filosofía de libre flotación. 

Esto aumenta la tensión interna en el equipo económico y obliga a que este tema sea arbitrado en el más alto nivel de conducción gubernamental. En esa pulseada, todo apunta a que las fuerzas "pro dólar estable" llevan las de ganar y cuentan con respaldo político.

Como ya publicó esta semana iProfesional, ya hubo un cara a cara entre Federico Sturzenegger y Nicolás Dujovne.

En ese encuentro, el ministro planteó la necesidad política que tiene el Gobierno de llevar tranquilidad a la población a poco más de dos semanas de las elecciones.

"Hay que sacar al dólar de los medios", había sido el pedido de Dujovne a su colega del BCRA.

El billete verde, a centavos de los $18, ya no marca un mayor riesgo en materia inflacionaria sino un límite que para muchos se hace difícil de cruzar, en medio de la campaña electoral.

Parecía que ese era el mensaje que había decodificado el mercado, luego de ventas realizadas el lunes y el miércoles por parte del Banco Provincia y que pusieron un "techo" a la cotización.

Sin embargo, luego hubo señales contradictorias, de manera que los operadores se muestran algo confusos respecto de cuál será la conducta oficial.

Este jueves, el mayorista -lo mismo que el minorista- volvió a alcanzar un nivel récord: terminó en $17,67, esta vez con prescidencia de los vendedores en el sector estatal.

Los operadores presumen que, a menos que el BCRA o los bancos oficiales intervengan, el último día de la semana finalizaría con otros máximos en las cotizaciones.

"Nos embocaron a todos, no frenaron el alza. Nos descolocaron, quizás ese haya querido ser el propósito del Gobierno para quitarle previsibilidad al mercado, pero preocupa que lo dejen subir de esta manera, ya que en algunos lugares llegó a venderse a $18", dijo a iProfesional un operador de la City.

En defensa de la libre flotación

La posición de Sturzenegger ya se sabe: el mercado cambiario debe desengancharse de los movimientos de los demás precios de la economía.

El funcionario cree, además, que lo mejor para lograr ese objetivo es ir habilitando la volatilidad e incertidumbre de la cotización.

Desde el BCRA dan su postura a iProfesional: "No hay ninguna decisión de frenar el dólar. Sin embargo, en caso de que veamos desvíos o poca liquidez en el mercado de cambios que generen distorsiones, podremos entrar", reseñó un importante funcionario de la denominada "mesa chica" del Banco Central.

Lo cierto es que liquidez fue, precisamente, lo que faltó en los últimos días pero no lo suficiente como para que los funcionarios del Central se decidieran a actuar.

En las últimas ruedas, el monto que están liquidando los exportadores es muy reducido, potenciando la demanda de billetes y la espiralización de los precios.

Calculan los grandes brokers que en las jornadas en las que más subió, como fue este jueves, la oferta de los sojeros es inferior a los u$s100 millones por día.

Según explicó el funcionario del Central, la entidad tampoco está dilatando la intervención en el circuito a la espera de que lleguen los dólares de YPF -unos u$s750 millones provenientes de una emisión de deuda internacional-.

"Nosotros no estamos esperando nada de eso. Lo único que vigilamos es el buen desempeño del mercado y si vemos movimientos disruptivos vamos a entrar. Hoy (por ayer) no vimos nada de eso y por eso no intervinimos", resaltó.Punto de inflexiónYa unánimemente considerado como el "hombre fuerte" de la economía, Sturzenegger cuenta con el respaldo total y permanente de Mauricio Macri.

Sin embargo, empiezan a filtrarse noticias que marcan un punto de inflexión: en el entorno mismo del jefe de Estado, creen que ha llegado el momento de "marcar la cancha" en la plaza cambiaria.

Mientras tanto, desde la Casa Rosada intentaron tranquilizar a los votantes. Marcos Peña, jefe de Gabinete, aseguró que "no hay motivos para preocuparse por el dólar en la Argentina".

"Lo estamos siguiendo con tranquilidad, acompañando un proceso que creemos que estructuralmente es muy importante para el futuro del desarrollo sustentable", completó.

Pero no todos mostraron la misma tranquilidad ante la escalada del billete verde. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, fue quien primero apuntó a la necesidad de que Sturzenegger le pusiera un límite a la trepada de la divisa.

Durante el último fin de semana, el influyente funcionario había señalado que el Banco Central impedirá "que haya zozobras en las familias argentinas por la inflación o el tipo de cambio".

La tensión entre el "ala política" de la administración Macri y el Banco Central se fue haciendo cada vez más evidente con el correr de las jornadas.

Parece lógico: en el Gabinete creen que la suba del dólar presiona sobre los precios y también sobre los votos.

Esos ministros afirman que mantener la misma estrategia financiera a poco de las elecciones es jugar con fuego, porque los votantes podrían percibir un desmanejo por parte del Gobierno.

A esta altura, en el Gabinete creen que el único capaz de modificar esa regla de oro es ni más ni menos que el mismísimo jefe de Estado. Los ministros quieren creer que ese momento está cerca.