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Solo entre septiembre y octubre el Ministerio de Finanzas debe enfrentar vencimientos por un monto superior a los u$s2.600 millones
08/08/2017 - 13:52hs

El stock de Lebac se aproxima a los $950.000 millones, lo que equivale a más de u$s52.000 millones y al 115% de las reservas internacionales. Semejante nivel de endeudamiento del BCRA es epicentro de un intenso debate. Sin embargo, el mercado parece soslayar otro canal de endeudamiento al que viene recurriendo sistemáticamente el gobierno, sin bombos ni platillos: las Letes en dólares.

En la actualidad el stock de vencimientos de Letes ya supera los u$s13.000 millones. Cabe recordar que estos títulos son bonos del Tesoro emitidos en dólares (que pueden ser compradas tanto con dólares como con pesos) de corto plazo, de ahí el complicado perfil del cronograma de vencimientos. Al respecto el Ministerio de Finanzas fue alargando los plazos de emisión optando por colocar a tres y seis meses, y hasta un año, con tasas de entre 2,8% y 3,1% anual.

Pero lo cierto es que las tenues pero persistentes colocaciones, en principio de montos no relevantes de a u$s600 millones promedio, fueron ganando terreno en el apetito de los inversores. Así fue que las colocaciones fueron incrementándose, sobre todo los montos. Se llega así a tener un stock equivalente por ejemplo al 28% de las reservas del BCRA o al 64% de la asistencia pactada al Tesoro.

Si bien el nivel del stock no resulta inquietante, por ahora, sobre todo frente al de las Lebac, en los próximos meses habrá un interesante test ya que los vencimientos superan los u$s1.000 millones promedio mensuales hasta fin de año. Pero antes de las elecciones legislativas vencen en setiembre u$s1.500 millones y en octubre otros u$s1.150 millones, de modo que Finanzas deberá hacer el roll-over de u$s2.650 millones. Todo ello en medio de la puja entre el dólar y la tasa de las Lebac.

Por lo visto en las últimas licitaciones de Letes se percibe que el interés de los inversores sigue firme, incluso, hay un exceso de demanda. Claro que, en un mercado sensibilizado por el contexto electoral, todo puede cambiar en un instante. Ni hablar si sobrevuela algún cisne negro externo.

Está claro que la estrategia económica seguirá apostando a la bonanza de los mercados internacionales por lo que el endeudamiento externo continuará apuntalando el diseño macroeconómico del gobierno. Pero ello no implica, según Ambito, que no deban continuar recurriendo al mercado doméstico para cubrir las necesidades de financiamiento del Tesoro. Esto tiene claramente un impacto negativo en la oferta de crédito para el sector privado.

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