iProfesional

En las próximas semanas empezarán a llegar ejecutivos de los grandes jugadores de Wall Street para reunirse informalmente con hombres del Gobierno
18/08/2017 - 10:39hs

"Desde el lunes me están llamando de todos lados para avisarme que vienen a Buenos Aires. Me piden que le arme reuniones con funcionarios. Quieren conocer de primera mano cómo sigue la macrinomics luego de que el Gobierno salió fortalecido en las primarias".

Estas afirmaciones corren por cuenta y orden de un importante banquero local, que suele recibir a sus pares del exterior y a los más reputados fondos de inversión con intereses en Argentina.

Esta nueva oleada de financistas, con sede en Wall Street, comenzó a gestarse mismo domingo por la noche, cuando los resultados de las urnas mostraban la muy buena performance de Cambiemos a nivel nacional y la paridad (para ese entonces era triunfo) en la Provincia.

"Las elecciones de octubre serán muy similares a lo que ya vimos. El Gobierno mostró que tiene un piso elevado y, de ahora en más, todo irá en ascenso. Para el mercado, ya están ganadas", ratificaba el ejecutivo local desde sus oficinas en el piso 11 del barrio de Retiro.

Según pudo saber iProfesional, en la lista de los visitantes "ilustres" que llegarán al país en las próximas semanas figura Nomura, Deutsche Bank, Bank of America, Morgan Stanley y Goldman Sachs entre los más relevantes, si bien hay otros que también están armando las valijas.

Estos banqueros arribarán con una comitiva de inversores (entre ellos grandes fondos), todos deseosos por conocer los planes económicos en carpeta.

Buscan pistas de las medidas en las que está trabajando el Ejecutivo, como por ejemplo la reforma fiscal y laboral. Ambos temas son clave para estos ejecutivos, porque creen que ya llegó la hora de definiciones

En el Gobierno esto se sabe y, de hecho, ya se avanzó: este miércoles, las principales autoridades del Ministerio de Hacienda mantuvieron reuniones con los ministros provinciales para pactar los lineamientos de lo que será el marco de la Ley de Responsabilidad Fiscal. A saber:

1.- Todas las jurisdicciones del país deberán mantener constante el gasto corriente primario en términos reales y el gasto primario total en el caso de las deficitarias (o con deudas superiores al 15% de los recursos corrientes).

2.- El Gobierno nacional y las provincias se comprometen a no aumentar la relación de cargos ocupados en el sector público existente al 31/12/17, respecto de la población proyectada de cada jurisdicción.

3.- Se crearán "Fondos Anticíclicos Fiscales". Serán constituidos por cada jurisdicción con los recursos excedentes en aquellos años en los que la balanza fiscal arroje superávit. Sólo podrán ser utilizados en situaciones excepcionales o de emergencia.

4.- Se incorporarán "pautas de fin de mandato", de modo tal de restringir el incremento del gasto durante los últimos seis meses de gestión de cada gobierno.

5.- No se aumentará la presión impositiva legal. Especialmente a partir de gravámenes que pudieran aplicarse sobre el trabajo, la producción, el sector productivo y su financiamiento.

Todo esto se produce a pocos días del triunfo del Gobierno en las PASO y ante la manifiesta intención de los inversores del exterior de volver a escuchar las promesas e iniciativas oficiales.

Cambio de "cassette"El hecho de que el Gobierno avance en el tema fiscal ayuda a que los emisarios de los bancos y fondos que llegan la Argentina no se lleven -como otras veces- un sabor a poco tras las reuniones con funcionarios.

Por lo pronto, las comitivas que han venido durante este último tiempo terminaban yéndose con muy pocas dudas despejadas

El mensaje que enviaba el oficialismo no solo no los convencía, sino que no encontraban "nada nuevo" que les disparara el deseo de traer sus dólares al país.

"No news", era la frase que destacaban los ejecutivos de los fondos tras sus largos encuentros en los despachos oficiales.

Es cierto que los inversores aceptan a regañadientes el "gradualismo" de Cambiemos. Es decir, reducir el déficit de a poco.

Pero eso no significa que no estén entusiasmados por las oportunidades que puede ofrecer el país si -como todo indica-, el populismo queda finalmente derrotado en las urnas.

"El temor, para los de afuera, ya desapareció. Creen que la gobernabilidad está asegurada. Y esto abre un abanico de oportunidades que antes del 13 de agosto no estaba", relata un funcionario que tiene por delante una nutrida agenda de reuniones con importantes ejecutivos del exterior.

"Claramente las expectativas cambiaron, más allá de que sigan un tanto escépticos en algunos temas puntuales", asegura la fuente en dialogo con iProfesional

El pánico que les genera un eventual retorno de Cristina Kirchner a los primeros lugares de mando no sólo es algo que plantean en charlas informales, sino que en Wall Street está "medido" en números concretos.

En este sentido, el JP Morgan proyecta que si gana Cambiemos en octubre, el riesgo país argentino caerá a un nivel cercano a los 250 puntos básicos. Como contrapartida, escalará a 650 si triunfa Cristina

Cada 100 puntos que sube este indicador, la tasa que debe pagar una nación por sus títulos soberanos se incrementa un 1% (por encima de la que ofrecen los bonos estadounidenses). 

Antes de las elecciones primarias, este índice del JP Morgan llegó a 453 unidades, mientras que ahora está a punto de quebrar la barrera de los 400. 

Ejecutivos y financistas del exterior que arriban a la Argentina mantienen encuentros, principalmente, con los hombres fuertes del Ministerio de Hacienda, Finanzas y Banco Central.

Antes de las PASO, desde el Banco Mariva sus expertos veían como más probable (50%) un triunfo de Cambiemos a nivel general y una disputa voto a voto en provincia de Buenos Aires.  

Para ese escenario, pronosticaban una buena performance de los activos argentinos (aun si CFK obtenía una ajustada victoria frente al oficialismo).

Preveían, además, que el riesgo país caería 100 puntos y que los bonos podrían llegar a trepar un 18,9% (el Global a 100 años), 16,80% (el Global 2046) y 15,90% el Par en dólares, en el lapso de seis meses. 

También se tejieron todo tipo de especulaciones vinculadas con el impacto del resultado electoral sobre el tipo de cambio. 

Alberdi Partners, la consultora de Marcos Buscaglia (ex Citi y Bank of América) publicó un "Kristimeter" en el que proyecta cuánto puede llegar a valer el dólar según quién gana las elecciones.

Según sus cálculos, escalaría hasta los $19,40 hacia fin de octubre si CFK resulta victoriosa. Si, en cambio, se impone el oficialismo rondaría los $17,50 para fin de año.

Con quiénes hablan los banquerosEn cada caso, y en todo encuentro importante, los interlocutores son:

- El mismísimo Nicolás Dujovne, bastante conocido por los financistas por su pasado "banquero".

- Luis Caputo y Santiago Bausili, número uno y dos respectivamente del Ministerio de Finanzas. Por cierto, ambos ex Deutsche.

- Demian Reidel: gracias a su pasado en Nueva York como trader de bonos en Goldman y QFR Capital Management (un fondo que él mismo creó) es el nexo natural con Wall Street.

- Vladimir Werning, asesor en la Jefatura de Gabinete que responde al intocable Mario Quintana, con pasado también en el JP Morgan y quien da la visión más cercana al ala política. 

Quienes arriban al país ya vienen con algunas precisiones acerca de la economía. Como, por ejemplo, que la actividad comenzó a repuntar y que para el último trimestre de este año la tasa de crecimiento anualizada puede ubicarse entre 4% y 5%.

Esto posiciona bien al Gobierno. No sólo para mostrar más "brotes verdes" en los comicios de octubre sino que presagia además un buen desempeño de la economía para el año que viene.

"Ya quedó despejado el ruido político. No hay excusas para no avanzar en las reformas. Pedían un plebiscito de gestión y lo tuvieron. Ahora es momento de dar vuelta la página", dicen los grandes inversores a Macri.

Como adelantó iProfesional, los bancos internacionales y los fondos recibieron con beneplácito el resultado de las PASO

Si bien creen que aún es demasiado prematuro para dar por concluido el "fantasma" de Cristina Kirchner, creen que el poder de daño que tendrá es menor al pensado inicialmente.

Después de que la mayoría de las encuestas la daba como ganadora por más de cinco puntos, la expectativa cambió notablemente. 

En el mundo de las finanzas, se sabe que los buenos negocios surgen de intuir correctamente cuál es el escenario que viene y adelantarse a los hechos. 

Esto mismo es lo que intentarán realizar los popes de Wall Street: ver en qué activos conviene poner fichas y sumarlos a sus carteras.

Por lo pronto, han ganado protagonismo los cupones PBI, que pagan si la economía crece. Precisamente, porque el nivel de actividad empezaría a marcar un punto de inflexión. 

"Están detrás de los warrants y de los bonos en pesos del BCRA, ya que con este tipo de cambio y tasas altas, la oportunidad del carry trade vuelve a tomar fuerza", aseguran desde un fondo de inversión con sede en Nueva York.

Las apuestas están hechas y los ejecutivos esperan, esta vez, llevarse más certezas tras su paso por Buenos Aires. "Wall Street está con ganas de creer", concluyen.