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En el calzado deportivo los signos de desgaste no están solo en la apariencia externa. La estructura, la amortiguación y el desgaste de la suela, son clave
07/08/2017 - 17:14hs

¿Cada cuánto debe el corredor cambiar sus zapatillas deportivas? ¿Cuáles son los indicios que anuncian que el calzado está “vencido”?

Según los especialistas, cuando las zapatillas ya no se asientan como cuando eran nuevas sino que están inclinadas significa que su “chasis”, es decir, su estructra, cedió. Acostumbrarse a eso no es bueno para la musculatura y menos para los tendones.

“El calzado deportivo constituye un elemento corrector o compensador de determinadas alteraciones biomecánicas del pie. Y modifica, en caso de que contenga determinados elementos de contención o corrección, las características biomecánicas del mismo, y por tanto, la pisada o apoyos del sujeto”, explican desde el Consejo General de Colegios oficiales de Podólogos de España.

Es por esto que inciden en la importancia de escoger un calzado adecuado y tener en cuenta las lesiones previas por si fuera necesario adaptarlo con unas plantillas específicas.

¿Cuánto es el tiempo de vida de un par de zapatillas para running?

En cualquier otro tipo de zapatos, los signos externos de desgaste pueden indicarnos sin problema el momento en el que debemos despedirnos de ellos.

Pero con el calzado deportivo la apariencia externa puede ser engañosa.

“Lo que define una zapatilla, su ADN, es la media-suela”, explica Iker Martín, deportista y autor del blog especializado “Correr no es de cobardes”, en el diario Deia.

“Esto es lo que le da valor a una zapatilla y no si la usa Mo Farah (el corredor de fondo somalí, nacionalizado británico, que cuenta con cuatro oros en los 5.000 y 10.000 metros). Cuando vemos que esto ya no está como al principio, que ya no amortigua igual, ya no valen”, sentencia.

Para Jonatan Simon, atleta y probador de zapatillas en Foro Atletismo, los indicadores son tres: Desgaste excesivo de la suela; mala amortiguación y que aparezcan ruidos al correr; y la deformación del “chasis”.

¿Cuáles son los indicios que anuncian que la estructura del calzado ya no está cómo debería?

“Muchas veces vemos que las zapatillas, en una superficie lisa, ya no asientan como cuando eran nuevas, sino que están inclinadas. Esto denota que el "chasis" está vencido y, aunque estemos acostumbrados a ello, no es lo mejor para musculatura y tendones”, responde Simon.

Uno de los problemas es que no existe una regla matemática rigurosa para saber cuándo las zapatillas de correr cumplieron su ciclo.

Una medida estándar para un par de alta gama de entrenamiento sería entre 800 kilómetros y 1000 kilómetros. de uso, informa el español El País.

Para unas “zapatillas mixtas” el umbral desciende a unos 500 kilómetros o 600 kilómetros. Y entre unos 300 kilómetros o 400 kilómetros es el tiempo de vida de una zapatilla de competición. Todo, no obstante, queda atado al usuario. El peso, el tipo de pie o la forma de correr inciden en período útil del calzado, también.

Como las zapatillas de correr tardan unas horas en recuperar la elasticidad total tras una carrera larga, lo ideal siempre para los fanáticos del running -aconsejan los especialistas- es tener dos pares y alternarlos.  

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