La vicepresidenta Gabriela Michetti tildó de "disparate" las denuncias del kirchnerismo de que el Gobierno manipuló el escrutinio provisorio en las elecciones primarias (PASO) del domingo para forzar una victoria de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.

"Cristina Kirchner tenía mucha bronca y enojo porque había perdido o había un empate técnico que daba unos puntos más para (el candidato de Cambiemos, Esteban) Bullrich", dijo.

Al analizar el resultado, consideró que la exmandataria "logró generar mucha simpatía con ella con una serie de medidas", por lo que sostuvo que para Cambiemos el Conurbano "era el lugar más difícil".

"Cuando uno andaba por el Conurbano se daba cuenta de que no era por paliza que podía ganar", graficó.

"Este triunfo o empate técnico es un claro síntoma de que la mayoría de los argentinos ha decidido un cambio en la Argentina", agregó.

Al considerar que si en octubre se repiten los números de las PASO Cristina Kirchner volverá al Senado, la vicepresidente advirtió que la candidata de Unidad Ciudadana tiene "una forma poco parlamentaria".

Michetti advirtió que "no va a ser posible" que la ex presidenta pueda "copar la parada" en la cámara alta ya que "está muy fragmentado el Senado". Y agregó: "La que define la parada es la gente. Me parece que no va a haber posibilidades de hacer eso".

"Cristina va a ser difícil en el Senado", señaló y la contrapesó con la actitud de colaboración adoptada por el actual jefe de bloque del PJ, Miguel Angel Pichetto , con el que dijo que el oficialismo ha trabajado muy bien.

"Su personalidad es ser combativa y confrontativa y eso es muy difícil de cambiar", explicó, y agregó que en la Cámara alta "hay un tipo de trabajo y un tono que es bueno".

"Eso que es un buen clima, tal vez con la expresidenta, se puede conmocionar", lanzó en una entrevista en TN.

"Si uno mira lo que pasó en campaña, podemos decir que la ex presidenta decidió tener un tono más tranquilo, pero cuando vemos su reacción tras lo que pasó en el conteo de votos en la provincia decimos, bueno, no es realmente su forma", concluyó.

Por otra parte, la vice presidenta descartó que, tras las elecciones de octubre, el Gobierno esté pensando en bajar la edad jubilatoria o realizar un ajuste económico y social, alegando que este tipo de políticas "requieren mayoría del Congreso", de la que el oficialismo carecerá.

"No podemos hacer esas cosas, porque no tenemos mayoría. El poder seguirá fragmentado en la Argentina. El ajuste tradicional, como se lo conoce, no se puede hacer. Hablar del ajuste es como meter el fantasma en la gente, que ya sabe que decimos la verdad, que no estamos detrás del engaño permanente y la manipulación de la realidad. Es una falsa acusación que no les va a dar resultado", concluyó, refiriéndose a los kirchneristas.