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La asociación civil Flyter Rights denuncia que en el tamaño de las butacas y el espacio entre ellas viene disminuyendo. Alertan sobre riesgos para la salud
01/08/2017 - 02:13hs

Entre los viajeros frecuentes crece la sensación de que las líneas aéreas recortan cada vez más el espacio para meter las piernas entre asientos.

Tanto es así, que una asociación llamada Flyer Rights lleva años presionando para que la cuestión se regule, y acaba de lograr que un juez le dé la razón.

Lo cierto es que la reducción de espacio entre asientos no es para nada imaginación del pasajero. Flyer Rights aportó evidencias de que el ancho de los asientos se redujo de 47 cm a comienzos de los 2000 a poco más de 43 en 2005.

El espacio entre asientos se lleva la peor parte. Según la asociación, la distancia de respaldo a respaldo disminuyó 10 centímetros de media, pasando de 89 cm a solo 79. Y en algunas aerolíneas el espacio mermó hasta los 71 cm.

En 2015, Flyer Rights solicitó a la Administración Federal de Aviación (FAA) que tomara cartas en el asunto, pero la institución desestimó la petición.

En marzo de este año, el congreso consideró la posibilidad de introducir una distancia mínima entre asientos, pero el senado rechazó de nuevo la medida en abril.

Hartos de que ni la FAA ni los políticos hicieran caso, los responsables de Flyer Rights llevaron el caso a los tribunales.

La juez de Washington Patricia Millet falló en su favor y emitió una sentencia pionera que obliga a la FAA a investigar el actual espacio entre asientos y a emitir una regulación en caso necesario (sin que el congreso ni el senado, donde los lobbies arrecian, puedan hacer nada al respecto).

La sentencia no obliga a la administración a imponer un espacio mínimo a las aerolíneas, pero sí a verificar si el espacio actual realmente puede ser perjudicial para la salud de los pasajeros, señala CNN Money.

Flying Rights así lo cree. La organización asegura que la reducción del espacio disponible para mover las piernas aumenta el riesgo de sufrir accidentes vasculares.

La sentencia a su favor podría acabar en la primera regulación al respecto y en un ejemplificador "tirón de oreja" a las aerolíneas.