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El macrismo venció por 16 puntos al peronismo gobernante. Héctor Baldassi, primer candidato de Cambiemos, se mostró eufórico tras la victoria  
14/08/2017 - 13:08hs

Cambiemos logró una victoria amplia, cercana a los 16 puntos, frente al peronismo liderado por el gobernador Juan Schiaretti, que de forma inédita reconoció la derrota electoral a los 90 minutos del cierre de los comicios.

La diferencia fue mayor que la esperada por radicales y macristas; el distrito es clave no sólo porque es el segundo del país, sino porque es "la" provincia de Mauricio Macri, la que en 2015 torció decisivamente el destino a favor del Presidente.

La proyección de las PASO a octubre deja un saldo provisional de cinco diputados para Cambiemos, tres para Unión por Córdoba y uno para el kirchnerismo. El peronismo, precisamente, prefirió hablar de "bancas" y no de la diferencia por la que fue derrotado.

En Cambiemos saben que el motor de la victoria fue el Presidente; el resultado abre la expectativa para la gobernación en 2019, después de dos décadas de administraciones peronistas.

En el acto de cierre de campaña -con Macri en el escenario-, los candidatos de Cambiemos plantearon que las PASO serían el inicio del fin de Unión por Córdoba. Los más eufóricos, en esa línea, fueron los hermanos Ramón y Diego Mestre, intendente y quinto candidato, respectivamente.

Dante Rossi, el radical alfonsinista que compitió con la lista oficial de Cambiemos, sumó alrededor del 7% de los votos entre afiliados de la UCR descontentos con el rol del partido en la alianza e independientes.

En el peronismo, Schiaretti escucha reclamos internos de quienes creen que demoró en diferenciarse del Presidente y que terminaron disputando el mismo segmento de votantes. La suma de los votos de las dos listas (Unión por Córdoba, 28,56%, y Cambiemos, 44,56%) es similar al 74% que logró Macri en la segunda vuelta de 2015.

La derrota en su distrito debilita al cordobés, claramente anti-K desde la crisis del campo en 2008 y uno de los principales impulsores de la llamada "liga de gobernadores".

Su socio político y antecesor, José Manuel de la Sota, no sólo decidió no ser candidato esta vez, sino que su participación en la campaña electoral fue mínima. Anoche no estuvo en el búnker.

"Ahora arranca la verdadera campaña" fue la frase más repetida en el local donde se concentró el peronismo, aunque todos admitieron que será difícil modificar el resultado en octubre. Los referentes admitieron que el buen vínculo entre Schiaretti y Macri, más allá de los escarceos de la reciente campaña, se mantendrá.

El gobernador adjudicó la derrota a que "la polarización que planteó el gobierno nacional" con el kirchnerismo "le dio resultados". Espera que, en octubre, los votantes "comprendan" que no se plebiscitan la gestión nacional o la provincial. Schiaretti repitió que, más allá del resultado electoral definitivo, será necesario que "haya un acuerdo social, económico y de gobernabilidad".

El kirchnerismo -sin ningún dirigente de peso en la provincia- no superaba, al cierre de esta edición, el 10% de los votos.