iProfesionaliProfesional

El precio de los títulos públicos venezolanos deja en evidencia la posibilidad de default. Sin embargo, varios fondos de inversión los compran 
02/08/2017 - 13:46hs

La crisis en Venezuela se puede medir en términos financieros con un solo dato: su bono soberano más corto, el que vence en 2018, tiene una Tasa interna de retorno (TIR) del 87,4% en dólares.

Con tasas consideradas de poco riesgo como la del título de referencia de Estados Unidos, el bonos a 10 años, al 2,25%, una TIR de casi 90% implica riesgo, mucho riesgo. No obstante, existen inversores interesados en adquirir deuda venezolana, ya que apuestan por el default y la reestructuración.

Si se tiene en cuenta el resto de los títulos públicos, la curva está invertida. Con vencimiento en 2019 y 2020 rinden 59,25% y 42,1%, cada uno, mientras que los que vencen en 2022, 2023 y 2024 tienen una tasa de 40,8%, 34,8% y 30,2%, respectivamente. A 10 años, el bono soberano rinde 26,2%.

Por su parte, el papel en dólares emitido por la petrolera estatal PDVSA con vencimiento al 2037 bajó a a 32,05 centavos de dólar, alcanzando su nivel más débil desde junio del 2016 y una TIR de 19%.

La Asamblea Nacional Constituyente celebrada el domingo en Venezuela dio como ganador a Nicolás Maduro, pero fue denunciada por la oposición como ilegítima, una clasificación aceptada por 40 países, entre los cuales se encuentran, además de Argentina, Estados Unidos, Brasil, Colombia, México, Francia, España e Inglaterra.

Estados Unidos fue el primero en desconocer el resultado de la elección y anunció sanciones financieras. Así, todos los activos de Maduro sujetos a la jurisdicción de EE.UU. están congelados y los estadounidenses tienen prohibido hacer negocios con él.

A su vez, la Casa Blanca calificó a Maduro de dictador por "tomar el poder absoluto". Si bien las sanciones no cubren el sector petrolero, el gobierno de Donald Trump dejó la puerta abierta; las restricciones del sector energético darían un golpe devastador dado que Estados Unidos es el primer importador de crudo del país.

Distintos fondos de cobertura le dijeron a Reuters que un embargo comercial todavía está muy lejos. No obstante, consideran que entre las protestas que persisten y la escasez de alimentos y medicamentos, el gobierno de Maduro, tarde o temprano, llegará a su fin. Por eso es que algunos inversores creen que, a los valores actuales, los bonos son una buena apuesta.

"Si llegara un gobierno más racional, podría perseguir una reestructuración de deuda que, si se hace de una manera creíble, asociada con políticas económicas creíbles, podría terminar con precios de los bonos más altos de lo que están hoy", indicaron desde Adar Capital Partners.

En sintonía, Onslow Capital Management aseguró ya estar "expuesto" y encaminado a seguir invirtiendo. Según los fondos UBP y FX Koon Chow, los bonos podrían al menos recuperar el 20% de lo perdido en el último mes si se confirma que Maduro está por dejar el poder. Aunque el país dio prioridad a los pagos de la deuda por las importaciones de alimentos, se espera que cualquier futuro gobierno inicie inmediatamente negociaciones para reestructurar la deuda.

La recesión de Venezuela es profunda: el año pasado sufrió la peor caída de su PBI en 13 años, una contracción de 19%, mientras que para el FMI este año el PBI caería 7%. Además, según El Cronista, el país sufre la tasa de inflación más alta del mundo: se calcula que fue de 800% en 2016. El bolívar ya perdió más de 99% contra el dólar desde la asunción de Maduro en 2013. Finalmente, el riesgo país venezolano se encuentra casi en los 3000 puntos.

Temas relacionados